Fuerte operativo, gases y piedras junto a una escuela: el caos por una pelea de lecheros en Boedo
Fue en la sede Capital Federal del Atilra. Hubo un despliegue policial con varias cuadras de corte sobre la avenida Independencia, con motos, decenas de efectivos y hasta un carro hidrante. Los motivos de la interna sindical.
Una pelea gremial en plena avenida Independencia generó una mañana de caos en el barrio porteño de Boedo. Ocurrió en la seccional Capital Federal de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra), donde este viernes hubo momentos de agitación entre dos facciones del sindicato de los lecheros. Se desplegó un gigantesco operativo de seguridad que no pudo evitar que se dieran choques entre los dos sectores, con piedrazos que volaron desde ambos bandos y la represión con gases lacrimógenos para dispersar. Y todo al lado de un jardín de infantes que estaba dando clases en el momento de peor agitación.
El operativo realizado por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires fue enorme. Decenas de efectivos trasladados en varios móviles que fueron estacionados en plena avenida Independencia al 3200 y hasta un carro hidrante que llegó para dispersar a la agrupación que intentó sin éxito ingresar a la sede del gremio, a la altura del 3300 de la misma arteria porteña, que tuvo diez cuadras de corte, entre Jujuy y Maza.
El cuerpo del Grupo de Acción Motorizada (GAM) fue el que generó la disuasión de la facción que se quedó en la calle, sin poder ingresar al edificio, hasta que cerca de las 12 desistieron de permanecer en la zona, se dispersaron y de ese modo empezaba a recuperarse cierta normalidad en el barrio. De todos modos, el operativo se mantenía con una guardia hasta que terminaran las actividades dentro de la sede de Atilra.
La pelea de lecheros en Boedo
Antes de la medianoche del jueves, la paz barrial se vio alterada por la presencia de afiliados de Atilra que montaron guardia en la puerta de la sede porteña, con una murga que no tuvo respeto por el descanso vecinal ya entrada la madrugada del viernes. Este 1º de octubre se eligieron las autoridades de la Junta Electoral del gremio de cara a las elecciones que se van a desarrollar en dos meses, del 30 de noviembre al 2 de diciembre.
La desgarradora carta de la hija del policía asesinado en Villa Tesei: “No merecías morir así”
El oficialismo, encabezado por el secretario general Gustavo Campos, tomó la iniciativa y desde temprano ingresó en el edificio de Independencia 3332, que es la sede de la Rama Repositores y Preventistas de Atilra Capital Federal. Ya se había montado un vallado de protección, lo que dejó en la calle a un nutrido grupo de afiliados sindicales representados por Cristian Oliva, quien intentará imponerse en los comicios a realizarse dentro de 60 días.
El caos se vivió cuando llegó Campos a la sede gremial: se dispuso un cordón de protección para su ingreso mientras los representados por Oliva, unas 300 personas que estaban cara a cara con los efectivos policiales que montaban guardia, intentaron meterse en la vivienda. Fue entonces cuando empezaron a volar piedrazos cruzados desde el patio interno del gremio hacia la avenida y viceversa, mientras los efectivos dispersaron en Independencia con gases lacrimógenos.
Los sindicalistas representados por Campos quedaron cerca de la calle Sánchez de Loria mientras que los de Oliva se apostaron hacia Virrey Liniers, separados por un fuerte cordón policial. Trascendió que por estos hechos se abrió una causa por daños y lesiones, tramitada en el Juzgado Penal y Contravencional de Faltas número 22 de la Ciudad.
A escasos 20 metros de la sede de Atilra, sobre la misma cuadra, está el Jardín de Infantes Integral Nº 2, un establecimiento educativo público dependiente del gobierno porteño que estaba en plena actividad, con los chiquitos recibiendo clases como si se tratara de una jornada normal.
Covid-19: las nuevas aperturas que rigen desde hoy y cuándo puede no usarse el barbijo
Oliva indicó que hubo cinco heridos leves de la facción que representa, producto de los golpes que recibieron cuando quedaron cuerpo a cuerpo con los efectivos de la Policía de la Ciudad. Además, en una asamblea realizada en plena calle, definieron un paro de actividades en distintas plantas lácteas de Capital Federal y Gran Buenos Aires.
La de Capital Federal es una de las 29 seccionales que tiene Atilra en todo el país, y una representación gremial de unos 2500 trabajadores. Desde el sector de Campos aseguran que la facción de Oliva sólo quiere “adueñarse de la caja” del gremio.