Tras estar casi 8 meses prófugo, detienen en su casa de Quilmes a un DT acusado de abuso
Juan José Acuña Delbene fue denunciado por un hecho que habría sido cometido en una fiesta clandestina en la que estaban los jugadores de Vélez Ricardo Centurión, Thiago Almada, Juan Manuel Lucero y Miguel Brizuela.
Tenía una orden de captura por lo cual la Policía lo buscaba desde el 4 de diciembre de 2020. Casi ocho meses después, fue detenido en Quilmes. Lo curioso del hecho que ocurrió en las últimas horas es que la captura de Juan José Acuña Delbene no se dio en un lugar ajeno para él, sino que tuvo lugar ni más ni menos que en su casa.
El acusado es el director técnico de fútbol que a fines del año pasado quedó en la mira de la Justicia que investiga la denuncia de una joven de 28 años que dijo haber sido abusado durante una fiesta clandestina organizada por jugadores de Vélez en un country de Boulogne, partido de San Isidro.
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El entrenador que estaba prófugo y llegó a dirigir en Defensa y Justicia y en Argentino de Quilmes tiene 42 años y mantiene desde 2010 una férrea amistad con el futbolista Juan Manuel Lucero, quien había alquilado la casa donde se produjo el hecho denunciado. Los otros integrantes del plantel profesional del Fortín que también estuvieron ese día en el lugar son Ricardo Centurión, Thiago Almada y Miguel Brizuela.
Acuña Delbene fue aprehendido el viernes en su domicilio de la calle Primera Junta al 500, Quilmes, durante un operativo del Departamento Contra el Crimen Organizado de la Policía Federal Argentina ordenado por la fiscal Laura Zyseskind, quien tiene a su cargo el caso.
La fiesta con jugadores de Vélez y la denuncia
Según consta en la causa judicial, el 3 de diciembre de 2020, el entrenador fue invitado a un asado convocado por Lucero que tuvo lugar en una vivienda del country Camino Real, ubicado en Boulogne, San Isidro. La invitación corrió también para Centurión, Almada y Brizuela, entre otros.
La convocatoria, finalmente, terminó reuniendo a un grupo cercano a las 20 personas, es decir, mucho mayor al autorizado en el marco de las restricciones por la pandemia del Covid-19 que estaban vigentes a fines del año pasado. Tres de las chicas llegaron por invitación de Centurión una vez que concluyó la comida y se quedaron en el lugar hasta la madrugada del 4 de diciembre cuando, tras el encuentro, fueron a hacer la denuncia por abuso.
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La presentación, que luego fue ampliada con el patrocinio de la abogada Raquel Hermida Leyenda, apunta a que una de las jóvenes había mantenido contactos vía Whatsapp con Almada y habría acordado que más tarde podrían compartir un encuentro íntimo en esa casa. Ante la ausencia por largo tiempo de la denunciante, una de sus amigas la empezó a buscar y, al entrar a una de las habitaciones, la vio desmayada con una jarra de plástico en la mano.
En ese momento la testigo advirtió que el “gordo pelado se iba del cuarto mientras se subía los pantalones y soltaba una mueca de sonrisa”. Al notar el estado de inconsciencia de su amiga, comenzó a pedir ayuda a los gritos y acudieron al cuarto al menos tres personas, con las que llevaron a la víctima al baño para intentar reanimarla, lo que consiguieron luego de algunos minutos.
En el testimonio se apuntó también que los jugadores de Vélez no participaron de la escena donde ocurrió el abuso denunciado, lo que forzó su desvinculación de la causa. Esto ocurrió luego de que Almada y Brizuela fueran inicialmente imputados en la investigación y apartados por el club del plantel profesional.
Se estima que en las próximas horas la fiscal le tomará declaración a Acuña Delbene, quien estando prófugo había dado una entrevista a Infobae en la que negó la acusación en su contra: «La víctima no dice puntualmente nada porque no pasó nada. Ella sabe puntualmente que le di agua, le di agua cuando la pedía a gritos. Lo único que hice yo en relación con tocarla fue darla vuelta porque ella estaba boca arriba y la puse boca abajo para que no se ahogue. La corrí afuera de la cama con la jarra para que ella vomite. Le puse la jarra en la mano. Después no hay pruebas”.