Brian Fernández: el crack que lucha contra las adicciones llegó a Talleres de Remedios de Escalada tras un sueño
El delantero arregló su llegada tras jugar e Almirante Brown y un fallidopaso por el Coquimbo de Chile. El equipo de Lanús atraviesa un complicadao momento en el fondo de la tabla. El domingo visita a Colón.

Brian Fernández llegó a Talleres de Remedios de Escalada, que pelea en el último lugar de la tabla.
A lo largo de su carrera Brian Fernández se ganó un mote muy común en el mundo del fútbol Argentino: es un «crack desperdiciado». Ahora el santafesino de 30 años llegó a Talleres de Remedios de Escalada para cumplir un sueño. Antes jugó en Defensa y Justicia, Racing, Sarmiento, FC Metz, Unión La Calera, Club Necaxa, Morelia, Portland Timbers, Colón, Ferro y Almirante Brown, entre otros, y en todos esos equipos arrastró la enfermedad que condicionó su vida como futbolista profesional: la adicción a las drogas. Y el sueño de Brian, entonces, decanta por sí solo.
Ahora, luego de siete meses sin jugar tras un paso fallido por el Coquimbo chileno y una carrera que fue marcada por altibajos a raíz de una mala adicción a las drogas, el Tallarín de Escalada le dio otra oportunidad.«¡Se suma Brian Fernández! El delantero de 30 años ya firmó su vínculo con Talleres. El club solicitó el cupo que AFA establece, debido a la lesión de Valentin Morelini. ¡Bienvenido Brian!», destacó el club de la Primera Nacional en sus redes sociales.
El talentoso delantero intentará escribir una nueva página en su historia futbolera, en un club que está atravesando un momento más que difícil: el equipo es el último de la Zona B con apenas seis puntos en 13 partidos y acumula una pésima racha de nueve encuentros sin triunfos ni goles. Y el domingo a las 17 visita a Colón de Santa Fe, momento en que se podría dar el debut de Fernández.

Su último paso por la Primera Nacional fue con Almirante Brown, donde fue apoyado de manera incondicional por el entonces técnico Daniel Bazán Vera, quien incluso lo alojó en su propia casa para ayudarlo a reinsertarse.
La dura historia de Brian Fernández
Brian Fernández arrancó su carrera en Defensa y Justicia. En Varela ya lo considerban crack. Eso hizo que Racing pusiera el ojo sobre él. Llegó a Avellaneda en 2014, pero por ese entonces ya llegaba con el cartelito de conflictivo por sus problemas fuera de la cancha. A pesar de eso, el DT Diego Cocca -que lo había dirigido en el Halcón- le daba un trato especial.
Antes, un hecho marcó su vida para siempre: su hermano de 18 años -el segundo de otros nueve que tuvo su madre- se suicidó disparándose en la cabeza. «Eso lo deprimió para siempre. Quizás ese momento haya sido el click que su cabeza hizo para volcarse a las adicciones», dicen en off desde su entorno más cercano.
Su historia en la Academia no prosperó: dos controles antidoping positivos lo habían alejado del fútbol un año y medio. Armó las valijas y se fue a Junín a ver si en Sarmiento podía disfrutar de aire nuevo. Ya entonces todo el ambiente del fútbol sabía que el gran drama eran sus adicciones.
«Brian Fernández sumó otro escándalo: se escapó de un test de alcoholemia». «Brian Fernández tuvo una recaída». «Brian Fernández será internado por su adicción a las drogas». «Brian Fernández no va a los entrenamientos». «Brian Fernández desapareció de su casa y lo busca la Policía». Todos esos fueron titulares de diarios que en los últimos años se transformaron en moneda corriente en Argentina y los países donde intentó resurgir.

En una de sus últimas recaídas, a mediados de 2023, su entonces pareja, Araceli Fessia, dijo que durante los días en los que estuvo desaparecido en Santa Fe -cuando jugó en Colón- hubo gente que iba a su casa para venderle drogas para que tenga cuando reapareciera.
A pesar de sus buenos pasos por distintos clubes -fue destacado su paso por la MLS estadounidense– los problemas siempre se mantivieron. Faltas a los entrenamientos, incumplimientos de normas y desobediencia hacia los entrenadores fueron constantes en su carrera. Con el paso del tiempo, esas actitudes comenzaron a pasarle factura y sus años de gloria empezaron a consumirse. Y quizás sea Talleres el lugar donde pueda cumpler el gran sueño de su vida: recuperarse y volver a su nivel.
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