San Justo: tras el robo de la moto a un delivery, sus compañeros se metieron en caravana a una peligrosa villa y lograron recuperarla
Hartos de los cotidianos hechos de inseguridad, un grupo de jóvenes repartidores ingresaron al asentamiento conocido como “Santos Vega” y encontraron la herramienta de trabajo. En las redes sociales, los vecinos justificaron a los chicos pero advirtieron que «se jugaron la vida”.
El momento en el que la caravana entra a la villa fue registrado en un video casero.
En una decisión tan audaz como peligrosa, y hartos de los hechos de inseguridad que sufren a diario, los compañeros de trabajo de un delivery al que le robaron la moto decidieron meterse en caravana a una peligrosa villa de San Justo para recuperar la herramienta de trabajo.
El hecho se conoció en las últimas horas, pero ocurrió el fin de semana en la localidad de La Matanza. Y los jóvenes repartidores entraron al asentamiento conocido como “Santos Vega”, donde encontraron el vehículo que había sido sustraído y lograron llevárselo.
En cuanto se viralizaron las imágenes, las cuales fueron registradas por los vecinos, las redes sociales se llenaron de reacciones. Y si bien la mayoría justificó a los chicos, también advirtieron que lo que hicieron fue muy peligroso y “se jugaron la vida”.
Así recuperaron la moto en la villa de San Justo
Los repartidores -tanto los que estaban trabajando en ese momento como muchos que tenían franco- llegaron a la villa luego de enterarse a través de un grupo de WhatsApp de que a uno de sus compañeros lo habían asaltado mientras hacía una entrega.
“Me robaron la moto en Ezaguirre y Perón. Se fueron por Ombú, para Ruta 3″, escribió en el grupo la víctima a las 21.49 del sábado. Rápidamente, los repartidores se organizaron para ir hasta el asentamiento a recuperar el vehículo.
“Adentro está la moto. Los van a sacar a tiros”, se escucha decir a una mujer en el video que ella misma grabó, y donde se ve -desde un primer piso- a una docena de motos ingresando por un estrecho pasillo.
Hay que destacar que, a pesar de tratarse de una de las zonas más calientes del Conurbano, en ningún momento del episodio se ve la presencia de alguna fuerza de seguridad. Ni la Policía Bonaerense, principal responsable de la seguridad en la Provincia, ni efectivos de fuerzas federales que, tras la suba de los delitos, fueron desplazados a los lugares más inseguros del territorio bonaerense.
Este hecho ya tiene un antecedente: en marzo del año pasado, un grupo de repartidores de la zona oeste logró recuperar una moto y detener a uno de los ladrones. Tras reducirlo, lo golpearon y obligaron a confesar dónde estaba el vehículo que luego fue recuperado.
Aquella secuencia fue grabada y viralizada por los propios trabajadores, y todo había ocurrido entre los partidos de Ituzaingó y Hurlingham.
Otro robo a un delivery que termina con violencia
En ese video, de casi dos minutos, se observa a una decena de motos circular por las calles del oeste bonaerense hasta que llegan a un parque, en el que tienen reducido al joven delincuente que ya presenta golpes en su rostro y tiene una expresión de terror.
“¡Queremos la moto!”, es la frase que repiten varios de los repartidores que increpan al ladrón que no niega haber sido el responsable del robo, pero tampoco informa el lugar en el cual está el vehículo que había sustraído. Luego se escucha al delincuente pedir perdón, mientras que los trabajadores continúan exigiendo que les diga dónde está la moto.
Finalmente, tras atarle las manos en la espalda y continuar pegándole, los repartidores obtuvieron el lugar exacto donde estaba el vehículo: una vivienda en la localidad de Hurlingham.
En otro video difundido en ese momento se pudo ver a los repartidores ya habiendo recuperado la moto y sacando de la vivienda al delincuente que la había robado, a quien le propinaron unos cuantos golpes antes de dejarlo en el suelo e irse del lugar en caravana.
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