Quién era Santiago Bordieu, el rugbier de San Isidro que murió tras saltar al mar desde un acantilado en Hawaii
Tenía 28 años. Había jugado en el SIC, donde además era preparador físico. Saltó desde 18 metros en Spitting Cave, Honolulu, en una hondonada muy peligrosa y sus amigos no lo vieron salir más. La despedida en la redes.
La noticia fue presentada como que un turista argentino que estaba de vacaciones en Hawaii con amigos murió tras accidentarse al saltar al mar desde un acantilado. La víctima fue identificada como Santiago Bordieu, de 28 años. Pero en San Isidro, sobre todo en el mundo del rugby, la tragedia impactó de otra manera mucho más profunda debido a la ligazón que tenía la víctima con el San Isidro Club, donde fue jugador y actual preparador físico del plantel superior.
La tragedia sucedió en medio de las vacaciones de verano que Bordieu disfrutaba con sus amigos en las playas paradisíacas de Hawaii. En las últimas horas, y como parte de la experiencia, el joven saltó desde un acantilado, pero sufrió un accidente.
Los propios amigos observaron que el profesor de Educación Física no regresaba a la superficie tras tirarse al agua, motivo por el cual comenzaron a buscarlo de manera intensa.
El hallazgo de Bordieu sucedió minutos después cuando personal de rescate agua del departamento de seguridad oceánica de Honolulu, a bordo de motos de agua, lograron hallarlo y pese a que fue derivado a un hospital, se confirmó que falleció.
Por ahora se desconocen las causas de su muerte, pero los expertos aseguran que se trata de una zona peligrosa y que en el acantilado ubicado en la ciudad de Spitting Cave, donde sucedió el hecho, está repleto de piedras y de fuertes corrientes.
Spitting Cave está en isla de Oahu, en el vecindario de Portlock, al este de Honolulu. Es una formación rocosa de aproximadamente 18 metros de altura, caracterizada por un oleaje fuerte y una cueva marina que expulsa agua con gran presión, lo que le da su nombre. El lugar es frecuentado por turistas y excursionistas debido a su vista panorámica del océano Pacífico.
Se supo tiempo después que el momento en el que el joven saltó desde el acantilado quedó registrado: «Día triste en Spitting Cave, donde un hombre saltó y no resurgió. Los otros hombres con los que estaba intentaron encontrarlo, pero no tuvieron éxito debido a que no tenían una máscara para ver», explicó el usuario.
La historia de Santiago Bordieu en el San Isidro Club
Luego de que se diera a lo sucedido, la noticia retumbó de lleno en San Isidro. El tradicional San Isidro Club (SIC) fue el epicentro de ese doloroso eco: «Desde el SIC acompañamos con enorme cariño a toda la familia y a los amigos de Santi en este momento. Santi fue jugador camada 96 y también colaboraba como PF en nuestras divisiones juveniles. ¡Se lo va a extrañar!».
Su vínculo con el SIC arrancó como jugador en la categoría 1996 -era, back- y luego como preparador físico en las divisiones juveniles. Sus colegas lo describieron como un profesional dedicado y apasionado por su labor: «Fue y es un grande. Excelente persona, querido por todos, de buen corazón, siempre con una sonrisa, siempre sacando lo mejor de cada uno. De esas personas que nadie jamás va a hablar mal. Querido por todos. Es una tristeza enorme para todos», informó Infobae.
Se sumó también la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA): «El Consejo Directivo de la URBA expresa sus condolencias por el fallecimiento del ex jugador y actual PF del plantel superior del SIC, Santiago Bourdieu, y acompaña a su familia, a sus amigos y al club en este momento de tristeza».
En sus redes sociales, Santiago se describía como una persona proactiva, perseverante y dedicada, interesado en el constante aprendizaje. Tras la tragedia, sus amigos, alumnos y colegas recalcaron que fue un ejemplo de esfuerzo y compromiso, alguien que siempre buscó motivar e inspirar a quienes lo rodeaban.
Bordieu era egresado del Instituto Superior de Educación Física (ISEFI). Desde 2016 trabajaba en St. Nicholas’ School, donde realizó toda la secundaria. Su trayectoria también incluía roles como entrenador personal en diversas instituciones, como el Buenos Aires Cricket & Rugby Club (BACRC), HipTrain y Driving Norte, donde además enseñaba golf a niños. Bordieu complementó su formación con certificaciones en entrenamiento personal y cursos de reanimación cardiopulmonar (RCP).
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