A 30 años del debut de Diego Maradona como DT en Racing: una suspensión de la FIFA y un ciclo de apenas 11 partidos
El Diez arrancó su carrera como entrenador aun antes de finalizar su etapa como futbolista. La Academia lo recibió en 1995 en medio de la sanción por doping. La historia detrás de aquella corta presencia en Avellaneda.
Como para confirmar que vivió varias vidas en una sola, Diego Maradona está asociado por algún episodio extraordinario, dentro o fuera de una cancha de fútbol, a casi todas las fechas del calendario, sin distinción de regiones ni climas. El 14 de enero de 1995, por ejemplo, se produjo su debut como director técnico. Lo hizo en Racing Club y nada menos que un clásico de Avellaneda.
La noche del estreno de Diego Maradona como DT
Habían transcurrido poco más de seis meses desde la conmocionante exclusión de Maradona del Mundial de Estados Unidos, luego de que le diera positivo un control antidoping posterior al triunfo 2-1 ante Nigeria, cuando los diarios de Argentina -con mucha más circulación e influencia que ahora- empezaron a informar sobre la posibilidad del regreso de Diego al fútbol.
¿Cómo, de qué manera, si estaba suspendido por la FIFA? Racing, que acumulaba una larga sequía en los torneos locales, buscaba un golpe de impacto en el verano de 1995 y su controversial presidente Juan Destéfano, en vísperas de una elección en la que iría por otro mandato, sacudió el mercado con la contratación de Maradona como entrenador.
El entonces máximo dirigente de la Academia dudaba en llevarlo, por la fuerte identificación de Diego con Boca, pero Claudio Omar García -referente del plantel- terminó por convencerlo y el 14 de enero de 1995, en el estadio José María Minella de Mar del Plata, Racing salió a la cancha con Maradona y su amigo Carlos Alberto Fren en el banco.
Un empate en la presentación en Racing Club
Desde chiquito, Pelusa siempre llamó la atención y aquella noche, vestido con jean y una colorida camisa, no fue la excepción. Su rival y colega era un viejo conocido: Miguel Ángel Brindisi, con quien había formado una recordada sociedad ofensiva en el Boca campeón del Metropolitano de 1981, único título conseguido por Diego en el país. Hubo abrazo con él y con Jorge Luis Burruchaga, uno de sus principales laderos en la épica gesta mundialista de México 86.
Independiente venía de consagrarse en el Clausura del año anterior y en la Supercopa, tras vencer en la final al Boca de César Luis Menotti. Lucía mejor armado que un Racing de menor jerarquía, que obligatoriamente debía observar la amenazante tabla de promedios. “De la mano de Diego se van a la B / de la mano de Diego se van a la B / para nunca / para nunca más volver”, cantaban los simpatizantes del Diablo en el mundialista marplatense.
Sin embargo, Racing plantó bandera en aquel amistoso y dispuso de las situaciones más favorables para romper la paridad. Los 90 minutos acabaron sin goles y con tres expulsados, uno de ellos el hoy dirigente xeneize Raúl Alfredo Cascini. Los racinguistas Abelardo Vallejos y Fernando Quiroz fueron los otros.
Una gestión breve y poco exitosa
Dos triunfos, seis empates y tres derrotas fueron el deficitario saldo del corto paso de Maradona como coach en Avellaneda. Comenzó con grandes bríos y de a poco perdió motivación, al extremo de que pegó el faltazo a más de una práctica. Se fue disgustado del club, aunque agradecido con el respaldo de los hinchas.
Tiempo después de esa fallida experiencia, el 7 de octubre, regresó de manera oficial con los pantaloncitos cortos, vestido de azul oro, en un agónico 1-0 de Boca frente a Colón en una Bombonera explotada como pocas veces. Paradójicamente, la Academia frustró la chance de campeonato con una impactante goleada 6-4.
Racing reivindica el fugaz tránsito de Diego por la institución y así lo reconoce con un mural en El Cilindro, inaugurado luego de la temprana muerte del ídolo.
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