Alerta por la aparición de billetes falsos de $20.000: difunden las medidas de seguridad para evitar estafas
La nuevo papel que ya circula en el AMBA es difícil de falsificar, pero no imposible. Por eso la Policía Federal brindó una explicación a tener en cuenta. Acá, el detalle con lo que hay que saber para no caer en trampas
Ante la aparición de billetes falsos de $ 20.000, la Policía de la Ciudad, a través de la Policía Científica, brindó una serie de recomendaciones a la población sobre la seguridad ante la entrada en circulación masiva de la nueva denominación, que tiene en el anverso a Juan Bautista Alberdi.
Este billete, que en su reverso tiene la imagen de la casa natal del político argentino, inspirador de la Constitución Nacional de 1853, posee entre sus medidas de seguridad marca de agua, hilo de seguridad ventanillado, tinta de variabilidad óptica, imagen latente, motivo de complementación frente-dorso y relieve táctil, fundamental para las personas ciegas.
Para evitar eventuales falsificaciones y fraudes en los billetes de mayor denominación de la Argentina se deben prestar atención a una serie de puntos:
- La marca de agua: en la parte izquierda del anverso ante la luz por transparencia o trasluz se reproduce la imagen de Alberdi y sus iniciales JBA en tono claro, sin perder la amplia gama por
ser un billete multitonal. - La banda de seguridad: se encuentra entre la imagen de Alberdi y la marca de agua, consistente en una franja vertical de color azul y al trasluz se ve coo una banda continua con la sigla BCRA del Banco Central de la República Argentina.
- La tinta de variabilidad óptica: es otro de los puntos a tener en cuenta según señalan en la Policía Científica. En el ángulo superior derecho está la representación simbólica de la
Constitución Nacional, cambiando del magenta al verde al inclinar el billete, presentando un efecto tridimensional. - Debajo a la derecha, siempre en el anverso, está la imagen latente, en la que al mirar el billete con luz oblicua aparecen las letras RA.
Cómo detectar billetes falsos de $10.000 y $2.000
Tanto los de $10.000 como los de $2.000 conservan el tamaño. Además, los mismos son impresos en papel de algodón y mantienen los resguardos tradicionales utilizados en los otros billetes que circulan en el país.
Estos indicadores son, principalmente, la marca de agua y el hilo de seguridad, con los que la gente podrá verificar la autenticidad. A su vez, mediante sistemas de impresión especiales, también se incorporarán elementos de seguridad que estarán destinados principalmente al público en general pero que además permitirá un mejor reconocimiento por máquina.
Respecto del de $2.000, una cosa lo distingue: tiene zonas algo ásperas, por lo cual, si resulta demasiado suave o resbaladizo, hay que desconfiar. Esta misma sensación ocurre con los dólares estadounidenses. Pero también hay que tener cuidado si se lo percibe excesivamente rugoso o rígido.
Puntualmente, en el frente del de $2.000, el primer consejo es pasar el dedo sobre ciertas partes que deberían tener un relieve perceptible por su impresión calcográfica: los retratos de Ramón Carrillo y Cecilia Grierson, el número «2000» pintado de negro, el texto rojo que dice «BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA», el nuevo código de identificación para personas con ceguera que está en los bordes verticales. El mismo relieve debe percibirse en el reverso, al tocar la representación del Instituto Malbrán.
Otra forma es cuando inclinamos un billete auténtico de $2.000 -hacia adelante y atrás, hacia la derecha y la izquierda-, se nota un doble efecto en el símbolo que está arriba a la derecha (asociado internacionalmente con la medicina): la tinta cambia de color del verde al azul, según el ángulo de incidencia de la luz, y se genera un efecto dinámico tridimensional que hace brillar al símbolo en distintas partes, dando sensación de relieve.
También es importante elevar el billete y observarlo con luz detrás, ya sea solar o artificial. Esto permitirá verificar tres medidas de seguridad importantes: La primera es la marca de agua. En la parte más clara del billete, a trasluz, deben aparecer los retratos de Carrillo y Grierson. Se ve de ambos lados.
Luego, el motivo de complementación: junto a la marca de agua, en el ángulo inferior izquierdo, un número «2000» vertical que parece a medio pintar termina de colorearse al observar el billete frente a la luz. Se ve de ambos lados. Finalmente, la imagen latente. En el ángulo inferior derecho, sobre un motivo rojo, aparecen las iniciales «RA» cuando el billete se mira con luz rasante.
Los billetes verdaderos de $2.000 tienen palabras y números impresos en micro letras tan pequeñas que sólo pueden distinguirse con lupa o acercando el ojo al papel (para quien tenga muy buena vista). Si no hay nitidez en estos elementos, lo más probable es que el ejemplar sea falso.
Las micro letras repiten muchas veces «BCRA2000«. ¿Dónde buscarlas? En el frente del billete, en dos lugares: sobre las solapas del saco de Ramón Carrillo y dentro de una patilla del anteojo. Si persisten las dudas hay un método infalible. Exponer el billete a la luz ultravioleta para comprobar si ocurren algunos cambios:
Las fibras de seguridad. Distribuidas al azar en el papel, unas pequeñas fibras invisibles se iluminan en azul y amarillo.
El número único del billete aparece dos veces en el reverso. El vertical, sobre el borde izquierdo y en tinta roja, adquiere luminosidad roja. El horizontal, en el ángulo superior derecho y en tinta negra, se ilumina de amarillo.
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