A 38 años del mejor partido de Diego Maradona: cuando el Diez anticipó las dos obras cumbres que logró contra Inglaterra
El 22 de junio de 1986, en el, estadio Azteca se vio la actuación más deslumbrante de un futbolista en la Copa del Mundo. Pero los goles del capitán de la Selección no parecieron ser obra de la casualidad.
Diego Maradona grabó a fuego su nombre aquel 22 de junio de 1986: sus dos goles a Inglaterra, “La Mano de Dios” y “El Gol del Siglo”, fueron parte de una historia inolvidable para todo el planeta futbolero y, especialmente, para los argentinos. El Diez, que siempre fue un adelantado, años antes había dado señales de lo que iba a hacer aquella tarde gloriosa en México 86.
El gol de Diego Maradona a Inglaterra que no fue
Cuando Diego empezó a deslumbrar en Argentinos Juniors, rápidamente sonó como un número puesto para el seleccionado argentino. Debutó en un amistoso de 1977 ante Hungría y se quedó afuera por poco de la Copa de 1978, en la que nuestro país conquistó la primera de sus tres grandes estrellas. Luego del dolor por esa exclusión y de brillar como nadie en el Mundial juvenil de Japón en 1979, pasó a ser una fija para la Mayor dirigida por César Luis Menotti.
La Selección Argentina, vigente campeona del mundo y por la reglamentación de entonces liberada del trámite de las Eliminatorias, comenzaba su preparación para el Mundial de España 1982 con amistosos. Y uno de los desafíos fue contra Inglaterra, ni más ni menos que en el mítico estadio de Wembley: Diego fue parte de aquella convocatoria.
El 13 de mayo de 1980, Maradona largó como titular y deslumbró de entrada: a los 19 minutos, recibió casi en mitad de cancha y encaró para el arco inglés… Con un veloz giro desairó dos rivales, avanzó entre dos más en su carrera y cuando le salió el arquero Ray Clemence, en vez de amagar, decidió definir con la zurda: se fue al lado de un palo…
Aquel partido terminó 3-1 para los locales, lo que le provocó más bronca aún al Diego. Fue su hermano, Hugo Maradona, el que le dio una devolución vital para la historia: “Tendrías que haber enganchado para afuera y eludir al arquero”, le dijo. Esa receta aplicó seis años más tarde en México. Y ya es leyenda…
Maradona y la primera Mano de Dios
La relación de Diego Maradona y Boca es conocida. Después de romperla en Argentinos Juniors entre 1976 y 1980, el Diez era codiciado por Boca, River y varios clubes del exterior. Ansioso de jugar con el Xeneize, fue el propio Maradona quien armó el pase a Brandsen 805 con declaraciones públicas y empujando a los dirigentes de ambas entidades.
Una vez ya uniformado con la azul y oro, Diego forjó un amor eterno con la hinchada en el Metropolitano de 1981: Boca fue campeón, con Hugo Gatti, Roberto Mouzo, Miguel Brindisi y otros grandes jugadores, dirigidos por Silvio Marzolini, acompañando al Diez. Y el partido contra River del 10 de abril de ese año 81 se constituyó un episodio clave para la idolatría y una de las inspiraciones para aquel duelo contra Inglaterra en cuartos de final, cinco años después.
La Bombonera fue escenario de un clásico épico. Enfrente había un River repleto de figuras, con cinco de los campeones del Mundial 1978 (Ubaldo Fillol, Daniel Passarella, Alberto Tarantini, Norberto Alonso y Mario Kempes) y Ángel Labruna como director técnico.
Los Xeneizes se impusieron 3-0 en un campo embarrado, producto de la lluvia torrencial de aquel viernes, que fue teatro perfecto para aquella obra de Maradona y compañía. Diego convirtió el tercer gol, desparramando justamente a Fillol y Tarantini (y hasta al Tano Forte, fotógrafo de la revista El Gráfico que quiso perseguirlo en los festejos). Antes, también hizo una de sus picardías…
Al final del primer tiempo, con el parcial todavía igualado en cero, hubo un centro sobre el área de River que sirvió para que Maradona metiera la mano: el envío de Brindisi terminó en el puño del Diez, que empujó la pelota al arco de Ubaldo Fillol.
Esa vez, a diferencia de lo que posteriormente ocurriría con el tunecino Alí Bennaceur, el árbitro Arturo Andrés Ithurralde lo advirtió y anuló correctamente el tanto. Pero Maradona ya andaba avisando: tanto el Gol del Siglo como la Mano de Dios tuvieron sus antecedentes. Diego se ocupó de sentar jurisprudencia.
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