El inolvidable Lanús de 1981 que hizo 102 goles y salió campeón de la Primera C
Con Perassi -el Gatti del ascenso- en la valla, los hermanos Enrique y el goleador Nigretti, logró revertir la debacle deportiva e institucional que le habían generado dos descensos consecutivos.
José Gustavo Sand apenas había comenzado a caminar en su pueblo correntino cuando Lanús, el club que lo tiene como máximo emblema, rompía redes en el torneo de Primera C, hoy la cuarta categoría del fútbol argentino. Pasaron ya 40 años, pero la memoria granate mantiene fresco el recuerdo de aquel equipo que inició un camino de grandeza.
La actualidad de Lanús -campeón del fútbol argentino en 2016, tres veces finalista de certámenes continentales durante la última década, abastecedor de selecciones nacionales y orgullo de sus hinchas- empezó a gestarse cuatro décadas atrás, en canchas poceadas, contra rivales que nunca antes había enfrentado y gracias a jugadores que ya son próceres del club.
Aquel equipazo de Lanús que en 1981 pasó los 100 goles
Lanús ascendió a Primera A en 1976. No pudo mantenerse al año siguiente y bajó luego de un dramático desempate con Platense, definido tras una maratónica serie de penales que provocó taquicardias hasta en simpatizantes imparciales. El tobogán deportivo e institucional lo condujo a la Primera C al cabo de 1978. Allí estuvo dos temporadas sin lograr el retorno, hasta que en 1981 cambió para siempre la historia.
Hasta mitad de la década del 80, cuando se produjo la reestructuración que incorporó a clubes del Interior para constituir una B Nacional y una Metropolitana, las categorías de nuestro fútbol eran cuatro: de la A a la D. Lanús arrancó en 1981 su tercera temporada en la C, una división semi profesional, con un deseo que lo obsesionaba: ascender.
De la C a Primera División: el Tigre que ascendió en 1979 con los consejos del Toto Lorenzo
El técnico Juan Manuel Guerra, apodado El Viejo ya desde antes de cumplir 50 años, confió en un grupo de jóvenes que le aseguraban juego, energía y gol: los hermanos Héctor Adolfo y Ramón Valentín Enrique (siempre se ha dicho que el mejor de los dos era Ramón), Claudio Javier Nigretti, Juan Antonio Crespín y Horacio Alfredo Attadía.
No largó bien Lanús. En la Isla Maciel perdió 2-0 con San Telmo, que aprovechó la temprana expulsión de José Luis Lodico, volante de contención y seguro primer pase, para pelotear a la visita. Si no hubiera sido por algunas atajadas de José Felipe Perassi, denominado el Loco Gatti del ascenso por sus más de 600 partidos en ese nivel, la diferencia podría haber sido bastante mayor.
Lanús se recuperó pronto con un 4-0 a Brown de Adrogué, la primera de una seguidilla de siete triunfos consecutivos que lo llevarían al primer puesto. En la novena fecha empató contra Chacarita en San Martín sin goles, una rareza para aquella formación de tamaño poder ofensivo. El Funebrero, al cabo, terminaría por lograr la segunda plaza de ascenso a Primera B.
Acompañado por miles de hinchas como local y visitante, Lanús sumó varios éxitos holgados (el más amplio fue un 8-0 a General Lamadrid) que le permitieron superar la centena de goles en las 38 jornadas. Nigretti convirtió 25 de los 102 tantos del Granate y fue el líder anotador. Su facilidad para encontrar el arco postergó a Juan Carlos Nani, un bahiense que venía de una breve experiencia en Boca.
Como a cualquier equipo que tiene el ataque como premisa, a Lanús también le llegaban con frecuencia. Y aunque en los trámites vertiginosos de ida y vuelta solía sacar ventaja, hubo una vez que fue apabullado: el 7 de noviembre, en casa, cayó 6-2 ante Deportivo Merlo. Semejante resultado merece una explicación: el ascenso se había concretado unos días antes y en vísperas de aquel partido contra el Charro del Oeste hubo festejos. Cuentan que duraron hasta la madrugada…
Dock Sud: el sueño de ascender, a orillas del Riachuelo y con ayuda de 3 ex jugadores de River
La última función del campeón goleador fue el sábado 28 de noviembre, en el viejo estadio de Guidi y Arias ante Comunicaciones. Lanús entró con numeración corrida y esta alineación: Perassi; Acuña, Sánchez, Beltrán y Sicher; Attadía, Lódico y Ramón Enrique; Nigretti, Héctor Enrique y Crespín, autor del 1-0 cuando faltaban 12 minutos. La recaudación, como se acostumbraba a decir en la época, no fue suministrada.
Igualmente, se calcula que más de 20.000 personas celebraron la conquista. Todo Lanús salió a las calles para compartir esa alegría. Mientras, en la pequeña Bella Vista de Corrientes, José -un morochito al que más adelante llamarían Pepe- corría descalzo detrás de una pelota y una ilusión.