A 60 años del debut de Ángel Clemente Rojas en Boca, el gran ídolo xeneize que no jugó en River por culpa de un portero
Rojitas fue el gran estandarte de la gambeta en la década del 60. Nacido en Sarandí, antes de ser ovacionado en La Bombonera tuvo la chance de jugar en el Millonario. El crack que es amigo de Riquelme y Tevez.
Si la historia de Boca Juniors está llena de páginas doradas, Ángel Clemente Rojas se lleva varios capítulos de esa gloria. Rojitas, como era conocido por los hinchas, fue uno de los grandes ídolos del Xeneize antes de la época moderna. De indescifrable cintura, estuvo cerca de jugar en River Plate antes de debutar con la azul y oro: hoy, es amigo de Juan Román Riquelme y Carlos Tevez.
Los inicios de Rojitas
Ángel Clemente Rojas nació en Sarandí, el 28 de agosto de 1944. Zona futbolera, llena de potreros, Rojitas se crió corriendo atrás de la pelota y de los caballos, otra de las atracciones para los pibes de esa época.
El fútbol fue creciendo a partir de torneos barriales, mientras que Rojitas también comenzó a trabajar siendo peón en una fundidora. La escuela, lamentablemente, quedaba de lado… Pero el futuro con la número 5 iba a devolver con creces la apuesta de Ángel.
A los 13 años, su padrino decidió que era momento de probarse en serio y llevó a Rojitas a un testeo en… ¡River! Sin embargo, el destino estaba escrito de azul y amarillo: el portero del predio del club millonario le pidió una citación que Rojitas no tenía y, a falta de autorización escrita, no lo dejó ingresar.
La siguiente prueba fue en la vereda contraria, pero la indicada para Rojitas: Boca. Brilló como centro delantero en las Inferiores xeneizes, tuvo un paso por Arsenal de Llavallol (una especie de filial de Boca) en 1962, cuando empezó a cobrar un sueldo, y volvió al club para convertirse en ídolo total durante toda esa década y principios de la siguiente.
La Cintura de América
“¿Nace un ídolo?”, se preguntó la revista El Gráfico en mayo de 1963. Es que Rojitas tuvo un debut estelar en la Primera de Boca el 19 de ese mes y no desentonó: intervino en todos los goles del 3-0 de Boca a Vélez.
Ese mismo año, Rojitas también se metió por la puerta grande en América: fue parte vital del Boca que llegó a la final de la Libertadores, ni más ni menos que contra el Santos de Pelé. Si bien fue derrota ante los paulistas, el recuerdo de aquella primera final para el club de la Ribera es imborrable. Y Rojitas se ganó un apodo que aún lo acompaña: “La cintura de América”, gracias a sus amagues constantes e imprevisibles.
A pesar de una lesión en 1964, la carrera de Rojitas y su idolatría siguieron en ascenso. Con 14 goles en el torneo de 1965, bicampeonato obtenido por la institución, su lugar en el gran Olimpo de los héroes boquenses estaba asegurado.
En total, fueron 222 partidos jugados para el delantero, 79 goles convertidos e incontables gambetas y asistencias. Ganó cinco títulos con esa camiseta: el mencionado bicampeonato 64-65; los Nacionales del 69 (de la mano de Alfredo Di Stéfano, dando la vuelta frente a River) y del 70 (golazo en la final ante Central); y la Copa Argentina de 1969, primera edición del certamen.
Toda su carrera fue juntar bronce para terminar siendo estatua: aquel pibe laburante en una fundición pasó a tener su homenaje eterno en 2014, cuando su figura quedó inmortalizada en el hall de la Bombonera.
Ángel Clemente Rojas, hoy
Rojitas no solo comparte con otros símbolos de Boca la distinción de una estatua y el cariño de los hinchas. Además, Ángel Clemente es parte activa de la vida del club. Va seguido a la Bombonera y tiene relación fluida con dos de los últimos grandes ídolos, Juan Román Riquelme y Carlos Alberto Tevez.
“Los dos máximos ídolos de Boca son Riquelme y Rojitas. No sé quién gana, estamos mano a mano y lo quiero mucho. Pero creo que en la última recta me gana Riquelme”, contó entre risas Rojitas una de las últimas veces que Román, ya vicepresidente del club, lo invitó a su palco en la Bombonera.
También los cruces afectuosos con Carlitos han sido frecuentes. “Mucha fuerza y gracias por ser de Boca. Ser como sos te hace distinto», fue el mensaje del viejo ídolo al más reciente, cuando el padre del Apache luchaba por su salud. En 2019, el club homenajeó a Rojitas con Tevez como maestro de ceremonia.
Rojitas, a los 78 años se muestra ahora activo en las redes sociales con posteos en su cuenta de Twitter, en los que refleja el sentimiento recíproco que tiene con el hincha de Boca. Es un ídolo que atraviesa las generaciones y que, después de aquel papeleo fallido, terminó en la vereda donde sabía que iban a quererlo mucho.