A 45 años del histórico ascenso de Estudiantes de Buenos Aires: un equipo que le ganó a River y frustró a Boca
El 5 de noviembre de 1977, el club de Tres de Febrero lograba su último pasaje a la Primera División. Con esa base terminó invicto contra el Millonario y no le permitió ser campeón al Xeneize. Ahora, acaricia otra vez el sueño.
A más de un hincha veterano de Estudiantes de Buenos Aires se le cruzan por estas horas los recuerdos felices de la tarde del 5 de noviembre de 1977, las imágenes borrosas de aquel ascenso del que justo hoy se cumplen 45 años.
El club vuelve a estar cerca de Primera División y es inevitable vincular a Facundo Pereyra y Facundo Castelli, las armas ofensivas del actual equipo, con el crack Luis Ugarte o los hermanos Juan y Carlos Guillermo; al gigante zaguero Stéfano Brundo con el cacique Juan Carlos Bravo, el de más presencias vistiendo la camiseta blanca y negra; al arquero Lucas Bruera con el siempre despeinado y barbudo Antonio Balbiano; al director técnico Walter Otta con el maestro Ricardo Trigili.
La gente del Pincha espera que el ajustado 1-0 de la ida (cabezazo de Castelli) ante un bravo Gimnasia y Esgrima de Mendoza alcance para llegar a la final por el segundo ascenso a la máxima categoría, aquella que vio pasar fugazmente a los de Caseros en 1978. Ya quedaron en el camino Chaco For Ever y el otro Estudiantes, el de Río Cuarto. Esperan, por el lado contrario de la llave, Instituto de Córdoba o Defensores de Belgrano.
Los orgullos de Estudiantes de Caseros
Al margen del desenlace, Estudiantes tiene motivos de sobra para enorgullecerse. El más reciente, por supuesto, es su protagonismo en el segundo nivel de nuestro fútbol, tras el regreso en 2019. Durante esa década ya había dado señales de ambición con meritorias actuaciones en la Copa Argentina, sobre todo las de 2013, cuando eliminó al River de Ramón Díaz, y la de 2017, cuando el mismo rival -con Marcelo Gallardo como DT- lo paró en la semi.
Faltaba una campaña consistente en la Primera Nacional. Y se dio esta temporada, con un séptimo puesto que le otorgó la chance de disputar el Reducido. Mucho antes de esto, un siglo o más atrás, Estudiantes era una referencia futbolística en nuestro mapa deportivo y para los países vecinos. De hecho, fue el primer club argentino que se presentó en Brasil. Y lo hizo con un notable suceso.
Tuvo también, en aquellos años de pesadas pelotas de tiento y desparejos campos de tierra, a uno de los legendarios romperredes de los orígenes: Maximiliano Susán, delantero del seleccionado argentino, autor de ¡12 goles! en un partido ante Lomas Athletic, récord insuperable.
En los albores del profesionalismo, como otras instituciones emblemáticas del periodo amateur, Estudiantes quedó relegado, pero siguió compitiendo en busca de recuperar lugares destacados. En el epílogo de los 50 tocó fondo, con el descenso al escalón más bajo: la Primera D. Le costó volver y recién pudo hacerlo en 1963, el mismo año de la inauguración de su estadio en el municipio de Tres de Febrero.
Estudiantes de Caseros en Primera
Casi una década y media después alcanzó la gloria. Tras haber estado muy cerca en 1974, cuando Unión le frustró la posibilidad, Estudiantes se clasificó campeón de Primera B, con un muy festejado 4-2 en el clásico ante Almagro y un 3-0 a Deportivo Armenio entre sus mejores producciones, y se adjudicó el derecho de jugar con los grandes en 1978.
Contra los más poderosos, justamente, le fue bastante bien: le arrebató a River tres puntos de cuatro (correspondían entonces dos por triunfo) y le sacó a Boca un empate que lo retrasó en la pelea por el título del Metropolitano con Quilmes. Sin embargo, acumuló demasiadas derrotas (19 en 40 fechas) y sufrió un previsible descenso.
Una de sus figuras, el wing derecho Carlos Manuel Toloza, tuvo un premio consuelo: Juan Carlos Lorenzo, entrenador xeneize, lo fichó para el torneo siguiente como relevo de Ernesto Mastrángelo y llegó a ponerse seis veces la casaca azul y oro.
Una película para Estudiantes
La gesta del ascenso no quedó opacada y en 2017, con la asistencia de la mayoría de los actores de la vida real, se estrenó Matadores del 77, un film dirigido por Fernanda Ramírez que narra con emoción aquella campaña inolvidable. ¿A cuántos clubes les han rodado una película en su honor? Estudiantes sueña con tener pronto una segunda.