Villa Tesei: el misterio de la trágica muerte de un joven de 18 años y las dudas que tiene su familia
Thomas Spraggon murió el 15 de enero de un balazo en la cabeza en un confuso episodio. Su familia pide a la Justicia que esclarezca el hecho, dado que aún se desconoce si se trató de un suicidio, un accidente o un homicidio.
Una familia de Villa Tesei vive un verdadero calvario entre las dudas y el dolor de una pérdida irreparable. Hace siete meses, en la noche 15 de enero de este año, sufrió la pérdida de Thomas Spraggon, un joven de 18 años que murió de un balazo en la cabeza en un confuso episodio que aún no fue esclarecido.
Es que el chico se encontraba junto a dos amigos en la casa de uno de ellos y, supuestamente, el dueño de la vivienda les dio un arma de fuego que estaban manipulando. Se la apoyó en la cabeza, «como un juego», según relató su padre, Cristian Spraggon, ex futbolista de vasta trayectoria en diversos clubes de ascenso como Deportivo Morón, Argentino de Merlo y Talleres de Remedios de Escalada.
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Fue en esa situación que la víctima sufrió el disparo, aunque la familia reclama que pese a todo el tiempo que pasó, no se hicieron las pericias correspondientes para determinar cómo se efectuó el disparo: si lo ejecutó él mismo (de forma accidental o intencional) o si alguno de los amigos lo hizo, algo que cambiaría por completo la investigación.
Las dudas de la familia de Villa Tesei sobre la tragedia
La causa está a cargo del fiscal Walter Leguisamo, de la Unidad Funcional de Instrucción N°2 de Morón, quien dispuso secuestrar los teléfonos celulares de Thomas y de los dos amigos, testigos de su muerte. También se hizo un dermotest en las manos de los tres jóvenes, cuyo análisis no tiene fecha designada por el laboratorio y que es clave para determinar si había restos de pólvora en las manos de los amigos de la víctima.
Cristian Spraggon contó que se encontraba trabajando como recolector de residuos durante la noche en que ocurrió el trágico episodio y que fue avisado por su hermano con un llamado telefónico para presentarse en la comisaría de Villa Tesei, donde la Policía había llevado a los amigos de su hijo.
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En tal sentido, dio muestras del relato confuso de los testigos. «Mientras mi hijo era llevado al hospital, ellos declararon que el arma era mía, que a Thomas lo habíamos echado de casa, que se había peleado con la novia y que se suicidó. Nada de eso es cierto. Nuestra deducción es que el dueño de casa le sacó el arma y le disparó».
Su familia lo recuerda a Thomas como un joven que «le gustaba jugar a la pelota, escuchar música, que pedía que le hagan tortas fritas cuando llovía y que tenía sueños, metas y ganas de vivir». En medio del dolor, Cristian cerró con el desesperado pedido de que la Justicia pueda establecer finalmente las circunstancias de la tragedia: «Necesitamos saber qué pasó esa noche. Sólo ellos tres saben qué ocurrió y mi hijo ya no puede contarlo. No nos lo van a devolver, pero es insoportable seguir viviendo con esta duda».