Monte Grande: un veterano de Malvinas encontró a la chica que le escribió una carta en plena guerra
En pleno conflicto bélico, Sergio Rodríguez (58) recibió el mensaje de una nena que le pedía que no se rindiera. Guardó el escrito y ahora pudo encontrar a quien se la había enviado: es una mujer que vive en Luján.
El veterano de guerra, Sergio Rodríguez, junto a Graciela Sanguinetti y la carta que ella le había escrito hace 40 años.
Sergio Oscar Rodríguez (58) tenía 18 años cuando recibió la sorpresiva notificación de que debía ir a la Guerra de Malvinas. Había comenzado el servicio militar obligatorio en 1982 en la Infantería de Marina de la Armada Argentina- «Hice la instrucción en Pereyra y a mediados de marzo me dieron el destino para Puerto Belgrano. Fue el 11 de abril de 1982 cuando nos llevamos una sorpresa: Nos comunicaron que viajábamos a Malvinas para formar parte de la compañía de ametralladoras antiaéreas 12,7», reconstruyó.
Fue en esas circunstancias que sus padres no se enteraron que estaba en la guerra hasta que le llegó la primera carta que él les escribió y que decía «Puerto Argentino» en el remitente. «Desde ahí, cada foto que veían en el diario, buscaban ver si estaba yo», reveló.
Sergio, quien por entonces vivía en Capital Federal y hoy es vecino de Longchamps, en el sur del Conurbano, reconoció que pese a una breve instrucción recibida, tanto él como el resto de sus compañeros no tenían ningún tipo de preparación al llegar a las islas. «Nuestra posición estaba ubicada en el Monte Tumbledown, en la Isla Soledad, a 15 kilómetros de Puerto Argentino y a 500 metros de altura», detalló.
Y agregó: «Tuvimos que aprender sobre la marcha acerca de una nueva arma: la 12,7. Por lo cual, tanto los viejos como los nuevos estábamos en igualdad de condiciones: nadie sabía nada. El entrenamiento en la isla fue muy breve porque no había tiempo. Cada uno tuvo que sacar a relucir su instinto de supervivencia».
El clima tan hostil, con bajísimas temperaturas, viento y lluvia volvió cada día, junto con las desoladoras situaciones propias de una guerra, un infierno. Y en ese marco, las cartas que recibían los soldados eran un faro para mantener la esperanza. «Hasta poco tiempo antes, los varones jugábamos a los soldaditos en la escuela. Y unos años después nos encontrábamos ahí, como protagonistas de una guerra real, muy triste y cruel», se sinceró el veterano de Malvinas.
Una carta y una búsqueda de 40 años tras volver de Malvinas
Sergio reveló que durante la guerra recibió cartas de dos alumnas del colegio Nuestra Señora de la Misericordia de Villa Devoto. «En el momento en que escribieron la carta, Alicia Bacigalupo tenía 15 años y Graciela Sanguinetti, 16. Ellas me transmitieron un mensaje sincero y puro, con la incertidumbre de no saber si la carta llegaría, o si quien la recibía iba a poder contestar o regresar con vida de la guerra”, dijo a La Noticia 1.
Sergio volvió de las Islas Malvinas el 20 de junio de 1982 junto a la última compañía de soldados que habían quedado como prisioneros. Rápidamente se puso en campaña para encontrarse con las chicas que les habían escrito. A Alicia Bacigalupo logró hallarla tras presentarse en el colegio y hablar con las autoridades. «Un buen día me presenté en la puerta de su casa, me atendió su mamá y a partir de ahí comenzamos a forjar una amistad que hoy ya cumple 40 años», contó.
Sin embargo, Graciela Sanguinetti se había mudado de la dirección en la que vivía en Capital Federal y nadie sabía su paradero. «Ubicarla a ella se me hizo mucho más difícil. Tal es así que a lo largo de estos 40 años hubo varios intentos y no logré encontrarla nunca», admitió. Días atrás, compartió una publicación en redes sociales y logró dar con ella: «Finalmente logramos ubicar a Graciela, ella contestó y tuvimos oportunidad de hablar».
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La carta que le había escrito en aquellos días la chica, que ahora vive en la localidad de Luján, en el oeste del Gran Buenos Aires, decía: «Querido amigo, nuestro corazón y nuestra oración están con ustedes. Nosotros desde aquí nos sentimos impotentes, es por eso que lo único que queremos es ayudarte. No dudes en escribir y pedir lo que necesites, que haremos lo posible por mandártelo. ¡No te rindas! ¡Adelante y a vencer! Suerte».
Tras el encuentro, Sergio, que como muchos veteranos brinda charlas sobre la Guerra de Malvinas en distintos colegios y entidades, manifestó: «Para mí era muy importante lograrlo y cerrar esta historia. Haber encontrado a Alicia y ahora a Graciela después de 40 años, es una caricia que reconforta».
