Tres de Febrero: bomberos asistieron a una mujer que dio a luz en su casa de Loma Hermosa
Ocurrió en la mañana del miércoles 12 de enero. La nena se llama Antonella y tanto ella como la madre «se encuentran bien», informaron los propios bomberos. Venían de una jornada de trabajo duro en plena ola de calor.
Que una mujer dé a luz en su propio domicilio es la excepción en estos tiempos, cuando hasta a mediados del siglo pasado era parte de la habitualidad. En un contexto de emergencia, los Bomberos Voluntarios de Tres de Febrero asistieron el parto de una madre, vecina de Loma Hermosa, que alumbró a una bebé de forma exitosa y sin complicaciones.
Los bomberos acudieron ante el llamado por una emergencia que recibieron en el cuartel en las primeras horas de la mañana del miércoles 12 de enero. Les advertían que una mujer estaba a punto de parir en un domicilio de la calle Firpo, y requería de asistencia porque no podía acudir a un hospital.
Hasta el lugar acudió una dotación del Departamento 3 de Loma Hermosa. Los propios bomberos informaron la novedad en su perfil de Facebook, «Se nos anticipó Antonella, que nació en parto normal asistida por familiares y vecinos», contaron.
El personal de Bomberos de Tres de Febrero «colaboró en la limpieza de ojitos, oídos y fosas nasales de la bebé y al arribar el servicio de SAME, el doctor responsable se hizo cargo de la situación».
Finalmente, felicitaron a la familia y a todos los que colaboraron en esta «inesperada pero hermosa situación» y concluyeron: «No todo es tragedia en la vida del bombero».
Los Bomberos Voluntarios de Tres de Febrero venían de soportar una jornada de mucho trabajo. El martes, en el pico de la ola de calor y con temperaturas que superaron los 41 grados en el AMBA, informaron haber tenido «nueve servicios a lo largo de la jornada, el desplazamiento de 12 móviles y la participación de cerca de 50 integrantes». Por ello, reflexionaron: «Seguimos con este primer mes del año sin descanso».
Los bomberos que asistieron en un parto dentro de un auto de Uber
En agosto del año pasado, tres bomberos del Destacamento N°1 de Santa María, en San Miguel, ubicado en el noroeste del Conurbano, fueron protagonistas de una secuencia tan llamativa como inesperada.
Dante Pozzato, Ramiro Carballo y la suboficial ayudante Analía Aguirre se encontraban en el interior del cuartel ubicado en la avenida Intendente Remigio López cuando se presentó en el lugar un automóvil Chevrolet Classic color negro cuyo conductor lo utilizaba para transportar pasajeros por Uber.
Ese día, iba con tres mujeres a bordo, una de ellas embarazada, y trataba de abrirse paso en el tránsito a los bocinazos y agitando un pañuelo blanco por la ventanilla. Así llegó y estacionó en el cuartel, donde rápidamente se pusieron a disposición.
Dante Pozzato contó: «Sonó nuestra alarma interna y se encendió el cartel que nos dice qué tarea salimos a hacer. En este caso, fue el (color) de rescate. Preparamos uno de los móviles pero no salimos porque vimos el auto. Nos quedamos a trabajar acá».
Y agregó: «Fue una milésima de segundo. Habíamos preparado el material para personas ahogadas, pero cuando fuimos a asistir al paciente nos encontramos con un parto».
Dentro del vehículo se encontraba Eva, una vecina que estaba a punto de dar a luz y se dirigía al hospital de San Miguel. Los bomberos rápidamente la asistieron «Nació bien y rápido, con una doble circular del cordón. Se lo sacamos, lo estimulamos, empezó a respirar y salió todo bien», apunto Pozzato.
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Aaron pesó 3,740 kilos y nació en el asiento trasero del auto, donde su madre lo recibió acostada entre lágrimas. «Ella estaba muy tranquila y en calma, eso nos ayudó mucho. Sus acompañantes sí estaban más nerviosas, nerviosos. A ellas hubo que calmarlas, es algo entendible», remarcó el bombero.
La abuela del bebé, Griselda, comentó en sus redes sociales que «no logramos llegar al hospital y Aaron nació en el auto de un Uber, en los bomberos. El chofer que nos llevó fue muy amable. No sabemos su nombre, pero queremos reconocerlo. Fue un capo. Lo vimos llorando, no sabemos si de la emoción o por su auto», comentó entre risas Griselda, la abuela del bebé.
Y cerró destacando la labor de los Bomberos de San Miguel: «Son héroes».