Tomás Lecanda, del baby fútbol en Martínez a debutar en River por la Copa Libertadores
El defensor será uno de los titulares en el equipo que hoy enfrentará a Independiente Santa Fe, con un jugador de campo como arquero. A diferencia de la mayoría de los futbolistas, viene de una casa de clase media acomodada.
¿Habrá podido dormir Tomás Lecanda? El pibe, que hasta no hace mucho jugaba al baby fútbol en un club de Martínez, será uno de los titulares de River en el partido de esta noche por la Copa Libertadores. Si bien es nacido en el Conurbano bonaerense, el 29 de enero de 2002, los orígenes de este defensor no son comunes entre quienes llegan a debutar en Primera División: clase media acomodada, infancia en San Isidro y adolescencia en Nordelta.
La sucesión de contagios que afectó al plantel profesional hizo que River debiera apelar a valores juveniles para completar su equipo. Ya sucedió el domingo, en la derrota por penales ante Boca, y volverá a ocurrir hoy ante Independiente Santa Fe, de Colombia, que tampoco podrá disponer de varios futbolistas como consecuencias de esta segunda ola de Covid-19 que azota a Sudamérica.
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La ausencia de los cuatro arqueros mayores (Franco Armani, Enrique Bologna, Germán Lux y Franco Petroli) obligó a recurrir a Leonardo Alan Díaz para atajar en el superclásico. El debutante cumplió con creces y se impuso en varios mano a mano durante los 90 minutos disputados en la Bombonera. Hasta detuvo el penal que Edwin Cardona tiró de manera disciplicente. Ahora le tocará el turno de asumir la responsabilidad de jugar con los grandes a Lecanda, volante en sus inicios, retrasado a zaguero central y en esta urgencia marcador de punta para cubrir la falta de Gonzalo Montiel.
De un club de baby fútbol a River
De chico, después de sus obligaciones escolares, Lecanda pasaba una buena porción del día en el Club Social y Deportivo 25 de Mayo, reducto tradicional del partido de San Isidro con más de un siglo de existencia. En ese lugar de charlas de café, ruido permanente de pelota y zapatillas frenando en el piso duro, alguien reparó en las cualidades de Tomás y le ofreció una prueba en River.
Cómo decirle que no a esa chance. «En casa, además, somos todos hinchas», comenta este buen proyecto de las Inferiores millonarias. Empezó a destacarse en la Octava, cuando lo hicieron retroceder a la defensa, y a los 17 años recibió la primera convocatoria para un seleccionado juvenil.
Octubre de 2019 es una fecha importante para Tomás Lecanda. Pablo Aimar -su director técnico en los seleccionados menores- le avisó que debía dejar el predio de la AFA para presentarse en River. No le dijo el motivo: se trataba de la firma del primer contrato profesional. A los 17 años era dar un gran primer paso. Otro fue el título sudamericano en su categoría con la camiseta argentina. Tanta alegría le produjo ese logro que resolvió tatuarse la fecha de la conquista.
Por formación y respaldo familiar, Lecanda sabe dónde está parado: «River es un club enorme. Cuando se presenta una oportunidad, hay que aprovecharla». La puerta a la Primera se abrió de manera inesperada. Los contagios producidos en Colombia, de una manera aún no aclarada, obligaron a Marcelo Gallardo a recurrir a futbolistas habitualmente no titulares para armar el equipo. En una decisión controvertida, que ya ha generado algunos reproches internos, el DT desistió de completar la lista de 50 inscriptos que había establecido la Conmebol.
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Esta postura provocó, además, que River no cuente para el compromiso de hoy con un arquero, ya que los cuatro anotados dieron positivo de Covid-19. Un jugador de campo cubrirá el puesto y eso constituirá uno de los hechos significativos de la jornada. Para Lecanda, por supuesto, lo más importante será su debut con la casaca de la banda roja.