Un mes de la tercera estrella: el pibe que le llevó la pelota a Messi, anuló mufa y cumplió el sueño de millones de hinchas
Tiene 14 años, juega al rugby y fue ball carrier durante el debut de la Selección Argentina en el mundial de Qatar. «Pude conocer a Messi y no tengo muchas palabras para explicar lo que sentí», dijo el joven.
Desde el norte del Gran Buenos Aires hasta la costa oeste del Golfo Pérsico sin escalas, Santiago Mirás tiene 14 años y ganó un sorteo realizado por una marca de autos de Corea del Sur para ser ball carrier en el primer partido de la Selección Argentina en el Mundial de Qatar, contra Arabia Saudita.
Con nervios y esperanzas dentro de la valija, Santiago viajó a Qatar con su padre para vivir una experiencia que no olvidará jamás: presentar, en el partido debut, la pelota con la cual jugó la Scaloneta contra los saudíes en el estadio Lusail.
«Pude conocer a Leo y no tengo muchas palabras para explicar lo que sentí, es algo inexplicable. Cuando me estaba por saludar me puse muy nervioso y casi me pongo a llorar de la felicidad, pero aguanté la emoción por lo menos hasta salir de la cancha», dijo emocionado.
Saludar al ídolo, sentarse en el banco de la Selección Argentina y participar en la Copa del Mundo fue, según sus palabras, «una experiencia única» y afirma que le gustaría repetirla para el próximo mundial, que se disputará en el año 2026 en los Estados Unidos, Canadá y México.
«El viaje duró cuatro días y ser ball carrier fue una experiencia única. Fui varias horas antes al estadio para ensayar para el partido y luego entrar a la cancha; después comí dentro del predio en un cuarto grande preparado para todos los chicos que entraban allí. Media hora antes del encuentro fui al túnel en el que estaban los jugadores y los referís, y 15 minutos antes del partido entré al estadio», cuenta Santiago en diálogo con Clarín.
El sabor amargo con final dulce
Pero el debut fallido de la Selección Argentina tras la derrota de la por 2-1 le dejó al adolescente de Beccar un sabor amargo. «Después del partido me fui re caliente y cuando me volví mis amigos me dijeron que era un mufa, que al partido que yo fui lo perdimos, que menos mal me volví de Qatar porque si no perdíamos el Mundial», recuerda.
Lo que Santiago no sabía era que, semanas después, el sabor amargo que presenció en un comienzo se transformaría en la gloria absoluta: iba a ver con sus propios ojos a Lionel Messi levantando la copa del mundo tras ganarle a la selección francesa por penales en un enfrentamiento no apto para cardíacos.
«Sentí el alivio de por fin ver a Messi y a la Selección campeona del mundo. Y el alivio de dejar de sufrir todo lo que sufrimos desde 2014 cuando perdimos la final ante Alemania en tiempo extra», cuenta.
Fanático de Los Pumas y actualmente jugador de rugby en el San Isidro Club, Santiago recuerda las peripecias vividas en el país árabe, como los amigos que hizo durante su estadía. «Una anécdota antes del partido fue que conocí a un chino que venía de Dubai. El pibe era muy copado, siempre que terminaba de ensayar me preguntaba como estuvo y cuando me preguntó de dónde era se sorprendió cuando le dije Argentina. Después, terminamos jugando un partido de FIFA en la Play», detalla.
O aquel otro momento con su padre, cuando que sacó a relucir su chapa de ball carrier. «Mi papá quiso ir a ver el partido en la primera fila, al lado de la cancha, pero en ese lugar había un musulmán y no lo dejaba sentarse, pero cuando mi papá le dijo que era el padre del ball carrier, esta persona lo dejó sentarse y vio el partido en la primera fila», agrega entre risas.
Para concluir, el ball carrier argentino asegura que vivió una experiencia increíble y que no podrá olvidarla. «Después de esta experiencia única me encantaría estar en el Mundial 2026 y es un objetivo muy lindo que tengo para cumplir», cerró.