Temperley: el ejemplo de lucha de una joven barista que tiene cáncer y ganó un concurso en plena quimioterapia
A pesar de luchar contra una grave enfermedad, Nadina no dejó de hacer lo que le gusta: en medio del tratamiento para ganarle al cáncer, la joven barista ganó una competencia. Una conmovedora historia de autosuperación.
Oriunda de Temperley, al sur del Conurbano, Nadina Sorrento, es una joven barista de 24 años que fue diagnosticada con cáncer y continuó, a pesar de la difícil circunstancia en medio del tratamiento de quimioterapia, con su deseo: hacer lo que le gusta y ser campeona en eso.
Desde pequeña, Nadina tuvo un marcado interés por la gastronomía. Cuando fue más grande comenzó a conocer ese universo. Con un especial interés por el café, estudió para convertirse en barista y llegó a tener hoy su propio emprendimiento llamado “Bloom Catas”, el cual maneja junto a una socia. “Ofrecemos cata de café, hacemos eventos de catas presenciales y vendemos box que ofrecen una experiencia sensorial muy interesante”, contó.
Sin embargo, su vida y su trabajo se vieron sacudidos cuando fue diagnosticada con linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer que se desarrolla en el sistema linfático. Para peor, el diagnóstico llegó al poco tiempo de haber tenido a su primera hija. “Fue en plena pandemia que comencé con algunos problemas en la piel, en un principio me diagnosticaron mal, pero tras muchos estudios me dijeron que tenía linfoma de Hodking que es un tipo de cáncer que ataca el sistema linfático”, recuerda Nadina.
Así, la vecina de Temperley tuvo que relegar sus pasiones para dar un lugar primordial a su salud. Debido a su delicado estado, Nadina debió ser internada y hoy recuerda que la parte más difícil fue tener que dejar a su bebé, sin poder verla ni amamantarla. Según sus palabras, esto le trajo el recuerdo de su propia madre, quien falleció tras haber sufrido leucemia. “Yo no quería que eso pasara con mi hija que hoy tiene a su mamá todos los días para ella”, sostuvo.
La lucha de una chica de Temperley: un duro golpe que no torció su camino
Su pasión por el mundo gastronómico -y particularmente por el café- no se vio empañada por la difícil enfermedad. Nadina participó de un concurso mientras estaba realizando su tratamiento de quimioterapia y obtuvo el segundo puesto. Según sus palabras, lo vivió como “un desafío personal”.
“Fue una competencia de café muy fuerte en la que me había anotado antes de ser diagnosticada de la enfermedad. Tuve que preparar varias bebidas, expresos, dos capuchinos y una bebida de autor creada por mí misma que la llamé ‘como en los 70’”, expresó en diálogo con La Unión.
En aquel momento el golpe fue duro. Había terminado con las sesiones de quimioterapia y, justo cuando estaba comenzando a entrenar para la gran final del concurso «Exigí Buen Café, el 8vo Concurso Nacional de Baristas», los médicos le informaron que los estudios habían salido mal y que debería continuar con el tratamiento oncológico.
“Dos semanas antes de estar en este escenario, desbordando de felicidad haciendo lo que tanto disfruto y valoro, estaba transitando cinco días seguidos de internación recibiendo tremenda dosis de quimioterapia, pensando en ideas para la competencia y extrañando a mi hija. Mi perspectiva del aquí y ahora cambió mucho, mi objetivo es disfrutar, pasar los mejores momentos que se me presenten y compartir”, confesó en su perfil de Instagram.
A pesar de haber transitado ese difícil momento pudo recomponerse y salir adelante. Hoy, recuperada tras someterse a un trasplante de médula ósea en noviembre pasado, Nadina celebra cada día, valora su posibilidad de trabajar de aquello que tanto le apasiona y se transforma en la viva imagen de la autosuperación.