“El rugby naturalizó la violencia”: el pedido de disculpas que Agustín Pichot les hizo a los padres de Fernando Báez Sosa
El ex capitán de Los Pumas, quien además es dirigente del rugby nacional e internacional, reflexionó sobre el caso del chico de 18 años asesinado a golpes por un grupo de rugbiers en 2020 en Villa Gesell.
El caso del crimen de Fernando Báez Sosa es uno de los que más estremeció y conmovió a todo el país en los últimos años. Se trata de ese chico de 18 años que salía del boliche Le Brique en Villa Gesell en el verano de 2020 y fue asesinado a golpes por un grupo de ocho rugbiers veinteañeros que lo atacaron sin piedad.
Por estos días se está llevando adelante el juicio en el Tribunal en lo Criminal Nº1 de Dolores, con las distintas audiencias donde testigos han aportado sus relatos respecto del crimen, que tuvo lugar en plena calle de la localidad costera bonaerense y que ha registrado momentos emotivos protagonizados por los padres del joven fallecido, Silvino Báez y Graciela Sosa.
Desde aquel verano de hace tres años hasta el día de hoy, el trágico episodio puso en agenda el debate sobre la violencia en el rugby y se han encontrado múltiples posturas: desde aquellos que la reconocen, aquellos que la niegan y otros que han pedido no estigmatizar al deporte por las conductas individuales.
La reflexión de Agustín Pichot sobre la violencia en el rugby
Alguien que no le escapó a esta discusión fue Agustín Pichot, un símbolo del rugby argentino. En una entrevista donde repasaba su vida y carrera se tomó unos minutos para reflexionar sobre el deporte que ama y los comportamientos que pusieron en la mira de toda la sociedad.
Pichot relativizó el concepto de los «valores del rugby» de los que se suele hablar alrededor de este deporte. Y dio sus argumentos: «Los valores son de una sociedad, no son ni del rugby, ni del fútbol, ni del tenis, son de una sociedad. Después, a veces algo es interpretado como amistad, y en ocasiones interpretado como manada, porque vamos todos en grupo. Eso está buenísimo para una cosa, a mí por lo menos me hizo muy bien en muchas cosas, pero también es pésimo para otras», apuntó quien creció en la localidad de Martínez y jugó en el Club Atlético San Isidro (CASI)
Y agregó: «Yo nunca dejé que me bajen la línea de los valores, para eso está mi mamá y mi papá, antes de los valores. Ya de chico cuando me hacía el canchero me decían ‘no esto, no esto, no esto, no esto, no esto’. ¿Por qué tratás mal a tu hermana? ¿Por qué le gritás? ¿Por qué le pegás a tu hermana? Viste cuando sos chiquito que te ponen los límites… Tocar a mi hermana, se acababa el tema, no había vida para mí», sostuvo quien fue capitán de Los Pumas, equipo nacional en el que jugó 73 partidos y cuatro mundiales entre 1995 y 2008.
En esa línea, continuó: «El gran problema que tenemos como deportes es no haber diferenciado lo bueno y lo malo. Haber naturalizado la violencia. Naturalizamos que en un bautismo te caguen a trompadas, que te muerdan hasta que no te puedas sentar. A mí me pasó, les hablo de la experiencia mía. ¿Sabés cómo estaba? Me mordieron la cola, un cachete, una persona de 130 kilos que tiene una mandíbula diferente y te agarra y parece un dogo, no me pude sentar por cuatro días. Todo el bondi riéndose. Cero gracioso. Me cortaron todo el pelo, que yo amaba mi pelo, no tiene nada de gracioso, naturalizás».
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Y reveló que cuando le tocó ser capitán no permitió ninguna de esas «tradiciones». «Tuve muchas discusiones. Por eso, empieza con autocrítica y con no naturalizar. Son años de una forma de ver las cosas, como es el machismo en la sociedad. Hay muchas cosas. Hay un revisionismo importante y al rugby durante los últimos años le tocaron todas juntas. Bien, hay que discutirlas. No está bien esto, mataron un chico, no está bien», señaló.
El pedido de disculpas a los padres de Fernando Báez Sosa
Agustín Pichot puntualizó en qué se dedicó a marcar su repudio sin importar lo que le respondieran: «Díganme lo que quieran, no está bien. Me putean, pero no está bien. Pero no está bien no para hacerme el progresista y decir no… Es para que no pase. A mi hija, que no es del ambiente del rugby porque crecimos afuera y vinimos a vivir acá porque yo amo mi país; lo primero que le pregunté después de lo de Fernando Báez Sosa fue ‘¿Qué pensás de los jugadores de rugby?’ Y ella me dijo ‘Son unos patoteros, quilomberos, agresivos'».
Finalmente, reconoció: «No me iba a sorprender, pero una chica de 18 años, que el papá había sido un símbolo, llamalo como ustedes quieran, alguien conocido en el ambiente del rugby, está diciendo eso… Por eso le mandé un mensaje al papá de Fernando pidiéndole disculpas en lo que me competía a mí, porque en definitiva yo había sido uno de los que había transmitido esa naturalización, desde mi lugar, de alguna forma”.
En otra entrevista con el programa Pasaron Cosas de Radio Con Vos, se encargó entonces de validar la concepción social que asocia al rugby con la violencia y refutar a quienes la niegan. «Dicen ‘hechos aislados’, pero cuando son un montón de ‘hechos aislados’, ya no son hechos aislados. Es un tema de cultura y ahí es donde hay que trabajar muchísimo», cerró el ex jugador de Los Pumas que supo ser vicepresidente de World Rugby (el organismo mundial que rige el deporte) y hasta perdió por cinco votos las elecciones para conducirlo.