El día que Racing estrenó la bandera más grande del mundo: la historia del emblema que necesita permiso para ir a la cancha
Fue el 23 de abril de 1997, en un partido de la Libertadores contra River. Aquel equipo, dirigido por Alfio Basile, llegó a semifinales. Cómo se organiza la hinchada para desplegar un trapo que cubre casi todo el Cilindro de Avellaneda.
La bandera es un emblema para el hincha y los fanáticos de cada club se identifican a partir de esos trapos coloridos, a veces deshilachados, que cuelgan en las tribunas. Racing es poseedor de la divisa que en su momento fue la más grande de todos los tiempos exhibida en una cancha. Y, a pesar de las complicaciones para desplegarla durante los partidos, su gente aún recuerda ese récord con un legítimo orgullo.
La bandera gigante de Racing
La década del 90 fue muy dura para Racing y su multitudinaria afición. El equipo de Avellaneda, uno de los cinco grandes de Argentina, arrastraba una enorme racha sin salir campeón, de más de tres décadas desde aquel brillante Equipo de José en los años 60. A falta de títulos para celebrar, la Academia hizo del aguante de su hinchada una virtud.
A pesar de los malos tiempos, que incluyeron un traumático descenso en 1983 y terminaron con el gerenciamiento del fútbol de la institución a fines del siglo XX, Racing encontró en su parcialidad un rasgo distintivo. Y ese sentimiento de amor genuino, incondicional, se transformó en bandera, literalmente.
El 23 de abril de 1997, Racing se enfrentaba a River por la Copa Libertadores. El cruce concluyó con un vibrante 3-3 (dos goles de Claudio Úbeda y uno de Gastón Córdoba) en la ida por los octavos de ese torneo continental.
En la vuelta habría otro empate, esta vez 1-1 (Bichi Fuertes, el tanto visitante) en el Monumental, y la Academia, con Alfio Basile como director técnico, acabaría pasando por penales. Sin embargo, lo más importante de aquella serie estuvo fuera de la cancha…
En la previa a aquel empate en Avellaneda, la hinchada de Racing bajó por primera vez su histórico trapo: 197 metros de largo por 40 de ancho para cubrir casi la totalidad del Cilindro. “Más allá de la lógica, más allá de la razón, te entrego mi vida y mi corazón”, reza el emblema. Todo un símbolo para aquellos tiempos de la Academia.
Cómo se despliega la bandera de la Guardia Imperial
Al margen de las medidas impactantes que tuvo la bandera de Racing, el trapo no sólo sorprendió por sus dimensiones sino también por la logística para desplegarlo. Por ejemplo, uno de los puntos cruciales fue cubrir cada una de las rejas del Cilindro: en cada división hubo que poner una protección especial para que no rajara la tela.
Los problemas de logística para movilizarla y, también, las disposiciones de los distintos organismos de Seguridad hicieron que cada vez se viera menos esta enorme bandera en el Cilindro de Avellaneda. De hecho, tuvieron que pasar 18 años para que el hincha de Racing pudiera desenrollarla nuevamente…
Tras usarla en 2003, recién en 2021, en un partido ante Colón por la Liga Profesional, la bandera de Racing volvió a exponerse. Luego de las restricciones por el Covid-19 y con la vuelta del aforo al 100% en los estadios de nuestro país, la dirigencia académica logró un permiso especial de las autoridades para que ese incomparable telón pudiera ser desplegado.
La fiesta no fue completa, ya que Colón derrotó a Racing ese 21 de noviembre de 2021, por 2-1, con goles de Cristian Ferreira y Lucas Beltrán. Pero el hincha de la Academia logró rememorar aquella gesta de una bandera récord después de muchos años.
La logística para mostrarla fue impresionante: la bandera celeste y blanca estuvo ubicada desde temprano, enrollada desde la popular local y también conectada con las plateas altas. Se pidió que cada hincha la bajara con suma prudencia y se la subió nuevamente con suavidad para no dañarla.
El telón cubrió gran parte del estadio Presidente Perón: fueron pocos los hinchas que tuvieron el privilegio de verla desplegada y sacarle fotos. Sin lugar a dudas, y a pesar de la derrota, la bandera volvió a robarse todas las miradas y todos los suspiros del hincha de Racing.