González Catán: el tremendo prontuario del adolescente acusado de matar a un bombero
Con tan solo 17 años, acumula tres hechos delictivos en un año: en el último de ellos, le disparó en el tórax a un efectivo. Tras recibir el beneficio de la prisión domiciliaria, asesinó a Félix Costa (64) para robarle la camioneta.
Intento de asesinato a un policía, al que le disparó en el tórax, y otros dos antecedentes delictivos en el último año. Ese es el frondoso prontuario del adolescente de 17 años que, tras recibir el beneficio de la prisión domiciliaria, mató el último jueves en González Catán a un bombero retirado de la Policía Federal Argentina (PFA), hecho por el que fue detenido este miércoles.
Tras siete allanamientos simultáneos, que fueron ordenados por el fiscal Federico Medone, lograron arrestar al menor de edad, que está acusado de integrar la banda que asesinó a Félix Emanuel Costa, de 64 años, para robarle la camioneta en dicha localidad del partido de La Matanza.
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El sospechoso fue puesto a disposición del fiscal Pablo Insúa, del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, y enfrenta cargos por homicidio agravado por ser cometido criminis causa (homicidio que se comete para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito, es decir el robo del vehículo de la víctima).
Por su parte, los agentes aún continúan con la búsqueda de los cómplices del crimen, que fue cometido por tres delincuentes, tal como quedó evidenciado tras analizar las cámaras de seguridad de la zona.
Debido a que no es mayor de 18 años, la ley no permite que reciba cadena perpetua (30 años), por lo que apenas podría estar tras las rejas la mitad de ese tiempo.
Los procedimientos que terminaron con su detención fueron realizados por personal de la Subestación 2 de González Catán, del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) de La Matanza, de Ezeiza, de Morón, de San Vicente, del Grupo Halcón Norte y Sur de la Policía bonaerense, así como también colaboraron agentes de la Policía Federal.
Tenía un largo prontuario y ya había intentado matar a un policía
«Era una muerte completamente evitable», se lamentan desde la PFA. Es que, a pesar de tener solo 17 años, carga con un frondoso prontuario. En el último año, estuvo involucrado en tres hechos delictivos.
Como si fuera poco, en el último de ellos, intentó asesinar a un policía mediante un disparo en el tórax. No obstante, recibió el beneficio de la prisión domiciliaria.
Quién era el bombero que mataron en un asalto en González Catán
Félix Costa tenía 64 años y era agente retirado de la División Bomberos de la Policía Federal Argentina (PFA). El último jueves por la noche fue asaltado y asesinado de un disparo por tres delincuentes cuando se disponía a ingresar su camioneta Ford Ranger junto a su mujer, Antonina, también policía de la PFA, en la casa donde vivía la víctima, en la calle Del Tejar al 3500. El hecho quedó grabado por la cámara de seguridad de la vivienda.
Como ya tenían establecido, el policía jubilado se bajó del vehículo para abrir el portón y fue en ese momento cuando lo sorprendieron los asaltantes. «Él siempre me decía que no me bajara de la camioneta. Siempre me cuidaba para que esté bien», dijo su esposa.
Félix se resistió y forcejeó con los hombres, pero no pudo evitar el robo de la camioneta, luego de que hicieran bajar a su mujer. Ya estaba en poder de ellos cuando uno le efectuó un disparo con un revólver calibre 380. Luego de eso, huyeron y dejaron al bombero agonizando en la vereda.
En pleno momento de desesperación, vecinos lo cargaron a un auto para llevarlo al Hospital Simplemente Evita, donde no logró sobrevivir a la letal herida de bala. «Estaba en el hospital y yo le pedí al médico que no me mintiera, sabía que lo habían matado, sabía. Él me decía que no, pero yo sabía…», recordó conmocionada Antonina, abrazada a sus dos hijos. Una familia marcada para siempre por la tragedia y el dolor.
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Y reveló que su esposo se había jubilado en mayo del año pasado. «Él siempre me decía que me jubilara, que dejara de trabajar y que disfrutara. Félix se había jubilado el año pasado, los dos trabajamos muchos años en la Policía Federal. Ahora queríamos disfrutar, pero acá te matan todos los días», contó.
Por último, recordó: «Él era de resistirse. Siempre confesaba que si venían a robarle la camioneta no se la iban a llevar y yo le preguntaba que si estaban armados, no había nada que hacer. Todavía no puedo creer cómo no le dio la camioneta. No valía la pena la vida de él por una camioneta».