Florencio Varela: presos hicieron muebles para una familia que perdió todo en un incendio
La iniciativa solidaria fue llevada adelante por internos que cumplen condena en un régimen abierto de la Unidad Penitenciaria N°24. Lo que construyeron será utilizado por una vecina platense y por sus hijas de 3 y 6 años.
En la Unidad N°24 del Servicio Penitenciario Bonaerense de Florencio Varela, un grupo de presos llevó a cabo una iniciativa solidaria para ayudar a una familia de La Plata que sufrió el incendio de su vivienda y perdió todas sus pertenencias.
Son internos que cumplen condena en régimen abierto, un sistema que constituye el último paso para la reinserción social y en el que el recluso puede estar en prisión discontinua y pasar en el establecimiento penitenciario períodos de no más de 36 horas, de acuerdo a lo que establece la ley, procurando que estas fracciones de tiempo no coincidan con actividades laborales del interno.
Estos presos participan del Grupo Reinicio y trabajan en una unidad productiva en la que buscan realizar actividades solidarias aplicando conocimientos adquiridos. Luego de tomar conocimiento de la situación de vulnerabilidad en la que había quedado una mujer y sus hijas de 3 y 6 años tras el incendio de su casa, construyeron un sillón plegable, un placard, una mesa ratona, un sillón de dos cuerpos y una cama cucheta que fueron donados a la familia platense.
La iniciativa se desarrolló en el marco del programa «Más trabajo, menos reincidencia» del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos bonaerense que pretende que las personas privadas de su libertad se capaciten en oficios y que, con su fuerza de trabajo, puedan beneficiar a la comunidad.
La entrega de los muebles donados fue coordinada por las autoridades de la Mutual de Liberados, Liberadas y Familiares «Mario Cafiero», Matías Dimicrof y Marcela Altamirano. Esta última remarcó que la iniciativa fue realizada por los presos «por su propia voluntad» y agregó que «desde la solidaridad y promoviendo la igualdad, todo cambio es posible si se brindan oportunidades. Todo fue producido en el taller y construido a base de mucho esfuerzo por los compañeros, que se capacitan diariamente en carpintería y herrería, entre otros oficios».
En tanto, autoridades de la Unidad Penitenciaria N°24 puntualizaron en la función del trabajo «como formador del sujeto social y como herramienta válida de inclusión, realizando experiencias de formación técnico-prácticas, bajo los valores de cooperación, reciprocidad, beneficio mutuo y solidaridad».
Acciones solidarias en otras cárceles de Florencio Varela
En los útimos meses, los reclusos de la Unidad Penitenciaria N°42 hicieron donaciones de mesas, sillas y blancos para comedores de Lomas de Zamora. En agosto pasado, el comedor «Narices Frías» recibió cuatro mesas, ocho bancos y dos escritorios confeccionados por los internos.
Mercedes Miculán, encargada del comedor, agradeció y dijo que «Van a servir para que los niños y los mayores que vengan a comer estén más cómodos». El contacto entre el espacio comunitario y la cárcel la hizo Ignacio Martínez, coordinador del Centro Cultural y Popular Villa Amelia, de Ingeniero Budge, que se ocupa de conectar las entidades de bien público con carencias y necesidades con el trabajo de las personas privadas de su libertad.
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Fue Martínez también quien, un mes antes, gestó otra donación de 4 mesas, 8 bancos, 50 macetas y 30 cartucheras de los presos del establecimiento penitenciario al comedor «Los chicos de la vía», también en Lomas de Zamora.
Finalmente, en mayo pasado, los internos del Centro de Estudiantes de la Unidad Penintenciaria N°31 de Florencio Varela construyeron dos mesas, ocho sillas, dos alacenas y una mesa grande con dos bancos con pallets de madera para un merendero del distrito llamado «La Esperanza».
«Estamos muy agradecidos con las autoridades del penal y los internos que trabajan en los talleres», dijo Romina, la responsable de la entidad comunitaria.