Pilar: el emotivo reencuentro de un veterano de Malvinas con una foto de cuando fue prisionero
Gonzalo Walter se reconoció en una fotografía que le llegó de manera casual y que fue tomada por un veterano inglés el 15 de junio de 1982, el día después de la rendición de los militares argentinos en el conflicto bélico del Atlántico Sur.
Entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, en plena dictadura cívico-militar, la Argentina vivió uno de los episodios más trágicos y lamentables de su historia: la Guerra de Malvinas. Casi cuatro décadas más tarde, aún siguen apareciendo materiales inéditos que reavivan los sentimientos: fotos, grabaciones, cartas y objetos que permanecieron ocultos durante años.
En ese sentido, al veterano Gustavo Walter, de Pilar, le llegó a sus manos una fotografía que nunca había buscado y que siquiera sabía de su existencia. Se trata del momento en que, con 19 años, fue prisionero de las fuerzas inglesas durante seis días, en Puerto Argentino.
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No son pocos los casos de veteranos ingleses y argentinos que, años después de enfrentarse en el campo de batalla, se pusieron en contacto para sanar heridas. Justamente así fue como salió a la luz esta imagen inédita que data del 15 de junio de 1982, día después de que de que las fuerzas inglesas ocuparan las islas y los militares argentinos se rindieran, y que emocionó a Walter.
Es que un soldado de Rufino compartió en sus redes sociales una serie de fotos que habían sido tomadas por un veterano inglés, con quien mantiene correspondencia desde hace años. De inmediato, las imágenes comenzaron a viralizarse entre los distintos grupos de excombatientes y hasta llegar a Walter, que pudo verse a sí mismo con 19 años, de perfil y en blanco y negro, junto a otros prisioneros de guerra.
“En una de esas fotos, aparece en primer plano la inconfundible imagen de nuestro jefe, el Teniente de Navío Mario Rubén Abadal, que hoy vive en Bahía Blanca y a partir de esa foto se empezaron a reconocer a otros compañeros del batallón de la Compañía BIAC número 1 de la que formábamos parte”, contó.
Y continuó: «Uno de mis ex compañeros, Jorge Palacios, de General Deheza, me reconoció en una de las fotos y se comenzó a correr la voz. Este cordobés nunca pudo escribir mi apellido correctamente, siempre escribe mi apellido ‘Wualter'».
Los recuerdos de Walter que reavivó la inédita fotografía
Respecto del día en que fue tomada la fotografía, Walter recordó: «Nos sentíamos como pollitos mojados, aunque dentro de todo, los militares ingleses nos trataron muy bien. Ese 15 de junio nos hicieron marchar a pie en fila india hasta un descampado cerca del aeropuerto donde llevaron a todos los prisioneros. Nos hicieron caminar como 10 kilómetros y allí nos instalamos por unos seis días más».
«Recuerdo que pasamos mucho frío ya que los días comenzaban a ser más cortos ya en cercanía del inminente invierno. Dormíamos a la intemperie en bolsas de lona y pasaba un camión con comida caliente para darnos las raciones diarias. Mitigábamos el frío, prendiendo fuego trozos de turba que encendíamos en tambores de 20 litros. El hollín de la turba en combustión se impregnaba en la ropa húmeda y en todo el cuerpo, no había otra manera de combatir el frío y era imposible no aspirar ese negro aire caliente al estar tan cerca de los tambores”, agregó.
Asimismo, recordó las inhumanas condiciones de vida que atravesó durante el enfrentamiento bélico: «En dos meses, creo que solo me bañé dos veces y me pude asear otras tantas, así que te podrás imaginar como estábamos».
Su paso por el servicio militar y su rol en Malvinas
Walter había comenzado el servicio militar en la infantería de Marina de Puerto Belgrano el 1° de abril de 1981 y restaban pocos días para que terminara su estadía. Sin embargo, el 20 de abril de 1982 fue enviado al Teatro de Operaciones como chofer electricista de la unidad número 2 «Bravo» de Artilleros de obuses 105 Otomarola.
En ese sentido, rememoró: “Yo estaba a cargo del transporte del obús en una camioneta Dodge 200. En el avión Hércules C-130 que nos llevó iba también la unidad 1″.
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«En total fueron seis los obuses que se instalaron en cercanías de Puerto Argentino a una distancia de 10 a 12 kilómetros uno de otro. Éramos siete hombres a cargo por cada pieza de artillería”, cerró.