El paso en falso de Ruben Insua en Quilmes: los siete partidos que marcaron el retiro como jugador del DT del momento
Fueron en la temporada 95/96, cuando el Gallego ya tenía 34 años. Por qué jugó poco en un equipo que tenía otros veteranos y era dirigido por Julio Villa. Ahora, el técnico disfruta de un presente exitoso en San Lorenzo.
Aunque a Ruben Insua le dicen Gallego, por los orígenes de su familia, él nació en la Capital Federal, el 17 de abril de 1961. Su presente está ligado a su pasado: criado en una familia de simpatizantes de San Lorenzo, como muchos inmigrantes españoles, Insua se hizo hincha desde chico; recorrió el camino de las divisiones inferiores; debutó en 1978 y jugó con la camiseta azulgrana hasta los 24 años. Pero su retiro se dio en el sur del Conurbano, con la camiseta de Quilmes.
En su etapa de futbolista profesional, Insua (sin tilde, como se ha ocupado de aclarar) vivió la caída del equipo de sus amores tanto institucional como deportivamente. Pudo jugar apenas un puñado de partidos en el viejo estadio de tablones de Avenida La Plata, ya que San Lorenzo sufrió la pérdida del Gasómetro en 1979.
Y dos años más tarde, el Gallego padeció el descenso, más en la tribuna que en la cancha: se encontraba realizando el Servicio Militar. Junto a otros jugadores jóvenes del club fue clave en la histórica campaña de la B para volver a Primera en 1982.
El camino diferente de Ruben Insua
A diferencia de algunos volantes ofensivos, que a medida que van creciendo retrasan su posición en el campo, Insua arrancó en Primera como volante central y terminó como creativo. A veces hasta lo hizo de delantero, como en su fase de formativas.
Después de su etapa en el Ciclón se fue a jugar un año a la tierra de sus padres, al Unión Deportiva Las Palmas. Regresó al país para vestir primero la camiseta de Estudiantes y luego la de Independiente, donde fue campeón de la temporada 1988/89 junto a Ricardo Bochini y Alejandro Alfaro Moreno en un plantel dirigido por Jorge Solari.
Viajó a Ecuador para jugar en el Barcelona y allí conquistó otro título. En los tres años que estuvo, Insua cosechó un gran cariño por parte de sus seguidores que le permitió volver en diversas ocasiones como DT. Antes de enfilar de vuelta a la Argentina, para terminar su carrera de futbolista, tuvo un paso por el Deportivo Cali.
El retiro inesperado de Insua en Quilmes
Dado su estrecho vínculo con San Lorenzo, sorprendió no verlo despedirse con esa casaca. El Ciclón, dirigido por Héctor Rodolfo Veira, acababa de salir campeón del Clausura 1995, tras 21 años sin éxitos en la máxima categoría. Sin embargo, el Gallego eligió Quilmes para disputar sus últimos partidos.
El Cervecero, que unos meses antes había inaugurado el Estadio Centenario, armó un mix de veteranos (Juan Manuel Llop, Marcelo Omar Caviglia) y promesas (Eduardo Tuzzio, Pablo Quatrocchi) para ascender a Primera. El campeón mundial Ricardo Julio Villa, ex jugador del club, fue su DT.
Con 34 años, Insua jugó apenas siete partidos en el equipo del sur del Conurbano Bonaerense. Su mejor jornada fue la del 26 de agosto: en una goleada 6-1 a Almirante Brown, Ruben se despachó con dos tantos, que serían los últimos suyos en el fútbol profesional. Unas semanas más tarde, en medio de una campaña inferior a las expectativas, decidió ponerle fin a sus 18 años de carrera.
El DT de melena larga
A Ruben Darío Insua los años parecen no afectarlo. Su look capilar, al margen de algún cambio de tonalidad, se mantiene desde su etapa de jugador y lo acompaña hasta estos días. A dos años de su retiro empezó como DT en Barcelona de Ecuador y lo hizo a lo grande: en su primera temporada llevó al equipo a ganar la Serie A y en 1998 llegó a la final de la Copa Libertadores, que perdió contra Vasco da Gama. Tuvo tres etapas más en Barcelona, aunque sin festejos (fue segundo en una ocasión y tercero en otra)
Su peor campaña se produjo en Ferro Carril Oeste: dirigió apenas cinco partidos (un empate y cuatro derrotas) en el 2000 y fue parte del tobogán que terminó con el descenso del Verdolaga. Dos años después de esa experiencia volvió al Ciclón para ganar la primera edición de la Copa Sudamericana, primer logro de la entidad en el ámbito de Conmebol.
En sus 26 años de técnico pasó por 12 equipos (en tres tuvo más de una etapa) de cinco países diferentes de América latina: su último título fue en 2009, con Deportivo Quito. Un presente complicado llevó a San Lorenzo a buscar un escudo ante la gente y ese fue Ruben Darío Insua.
Enfrentado en público con el anterior presidente, Marcelo Tinelli, pero muy querido por la legión cuerva, su seriedad y su simpleza lo ayudaron a ordenar desde la cancha hacia afuera al Ciclón. Si hoy el club goza de buena salud en el aspecto deportivo, en buena medida es gracias al director técnico del momento.