El pasado en Boca de Diego Martínez, el técnico que devolvió a Tigre a Primera División
«El Gigoló» fue parte del grupo de Infantiles del Xeneize comando por «Coqui» Raffo. También tuvo un paso por el proyecto del Barcelona en Argentina y dirigió en todas las categorías del fútbol argentino. Conocé su historia.
Diego Martínez está exultante y no es para menos. El sufrimiento quedó atrás y Tigre es otra vez de Primera después de vencer 1 a 0 a Barracas Central en la final por el ascenso directo. El técnico campeón volverá a codearse con el fútbol de la máxima categoría después de un efímero paso al frente de Godoy Cruz y de un poco conocido debut en las Infantiles de Boca.
Sí, quien fuera un habilidoso mediocampista por la izquierda que jugó en distintos clubes del Argentina, Colombia, Guatemala y Grecia colgó los botines en 2011 en Estudiantes de Buenos Aires, llegó al Xeneize luego de un paso formativo por el proyecto que el Barcelona de España armó en el Club Atlético Luján para reclutar jugadores.
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Esa iniciativa estaba comandado por Jorque «Coqui» Raffo, quien terminó siendo manager de las inferiores de Boca y llevó consigo a Diego Martínez. De su estadía en la iniciativa del club catalán, Diego todavía atesora una foto con Lionel Messi que se sacó durante su visita al predio de La Masia.
Durante su paso por las juveniles de Boca le tocó dirigir a chicos que hoy están disputando sus primeros partidos con el equipo de Primera y tienen futuro de crack como Valentín Barco, por ejemplo, el lateral que es la gran promesa del club comandado futbolísticamente por Juan Román Riquelme.
En 2015, el entrenador que en su paso por Estudiantes de Buenos Aires se ganó el apodo de «El Gigolo» por usar el pelo largo y dejarse la barba como el mediático que tuvo su momento de fama por una serie de estafas relacionadas con mujeres, decidió comenzar a recorrer ese camino que se inició en la categoría más baja del fútbol argentino.
“Estás en un club como Boca y si te va mal en Primera D y te quedás sin trabajo… Se me pasó por la cabeza, pero siempre analizando las situaciones, tratando de ver cada oportunidad que se presenta en la vida. Voy atrás de mi sueño, de lo que me apasiona y me hace feliz», contó a Infobae sobre su llegada a Ituzaingó.
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Luego, completó: «Estaba en una institución que te da todo, y sentía que para salir de la zona de confort, el paso de dirigir una primera división lo quería tener. La oportunidad me pareció seria, era buena chance de demostrar una idea, una forma de trabajar. Y que a partir de esa forma podía desarrollarse un modelo de juego como el que teníamos en la cabeza”.
Diego Martínez y un camino que fue de la D a la A
De Ituzaingó se fue un año después a Cañuelas, club de Primera C, donde dirigió hasta 2017, cuando llegó a Comunicaciones, de la Primera B. De ahí vuelta a la D con Midland y de nuevo en la tercera categoría con Estudiantes de Buenos Aires, el club donde había dejado de jugar.
Al club de Caseros lo llevó hasta la actual Primera Nacional y lo hizo jugar una semifinal de Copa Argentina, venciendo en el camino a varios equipos de la máxima categoria. Por el buen fútbol que jugaba su equipo, el nombre de Diego Martínez empezó a sonar fuerte en distintos equipos de la A y fue Godoy Cruz quien terminó contratándolo en 2020.
El paso por Mendoza fue efímero, apenas nueve partidos con sabor amargo. Luego fue el turno de Tigre, que lo contrató con un único objetivo: llevar de nuevo al equipo a Primera. El camino para lograrlo no fue fácil. El Matador formó parte de la Zona A y estuvo cerca de quedarse afuera de la final contra el ganador de la Zona B.
«Fue justo para este grupo de futbolistas. Es un torneo durísimo, el fútbol argentino debe estar entre los más competitivos del mundo. Éste es un equipo de hombres que, más allá de no obtener resultados, el compromiso con nosotros era muy fuerte», contó ni bien terminó el partido jugado el lunes por la noche en Banfield ante las cámaras que transmitieron el encuentro.
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Luego, fue el turno de acordarse de sus seres queridos «Se lo dedico a mi familia. A mi vieja, mi angelito que tengo en el cielo y hoy cumple 75 años. Hace tres años que no la tengo, pero es como si la tuviese todos los días. A mi esposa, que me banca, a mi viejo, que hoy no vino por los nervios. A los que me acompañan en esta profesión que elegí”.
¿Seguirá en Tigre y podrá tomarse revancha de su paso por Godoy Cruz? Él mismo lo contesta: «Teníamos contrato por un año. Nos encantaría poder quedarnos. Habrá tiempo para poder sentarnos y ver qué es lo mejor para el club. Si lo mejor es que podamos continuar, bienvenido sea. Lo vi muy contento a Melaraña (por Ezequiel, el presidente del Matador) y sabe que somos, por sobre todas las cosas, personas de laburo, coherentes».