Paro de colectivos el AMBA: qué líneas no circulan este 9 de diciembre y qué exige la UTA para levantarlo
La medida de fuerza es por el atraso en el pago de sueldos de noviembre. Once líneas de MOGSM y MOQSA siguen sin circular, lo que afecta a miles de pasajeros y eleva el reclamo al Gobierno por la crisis.

La Línea 707 de colectivos de San Isidro atraviesa una grave crisis financiera. Ya unificó varios recorridos peros siue sin pagar sueldos. Ahora están de paro.
En fuerte paro del servicio de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) continúa este martes 9 de diciembre, luego de que la medida de fuerza iniciada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) se extendiera desde el pasado viernes 5.
La protesta afecta directamente a 11 líneas de transporte tanto del Sur como del Norte del Conurbano que, hasta el momento, no circulan con normalidad. El conflicto central es el atraso en el pago total de los sueldos de noviembre, y el gremio rechaza el desdoblamiento del salario que se planteó como posible solución.
Paro de colectivos: cuáles no funcionan este martes 9 de diciembre
Las líneas que mantienen el paro total pertenecen a las operadoras Micro Ómnibus General San Martín (MOGSM) y Micro Ómnibus Quilmes (MOQSA), cuyos trabajadores solo recibieron el 50% del salario correspondiente a noviembre. Los delegados informaron que la interrupción del servicio continuará hasta que los choferes reciban la totalidad de sus haberes.

Las líneas de colectivo sin servicio son:
- 159, 219, 300, 333, 372, 383, 407, 437, 603, 619, y 707.
Además de los sueldos atrasados, los trabajadores de estas empresas esperan el pago del medio aguinaldo de diciembre, cuyo límite legal de pago vence el 18 de diciembre. La entidad gremial fue enfática al respecto: «El salario es el esfuerzo diario con lo que hemos cumplido nuestras obligaciones laborales y constituye el sustento directo de nuestras familias. Motivo por el cual exigimos el inmediato pago del mismo, alertando que no podemos ni debemos continuar trabajando si no se cumple con este derecho esencial».
La UTA también dirigió duras críticas al Gobierno Nacional, que había respondido a los reclamos indicando que “son las empresas las responsables de gestionar los reclamos de sus empleados”.
El sindicato insistió en que las medidas económicas actuales no buscan mejorar la «competitividad, la productividad o que crezca la economía» si se hace «quitando derechos». La entidad cerró su comunicado advirtiendo sobre la situación de los trabajadores: «Quienes desempeñamos tareas en la Administración Pública nos negamos a ser expulsados por debajo de la línea de pobreza».
El grupo Dota, en la mira por cerrar una línea
Paralelamemte, miles de pasajeros que usan a diario los colectivos del poderoso Grupo DOTA tienen a esa empresa en la mira tras la eliminación de la línea 75 y el drástico recorte del recorrido de la línea 56, ambas acciones realizadas sin autorización oficial.
Estas graves afectaciones al servicio de transporte se registra en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) debido a decisiones tomadas unilateralmente sin el OK del Gobierno por la empresa, que ha dejado a miles de pasajeros en la calle tras la desaparición de la Línea 75 y un severo recorte de la Línea 56, sin contar con el aval de las autoridades competentes. Ambas son líneas de jurisdicción nacional que conectan áreas vitales del Conurbano con la Capital Federal.

La Línea 75 (Retiro-Lanús) interrumpió su servicio por completo a partir del 1° de diciembre. La Línea 56 (Retiro-Ciudad Evita), por su parte, finaliza ahora su recorrido en Plaza de los Virreyes, dejando de cubrir el trayecto central hacia Retiro. Ambas son operadas por empresas vinculadas al holding DOTA: Transportes Lope de Vega (Línea 56) y El Puente (Línea 75), esta última recientemente adquirida.
El acortamiento del servicio de la 56 se implementó de forma sorpresiva a fines de noviembre, sin comunicación a los usuarios. Este abandono de la traza generó una inmediata reacción vecinal, logrando recolectar más de 5.000 firmas para exigir la reactivación completa del servicio.
Los reclamos ya fueron presentados formalmente ante la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), dado que la supresión del tramo se realizó sin la aprobación oficial. Hasta el momento, sin embargo, los colectivos siguen limitados. El caso de la Línea 75 es complejo. Antes de la supresión total, la línea ya venía operando de forma limitada entre Plaza Once y Lanús. DOTA había presentado en agosto una solicitud formal para suprimirla, proponiendo mantener un tramo residual entre Lanús y Hospitales (Línea H) como un ramal de la Línea 32.
No obstante, esta solicitud aún no recibió la publicación oficial en el Boletín Oficial, lo que evidencia que la eliminación de la línea 75 es de hecho y de manera inconsulta.
Esta situación agrava un precedente peligroso: hace meses, DOTA ya había cesado la prestación de la Línea 421 (provincial) ante la pasividad de las autoridades. Además, la pérdida de la 75 es crítica, ya que al autorizarse la supresión de la Línea 23 semanas atrás, el argumento técnico había sido que su recorrido sería cubierto por la Línea 75, un servicio que ahora también desapareció.







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