De las pantallas de TV a las canchas: el club donde Rocío Oliva vuelve a jugar al fútbol

Claudia Villafañe, sus hijas Dalma y Giannina, Verónica Ojeda y unas cuantas más ya saben por cuál equipo no van a hacer fuerza en la Liga Femenina: Rocío Oliva, última pareja de Diego Maradona, jugará para Argentino de Merlo. Se trata del regreso de la mediática y polémica mujer a las canchas, luego de un paso por las pantallas de televisión.

De origen humilde en el Conurbano e infancia difícil, que incluyó el asesinato de su padre, Rocío se crió a los golpes y entre privaciones de toda clase. A Diego se lo presentaron en 2013 y desde entonces, con idas y vueltas, mantuvieron una relación tortuosa, cambiante, que viraba de fotos románticas en Dubai a enfrentamientos a los gritos que se viralizaban desde cualquier parte del mundo.

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Entre discusiones y peleas, a veces violentas, pasó a ser un detalle el fanatismo boquense de él y la simpatía millonaria de ella, que tiempos antes la había llevado a ponerse de novia con un conocido barrabrava de Los Borrachos del Tablón.

El lugar que Rocío eligió para jugar otra vez

«Llegué a Argentino de Merlo a través de la arquera del equipo, que es amiga. El club me queda cerca de casa, yo soy de Bella Vista», contó Rocío al confirmar que su incorporación al Charro, como se conoce a esta institución del Oeste bonaerense desde que José Manuel Moreno -una de las máximas leyendas de nuestro fútbol- lo dirigiera durante la década del setenta.

Rocío encontró otros beneficios en Argentino de Merlo. «Acá está bueno porque te entrenás en el club, mientras que en otros lados lo hacés en una plaza o un parque. Quiero ser una más en un grupo que es muy joven», dijo.

Próxima a cumplir 31 años, Oliva destacó: «Acá tengo compañeras hasta de 13 años y eso está bueno, porque la juventud siempre te contagia”. Llama la atención el comentario para una persona que tuvo relación con alguien que la doblaba en edad, pero ya se sabe: el corazón tiene razones que la razón no entiende.

Sobre los objetivos deportivos que se plantea en esta etapa, señaló: “Argentino de Merlo quiere ascender a la B y yo creo que están todas las condiciones dadas para que lo logre. Ojalá pueda ser parte y ayudar a conseguirlo”.  

El paso de Oliva por las pantallas

Desde el fallecimiento de Diego, en cuyo honor se han construido polideportivos y rebautizado otros, Oliva fue señalada como una de las responsables del progresivo deterioro del ídolo, que lo llevó a una temprana muerte. Ella, por supuesto, siempre negó haber ejercido malas influencias.

La realidad es que desde diciembre del año pasado, poco después de la muerte del crack, Rocío aprovechó su cercanía con el personaje para reforzar sus incursiones televisivas, en formato de invitada y más tarde directamente como panelista.

No hay registro ni constancia de que su presencia en esos programas haya contribuido a subir el rating de los envíos. Igualmente, su presencia se tornó frecuente. Insoportablemente frecuente para algunos, sobre todo familiares del Diez.

Oliva asegura recordar con cariño el tiempo compartido con Maradona, al margen de las escandalosas peleas que tomaron difusión pública. Incluso ha dicho que Diego, con paciencia y pedagogía docentes, trató de pulir su técnica para la ejecución de tiros libres. «Me enseñó el mejor maestro», ha comentado. Y siguiendo ese ejemplo, se animò a abrir una Academia para chicas.

Al cabo de fugaces experiencias como delantera en el fútbol femenino de River y Excursionistas, a Rocío -por lo poco que se ha visto de ella en las canchas- se la puede describir futbolísticamente con una adaptación del viejo refrán: «Lo que natura no da ni Maradona puede prestar».