Murió el Beto Pascutti, un ícono del Ascenso: el día que se hizo viral por un tierno mensaje con su nieto en plena pandemia
Tenía 64 años. Con Chacarita debutó en la A, pero desde entonces siempre estuvo en categorías menores. Futbolista exquisito, como DT logró siete ascensos. «Prefiero ver un All Boys-Chicago antes que un Boca-River”, decía.
Alberto Pascutti, o mejor dicho el Beto Pascutti, falleció este sábado por una insuficiencia cardíaca a los 64 años. Un producto puro del Ascenso, que debutó como futbolista en Primera División con la camiseta de Chacarita pero, desde entonces, tanto dentro como fuera de la cancha construyó una figura icónica en el fútbol de los sábados.
La muerte de Pascutti fue confirmada a la Agencia Télam por José Úbeda, también entrenador y ex compañero del Beto en Quilmes en los años 80. Había nacido el 24 de julio de 1958 en la ciudad de Buenos Aires. Y con 19 años tuvo su bautismo como jugador en Chacarita, donde había hecho las Inferiores, en tiempos en los que el Funebrero peleaba por la permanencia en la A.
El Beto Pascutti fue un fino enganche de los años 80 y los 90, reconocido también por su pegada y su temperamento. “Una vez Mauro Viale me definió como violento, pero yo le aclaré que era rebelde y contestatario. Porque ante la injusticia reaccionaba violentamente de joven, y de eso me arrepiento”, admitió alguna vez.
Y definió, contundente: “Amo el ascenso, mi carrera fue casi exclusivamente en el Ascenso, más allá de haber debutado en Primera División con Chacarita. Tuve 17 años como jugador, 23 años como entrenador. Mi vida es el ascenso y el ascenso me dio a mí una calidad de vida que hoy agradezco y me permite tener cierta tranquilidad”, le dijo a Diego Della Sala, en TNT Sports, en los primeros tiempos de la pandemia de Covid-19.
La carrera del Beto Pascutti en el Ascenso
Como jugador, disputó 275 partidos y anotó 35 goles en tres distintas categorías del fútbol argentino. Después de haber descendido con Chacarita, Pascutti siguió en el club de San Martín hasta 1980, cuando tuvo un paso fugaz por Banfield, donde sólo estuvo un año.
Desde entonces se vio, para muchos, lo mejor de su carrera, cuando llevó su talento a El Porvenir, donde estuvo tres años (1983, 1984, 1985), con 10 goles en 71 partidos. “Mi infancia y mi adolescencia fue Chacarita, pero mi gran amor es El Porvenir”, definió el propio Pascutti.
Entre 1985 y 1986 anotó nueve goles en 55 partidos jugados en Quilmes. Su siguiente paso fue Deportivo Morón, que estaba en la Primera B y con el que ascendió a la B Nacional (1989-1990), tras superar en un sprint a Nueva Chicago.
También fue jugador de Tigre y vivió otro momento de gloria en su carrera cuando fue contratado por All Boys, al que llevó a la B Nacional con su enorme jerarquía en la temporada 1992-1993, con un golazo incluido ante Deportivo Armenio (2-1) en la penúltima fecha.
Como entrenador pasó por Tigre (ascendió a la Primera B Nacional a mediados de los 90), Nueva Chicago, All Boys, Los Andes, Almagro, Juventud Antoniana de Salta, Almirante Brown, Aldosivi de Mar del Plata, Sarmiento de Junín, Talleres de Remedios de Escalada, Sportivo Italiano y Tiro Federal de Rosario, entre otros varios clubes.
“Tuve la suerte de haber logrado cinco ascensos como jugador y siete ascensos como entrenador. El Ascenso me dio cierta tranquilidad. A veces tenía temor de dar el salto a Primera, me pregunté si iba a jugar o no. Y la verdad, siempre preferí ser cabeza de ratón y no cola de león. Y me pasa ahora también. Si me das a elegir, prefiero ver un All Boys-Chicago antes que un Boca-River. Los que me conocen bien saben que lo digo porque lo siento así”, confesó.
El Beto fue despedido en las redes sociales por varios de los clubes que defendió como jugador y como técnico, entre ellos Deportivo Morón, Almirante Brown, Almagro y All Boys.
Cuando se hizo viral por un audio con su nieto
En junio de 2020, en plena cuarentena dispuesta por el gobierno nacional en el comienzo de la pandemia de Covid-19, Pascutti se hizo viral por un cruce de mensajes por WhatsApp con Joaquín, uno de sus nietos: “Tenemos que cuidarnos, queremos y extrañarnos, y cuando nos veamos nos vamos a dar un gran abrazo”, le decía el abuelo al nene cuando no había chances de ver siquiera a la familia.
“Tengo adoración por mi familia, por mis hijos, mi mujer, mis nietos. He escuchado muchos futbolistas que dicen ‘el fútbol es el amor de mi vida’. No, el amor de mi vida son mi familia y mis amigos”, admitió Pascutti en aquel tiempo. Y contó una anécdota que también le ocurrió en medio de la emergencia sanitaria: “Cumplió 16 mi nieta mayor, que vive a siete cuadras de mi casa. Agarré la bicicleta, me paré en la vereda de enfrente y le canté el feliz cumpleaños”.