El municipio del Conurbano que le competirá a Uber con una App similar, pero más económica
El intendente Alberto Descalzo firmó un decreto para lanzar una aplicación que funcionará como la multinacional. Los choferes pagarían un 35% menos de comisión por cada viaje y los autos serán controlados por la comuna.
Cuando desembarcó en la Argentina, Uber lo hizo para competir contra los servicios de taxis y remises, lo que generó una gran polémica -que hasta llegó a la Justicia- sobre si su actividad era o no legal. Ahora se abrirá un nuevo debate, que encierra una gran paradoja: un municipio del Conurbano se convertirá en competidor de la empresa multinacional. Esto ocurrirá en Ituzaingó, donde el gobierno local crear una aplicación similar a la compañía estadounidense que, aseguran, será más económica y segura.
El intendente local, Alberto Descalzo, firmó un decreto que es el que permitirá la creación del servicio de transporte local. Desde lo estrictamente formal, el mandato declara como «servicios públicos esenciales y estratégicos en competencia» a las tecnología de la información, las comunicaciones y las aplicaciones por las cuales se realizan contrataciones para los vehículos de transporte con chofer, al igual que los servicios de entrega de bienes puerta a puerta.
A partir de ahí es que las autoridades de Ituzaingó promueven la creación de una App de transporte de personas propia, que sería controlada por el Gobierno municipal y competiría con las aplicaciones ya existentes (en el país, aunque Uber es la más utilizada, también funciona Cabify). De esta manera, las personas que quieran trabajar lo harán tributando al municipio, algo que no ocurre con las otras Apps. Pero, como beneficio para los conductores, lo harán con costos abaratados, lo que también debería impactar en el valor de los viajes.
«La empresa Uber, que es multinacional, les está cobrando cerca de un 30% de los viajes que hacen a los conductores. Nosotros, como Municipio, no tenemos ningún control sobre la firma, no tributa nada y tampoco tenemos control sobre los autos. Es decir, vecinas y vecinos se suben a vehículos que no tienen ningún tipo de verificación a nivel local», explicó el secretario de Gobierno comunal, Juan Manuel Alvarez Luna.
Según el cálculo de quienes impulsaron la iniciativa, lo que deberían tributar los choferes estaría entre un 17% y un máximo de un 20% de cada viaje, en vez del 30% que cobra Uber. La decisión ahora será girada para que la convalide el Concejo Deliberante y luego se abrirá un llamado a licitación para ver cuál es la empresa que ofrece la mejor propuesta.
El objetivo es que antes de fin de año el servicio ya sea lanzado en el distrito. Y, según lo informado, parte de la recaudación será destinada a obras públicas para el mejoramiento de calles. «Cada seis meses se podrá hacer una revisión vehicular. Quienes brinden el servicio estarán controlados por el Municipio y todo será a menor costo», agregó Alvarez Luna. Y remarcó que «por supuesto que (los choferes) deberán tener todo en regla, como ocurre con cualquier otra aplicación».
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En el partido, los taxistas ya manifestaron su disconformidad con la iniciativa municipal. Respecto a eso, el secretario de Gobierno anticipó que en los próximos días habrá una reunión con los choferes. Y aclaró: «Con esta App, nosotros no estamos quitándoles el trabajo a los taxistas. Al contrario, estamos haciendo la estación de tren a nuevo, ellos van a tener su parada mejorada y con mapas circulación de gente. Son dos cosas distintas. Y lo que buscamos es beneficiar tanto a la persona que viaje con la aplicación, como al que trabaje con ella».
Uber y la polémica judicial
Respecto a la empresa multinacional, desde su llegada al país, en abril del 2016, hubo muchas manifestaciones de taxistas, principalmente, y de remiseros en su contra: la acusan por competencia desleal al operar de manera ilegal. Todo eso terminó en una batalla judicial que trajo como resultado un fallo, a fines de septiembre del año pasado, del Tribunal Superior de Buenos Aires, que decretó que la actividad de Uber es «legal» en la Ciudad de Buenos Aires, ya que no comete «ninguna contravención». De esa manera, las medidas cautelares existentes contra la compañía quedaron sin efecto.
Sin embargo, el Gobierno porteño siempre insistió en que «Uber es ilegal y opera al margen de la ley». El eje de la discusión es que, como señalan desde la secretaria de Transporte de la Ciudad, «la empresa se presenta como aplicación, pero es una compañía multinacional de transporte que usa la tecnología para ofrecer un servicio ilegal, que además evade todos los impuestos posibles».
Cabify, por su parte, desembarcó en Argentina en septiembre del 2016 (sólo cinco meses después de Uber), y su funcionamiento es muy similar. Si bien enseguida también quedó en el ojo de la tormenta de taxistas y remiseros, desde esos sectores la mayoría de las protestas siempre hacen foco en Uber, que es la más usada. En ese sentido, hay por lo menos 75.000 conductores de Uber en Argentina. Y si bien no hay cifras oficiales en cuanto a Cabify, se calcula que no llegaría ni a la mitad de ese número.
En este marco es que ahora surge la iniciativa del «Uber de Ituzaingó», lo que permitirá, como fue señalado, que en ese distrito haya una alternativa para viajar de manera a un costo menor y, especialmente, con un servicio con mayores controles, lo que significa más seguridad para todos los vecinos.
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