Lionel Messi campeón del mundo: una historia de amor por la Selección que empezó en un locutorio de Monte Grande
En ese local, hace 18 años, se inició el plan para evitar que el capitán se decidiera a jugar para España. El encargado de llevarlo a cabo fue un empleado que lleva más de tres décadas años trabajando en la Asociación del Fútbol Argentino.
El domingo no sólo se cumplió el sueño de Lionel Messi sino de todo el país y millones de futboleros en todo el planeta que esperaban verlo levantar la Copa del Mundo. Con actuaciones excepcionales, quizás las mejores de toda su carrera por lo que estaba en juego, le dio a la Selección Argentina el tercer título mundial y le puso la frutilla del postre a una historia de amor que comenzó hace 18 años y en la que fue clave un locutorio de Monte Grande.
Es que este astro que será recordado por siempre en la historia del fútbol es argentino porque nació en Rosario pero su talento despertó el interés de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por integrarlo a sus equipos juveniles, conociendo su talento por las proezas que conseguía aquel joven que la rompía en las divisiones formativas del Barcelona. De hecho, ya lo habían preseleccionado para el equipo Sub 17 de aquel país europeo.
Hugo Tocalli, por entonces entrenador de las selecciones juveniles, le comunicó esto al presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, y le manifestó sus intenciones de que había que «ganarle de mano» a la RFEF para evitar que juegue con la Roja. De hecho, el periodista Ariel Senosiain, en su libro Messi, el genio incomprendido reprodujo la conversación entre ambos.
-Tocalli: Hay un fenómeno en España. Tenemos que pagarle el pasaje y traerlo a jugar.
-Grondona: Me contó algo (el presidente de la RFEF, Ángel) Villar. ¿Qué querés hacer?
-Tocalli: Dos amistosos. Lo hacemos jugar y lo blindamos.
-Grondona: Organizalos. Yo después me encargo del trámite en la FIFA.
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Seguido a esta charla, que fue en marzo de 2004, le encargaron a Omar Souto, empleado histórico con más de 25 años trabajando en AFA, que localizara al adolescente Lionel Messi para traerlo a jugar con la Albiceleste.
Monte Grande, el origen del vínculo de Lionel Messi y la Selección
«Me fui del predio de Ezeiza a un locutorio de Monte Grande. Pedí una guía telefónica de Rosario, sólo sabíamos que era rosarino. Arranqué la página donde estaban los números de los Messi, hice una llamada cualquiera a mi casa para justificar que había entrado y volví al predio a rastrearlo», contó Souto.
Y agregó: «A la primera cercana que ubiqué fue a la abuela. La abuela de Lionel me pasó el contacto del tío. El tío, el del padre. Llamé al padre, me presenté y le dije que queríamos contar con su hijo, con el detalle de que le erré al nombre: siempre había escuchado que Leo es el apodo de los Leonardo».
La respuesta de Jorge Messi fue contundente: “Por fin nos llaman, porque mi hijo quiere jugar para Argentina”, cuenta Souto que escuchó de boca de quien también es representante de La Pulga. Tres meses después, ese deseo se cumplió: el 29 de junio de 2004, Lionel Messi jugó por primera vez con la camiseta de la Argentina en un improvisado amistoso ante la Sub 22 de Paraguay. Se dice que en el apuro para citarlo, el fax que le mandó la AFA al Barcelona figuraba como Lionel Mecci.
El crack no había debutado como profesional en Barcelona (ocurrió el 16 de octubre de 2004), por eso la urgencia de la maniobra. En aquel amistoso disputado en el estadio Diego Armando Maradona de Argentinos Juniors, la Selección ganó 8 a 0. Lionel empezó como suplente con el número 17 y convirtió el séptimo gol, en una noche en la que todos los ojos estuvieron puestos en él por su destreza. Ese contacto con la celeste y blanca fue un amor eterno que hoy registra otro hermoso capítulo con Argentina campeona del mundo.