La nueva vida de Leo Díaz, el arquerito que jugaba torneos de penales por plata y la rompió en su debut en un Superclásico
Se hizo conocido el 16 de mayo de 2021, en un Boca-River especial por los casos masivos de Covid-19 en el Millonario. A dos años de aquel partido, el joven nacido en Lanús ataja en la segunda división de los Estados Unidos.
La de Leo Díaz en River Plate es una de las tantas historias que entrega el fútbol, de esas que suceden por casualidad. Más allá del talento y el esfuerzo de cada uno, de la suerte para estar en el lugar correcto y en el momento indicado, un hecho fortuito termina de definir una situación para un lado o para otro.
Alan Leonardo Díaz, arquero surgido de las inferiores riverplatenses, tuvo su estreno en Primera sin haber debutado en Reserva y sin siquiera haber firmado contrato profesional. Y lo hizo nada más y nada menos que en un Boca-River que definía una clasificación.
Los inicios de Leo Díaz en Lanús
Alan Leonardo Díaz nació el 27 de enero de 2000. Su primer vínculo con el fútbol fue en el sur del Conurbano bonaerense, en la canchita del club Lafuente (Melo 3591, en Remedios de Escalada). Allí se destacaba por su personalidad, ya que muchas veces atajaba ante chicos más grandes que él. Paralelamente, integraba el baby fútbol de River.
El otro aspecto por el que Alan Díaz quedó en el recuerdo de la gente de su barrio eran los penales. De chico jugó varios torneos por plata en los que se ejecutaban tiros desde los 12 pasos.
Su gran día: el debut en un Superclásico
La historia es conocida: a principios de mayo de 2021, el país atravesaba la segunda gran ola de Covid-19 y River no quedó exento de ella. Cuando comenzaron a aparecer los casos, se multiplicaron los PCR y cada vez fueron más los positivos. De pronto, entre jugadores con síntomas y los respectivos contactos estrechos, River perdió gran parte de su plantel profesional y se quedó sin cuatro arqueros para enfrentar a Boca en La Bombonera.
Leo Díaz se enteró de que iba a ser titular mientras se encontraba en una peluquería. “Me llamaron un sábado a la noche diciendo que al otro día tenía que estar en el estadio a las 3 de la tarde y que iba a jugar, como si nada. Por suerte, gracias a Dios, estaba preparado”, recordó.
Dijo también haber tomado aquel encuentro en La Bombonera “con naturalidad, más que con presión” y “como un partido importante, pero no como una mochila”. Fue “una oportunidad” por la que habló mucho en la previa con su papá. “Gracias a Dios dormí bastante bien. Traté de concentrarme, de visualizar el partido. Siempre pensando en positivo, que iba a salir todo de la mejor manera”, apuntó.
Con 21 años y sin partidos en Reserva, el arquero tuvo que ir a buscarla dentro del arco cuando apenas iban 11 minutos del primer tiempo, tras el gol de Carlos Tevez. Con el transcurrir del encuentro, sin público que los hostigara, se fue acomodando y les tapó un remate a Agustín Almendra y tres al Apache.
Luego del empate de Julián Álvarez no pudieron sacarse diferencias y el partido se resolvió desde el punto de penal. Allí, Agustín Rossi detuvo los disparos de Fabrizio Angileri y Leonardo Ponzio. Julio Buffarini sentenció el triunfo a Boca.
Minutos antes, Leo Díaz había tocado el cielo con las manos: Edwin Cardona intentó picarla pero no le dio la suficiente fuerza, por lo que el “arquerito”, como lo definió Tevez en sus elogios post partido, pudo incorporarse y tomar la pelota.
Firma de contrato y préstamo a Las Vegas
Posteriormente, River tuvo un partido de Copa para el cual Díaz no estaba habilitado, ya que no era parte de la lista de inscriptos. De todas maneras, su muy buena primera impresión le otorgó lugar al primer contrato profesional, con vínculo hasta diciembre de 2024 y una cláusula de rescisión elevadísima de 25 millones de dólares.
Con el retorno de los arqueros contagiados, fue perdiendo terreno y ya no dispuso de minutos en Primera. También le costó hacerse un lugar en Reserva, donde cometió algunos errores y -a pesar del respaldo de Marcelo Gallardo- terminó como suplente en el segundo equipo.
En busca de mayor continuidad, Leo Díaz tomó la decisión de emigrar del Millonario hacia los Estados Unidos. En febrero de este año el arquero viajó al norte del continente para sumarse a Las Vegas Lights Football Club, equipo que milita actualmente en la US Championship, segunda categoría del denominado soccer, detrás de la MLS.
En la llamada Ciudad del Pecado vive en un hotel, todavía solo, pero en las últimas horas llegó su novia y para acompañarlo durante tres meses, “lo que le permite la visa” de turistas en Estados Unidos. Y pronto lo harán también sus padres.
“La ciudad es muy linda, muy luminosa… demasiado luminosa. Y hay demasiados casinos. Por suerte yo no juego, pero hay muchos casinos. Es todo casinos y hoteles”, admitió. Así lo refleja en sus redes sociales.
A préstamo durante una temporada y sin cargo para su club actual, Díaz fue presentado con el recuerdo de aquel Superclásico. Fiel a su estilo, el mes pasado le atajó un penal a Aaron Molloy, en el empate 2-2 entre su club y Memphis 901 FC. Sin embargo, la actualidad de Las Vegas Lights FC no es la mejor: es el único de los 24 participantes que aún no ganó en ocho fechas y marcha último en la Conferencia Oeste.