El lado menos conocido de Fernando Gago: el llanto cuando no jugaba y un feliz cumpleaños todos los días
A los 38 años, el DT está cerca de dar un gran salto en su carrera con su posible regreso a Boca, el club en el que debutó como futbolista. Sus tiempos en Parque y las anécdotas contadas por su descubridor.
Fernando Gago en su visita a La Bombonera como técnico de Racing.
A los 10 años, Fernando Gago afrontó el primer gran desafío de su carrera en el fútbol, cuando dio el salto del Club Parque a Boca Juniors, donde empezó en Infantiles y llegó a ser uno de los mejores futbolistas del Xeneize en el siglo XXI. Ahora, a los 38, es el elegido por Boca como entrenador después de la salida de Diego Hernán Martínez. El chico nacido y criado en Ciudadela tiene una historia oficial, y otra menos conocida, relatada por quienes lo vieron dar sus primeros pasos con la pelota.
No es algo nuevo el Mundo Boca para el ex volante central, surgido en las divisiones inferiores del club: de sus inicios como multicampeón a su emotiva despedida casi una década y media después, hoy Gago está más cerca que nunca de retornar a su casa.
Los inicios de Fernando Gago en Boca
Gago nació el 10 de abril de 1986 en Ciudadela, en el seno de una familia laburante que se esforzaba para que no falte nada en la casa. Ya de chico comenzó su carrera como futbolista en el club que lo identificaría por toda su vida: Boca Juniors, adonde llegó de la mano de Ramón Maddoni y la histórica fábrica de jugadores del Club Parque, sobre la calle Marcos Sastre, casi esquina Cuenca, frente a la plaza Aristóbulo del Valle.
El Club Parque está cerca de Ciudadela, en el partido de Tres de Febrero, del otro lado de la General Paz. Allí empezó Gago a jugar a los cinco años. Y ya desde muy chico mostró su personalidad, que se complementaba con la técnica exquisita que lo convirtió en un volante central distinguido que llegó al Real Madrid.
“Era muy chiquito. Como no jugaba, se puso a llorar en una charla que yo tenía con sus padres. Pedía irse. Le pregunté por qué quería hacerlo. ‘Porque no me ponen’ me contestó. Y le dije: ‘¿Quieres jugar en novena o en primera?’. Se quedó pensando y respondió: ‘En Primera’. Así que le contesté: ‘Seguí trabajando porque vas a jugar en Primera y en la Selección”, contó Maddoni alguna vez.
Aportó además que “se veía que era un jugador diferente”, pero más allá de la personalidad que muestra, “era muy vergonzoso”. “De chico venía a comer aquí, le cantábamos todos los días el cumpleaños feliz y se moría de timidez. Me acababa diciendo que tenía 102 años…”, agregó Maddoni.
Fue este mismo gurú del fútbol infantil el que llevó a Gago a Boca, que por aquel entonces había firmado un acuerdo con el Club Parque para nutrirse de sus mejores talentos. En 1996, durante la presidencia de Mauricio Macri y antes de que llegara Carlos Bianchi, Pintita inició el camino en las Infantiles del Xeneize.
Señalado como uno de los grandes valores de la cantera Xeneize, su debut en Primera no se hizo esperar: fue titular de visitante contra Quilmes un 5 de diciembre de 2004, con apenas 18 años, y los medios deportivos lo eligieron como la figura de Boca en aquel encuentro (1-0, gol de Franco Cangele). Su gran despegue fue a mediados de 2005. Con la llegada de Alfio Basile, Fernando Gago fue el eje de un equipo multicampeón.
Dos torneos locales, una Copa Sudamericana y dos Recopas en un año y medio fueron legajo más que suficiente para llamar la atención de los grandes clubes del mundo. Ni más ni menos que Real Madrid se lo llevó, con una transferencia récord y muchas reminiscencias de otro medio centro argentino llamado Fernando, Redondo, que la rompió allí. En la Casa Blanca jugó más de 100 partidos y pasó por otras importantes instituciones de Europa, como Valencia y Roma.
Fue también parte de prácticamente todos los ciclos de la Selección Argentina, ganando la medalla dorada en Beijing 2008, y siendo subcampeón del Mundial 2014 y de las Copas América 2007 y 2015.
El final opacado por las lesiones
Tras tanto tiempo en Europa y con la albiceleste, Fernando Gago finalmente decidió volver a Argentina. Pero primero no lo hizo a Boca… Fue Vélez Sarsfield el club que lo recibió en el país, en 2013. Tras un préstamo de seis meses en el Fortín, Gago quería seguir en el país y ahí sí fue que el Xeneize le compró su pase al Valencia para que regresara al club nueve años después de su debut.
Su segundo paso en Boca tuvo muchos títulos y momentos de alto nivel: ganó tres ligas y una Copa Argentina, además de ser convocado nuevamente a la Selección por su fútbol. Aparecieron entonces las lesiones que complicaron muchísimo su continuidad, con procesos de recuperación muy largos y consecuencias adversas tras cada retorno. Su tendón de Aquiles lo tuvo a maltraer y en marzo de 2019 decidió anunciar su salida de Boca.
La vuelta como director técnico
Luego de intentar un período en Vélez, sufriendo en demasía con los problemas físicos, Fernando Gago colgó los botines y comenzó su carrera como entrenador. En 2021 arrancó su historia como DT en un golpeado Aldosivi, amenazado por el descenso. Tuvo buenos pasajes y algunos resultados positivos, apostando a la ofensiva, pero luego el equipo recayó y, tras seis derrotas consecutivas, decidió renunciar.
Racing Club decidió apostar por él y fue un gran salto para Fernando Gago: con un estilo muy ofensivo, aunque a veces desequilibrado, Gago revitalizó a la Academia y la puso a pelear de igual a igual con Boca y River. Estuvo a las puertas de una liga, que perdió justamente contra el Xeneize, pero logró formar un equipo temible por momentos.
A fines de 2023, Gago inició su primera experiencia internacional: Chivas de México. Por ahora, Fernando sigue en Guadalajara, con un andar irregular. Se espera que en cualquier momento pegue la vuelta a su casa, adonde fue el origen de todo.
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