Kiosquero de familia y padre de mellizos: la historia del comerciante asesinado en Ramos Mejía
Roberto Sabo tenía 48 años y manejaba el negocio que había iniciado su padre hacía 40 años. Fue asesinado a sangre fría este domingo. Y estalló la bronca de vecinos por la inseguridad en la zona: hoy, a las 19, convocan a una marcha.
Dos delincuentes le dispararon y asesinaron a un kiosquero de 48 años en su local de Ramos Mejía durante un asalto.
La tarde de furia que vivió Ramos Mejía durante este último domingo dejó imágenes contundentes. El asesinato de un kiosquero durante un asalto caló hondo en vecinos y comerciantes de la zona, que se manifestaron con todo su dolor y enojo ante una nueva tragedia generada por la inseguridad en La Matanza. Una más de las que ocurren en todo el Gran Buenos Aires.
Roberto Sabo tenía 48 años. El kiosco que administraba, en la Avenida de Mayo al 800 y donde fue brutalmente asesinado, era el negocio familiar desde hacía 40 años. Lo había iniciado su papá, Pedro, (o «Polaco» como lo conocían) y cuando decidió jubilarse se lo dejó a él como el principal recurso económico para su familia.
Su muerte conmocionó a Ramos Mejía. Vecinos, otros comerciantes y ocasionales clientes del comercio En las redes sociales fueron varios quienes destacaron su calidez en la atención. «Era una persona que la quería todo el mundo. Era un buen padre, un buen hijo, un buen vecino. Le pegaron seis tiros por nada, porque las bolsas quedaron adentro», dijo Patricia, la esposa del comerciante, con quien tenía dos hijos mellizos de 16 años.
El del kiosquero, otro crimen inexplicable
«Drugstore Pato», el local que Roberto tenía en la Avenida de Mayo al 800, estaba a tres cuadras de la Comisaría 2° de Ramos Mejía. Eso no impidió que este último domingo, lo sorprendieran una pareja de delincuentes armados: un hombre de 29 años y una adolescente de 15 que, a punta de pistola, le pidieran plata de la caja. No llegaron a llevárselas que lo balearon y se dieron a la fuga.
Seis años preso y con sueldo en la cárcel: el prontuario del acusado de matar al kiosquero en Ramos
Un testigo comentó que vio como la pareja salía del local y huía en un automóvil Ford Focus negro que le habían robado a un remisero. Ese chofer luego declaró a la Policía que dos jóvenes le habían sustraído el vehículo amenazándolo con un arma de fuego.
En ese auto, los delincuentes sólo hicieron tres cuadras: al llegar al cruce de Saavedra y Alvear, chocaron contra un árbol. Salieron a pie de allí y entraron a un supermercado chino donde quisieron simular ser clientes y se cambiaron la ropa. Luego, salieron y asaltaron a un repartidor para quitarle su moto Yamaha. Sin embargo, a partir de allí se dio un alerta policial y agentes de la mencionada seccional iniciaron un operativo cerrojo que los interceptó a ocho cuadras del kiosco donde cometieron el crimen: en Avenida de Mayo y Rivadavia.
Uno de los delincuentes fue identificado como Leandro Daniel Suárez, el sujeto de 29 años. De su cómplice (aunque también se mencionaba que sería su pareja), la menor de 15 años, se preserva su identidad. Los policías les hicieron una requisa y les hallaron cinco teléfonos celulares, dinero en efectivo y un revólver calibre 22 con cuatro vainas intactas y una servida.
La causa quedó caratulada como «homicidio en ocasión de robo» por el fiscal Federico Medone, de la UFI Temática de Homicidios del Departamento Judicial de La Matanza.
Hartazgo y furia en los vecinos de Ramos Mejía
Tras el crimen y en medio del dolor, familiares y allegados de Roberto más un grupo de vecinos reclamaron en la puerta del kiosco por justicia e inseguridad, con insultos a la Policía y autoridades.
Luego, alrededor de las 18 horas, marcharon a la Comisaría 2° de Ramos Mejía que encontraron custodiada por varios efectivos con cascos y escudos. El clima fue hostil, lógicamente, de reproche, y la tensión escaló cuando algunos manifestantes incendiaron conos policiales y se agolparon más cerca de la puerta de la dependencia.
Incluso hubo insultos contra Sergio Berni, ministro de Seguridad bonaerense, que se acercó al lugar y cuya presencia agitó más las aguas en lugar de calmarlas.
En ese marco, Pedro Sabo, el papá del kiosquero asesinado, habló con los medios y evidenció su desgarradora tristeza e indignación: «Arruinaron a una familia. Nunca pensé que me fuera a pasar esto. Hay carteles de Fernando Espinoza por toda La Matanza sobre seguridad. Seguridad, las pelotas, que venga a dar la cara».
Video: Bomberos Voluntarios de Merlo salvaron a dos bebés con apenas horas de diferencia
Esta mañana, la zona apareció con varios locales cerrados en apoyo de los comerciantes a la familia Sabo y en reclamo por mayor seguridad. «Esta zona era la perla del Oeste. No puede ser que un domingo a la tarde pase esto. La familia Sabo hacía 40 años que trabajaba con este drugstore. Pedro era un tipazo, Roberto era otro tipazo, eran nuestros amigos», señaló visiblemente conmocionado un vecino. Hoy volverán a marchar para reclamar por justicia y más seguridad a las 19, a una cuadra del kiosco de Roberto, en Avenida de Mayo y Alvarado.
