Kevin Ramírez, el “Terrible” noqueador de Wilde que es barrendero y va por el sueño de ganar US$ 200.000
El boxeador de Camioneros participa del Boxing Grand Prix, uno de los torneos más innovadores del Consejo Mundial de Boxeo. Pelea en la categoría Pesado y mañana enfrenta en cuartos al polaco Piotr Lacz.

Kevin Ramirez está participando en la categoría Pesado del Boxing Grand Prix, uno los torneos más innovadores del Concejo Mundial de Boxeo.
El Boxing Grand Prix es uno de los torneos más innovadores que el Consejo Mundial de Boxeo ha realizado en su historia. Arrancó en marzo pasado y ahora, en etapa de cuartos de final, tiene a un argentino, Kevin Ramírez, «El Terrible», vecino de Wilde y orgulloso camionero/barrendero en la Ciudad de Buenos Aires, como al único púgil que defiende los colores celeste y blanco.
El certamen fue diseñado para descubrir y exhibir a la próxima generación de superestrellas del boxeo, quienes tienen una gran zanahoria delamte de sus ojos: un premio de US$ 200.000 al ganador. Ramírez es el más liviano de los peso pesado que participan de la contienda, pero viene noqueando y siendo una de las sensaciones del año.
Los cuartos arrancan mañana 13 de agosto en el Kingdom Arena de Riad, Arabia Saudita, y será transmitida en vivo a nivel global a través de DAZN. En la velada, Ramírez enfrentará al polaco Piotr Lacz, quien eliminó al belga Michael Pirotton y al croata Marko Milun, y registra 14 victorias como profesional (10 antes del límite), de las cuales tres las logró en Estados Unidos.

«Es un rival fuerte. Tengo que hacer mi plan, ser inteligente y boxear», le contó a Clarín el hermano del ex campeón mundial crucero argentino de la OMB Víctor Emilio Ramirez, más conocido como «El Tyson del Abasto».
Para entender cómo llegó a esta instancia Ramírez hay que explicar las características del certamen, que cuenta con estos elementos innovadores:
- Cuatro categorías de peso: pluma, superligero, mediano y pesado.
- 128 atletas: 32 participantes en cada división.
- Los competidores no pueden tener más de 15 peleas como profesional (el pupilo de Javier Sena suma 10 triunfos, cuatro por la vía rápida y un empate.
- 41 países participantes: una competencia verdaderamente global.
- Cinco magníficos eventos: todos tiene lugar en Arabia Saudita.
- Sin empates: resultados decisivos en cada pelea.
- Peleas cortas: se combate a ocho rounds.
- Puntuación abierta: después de los rounds 2, 4 y 6, proporcionando transparencia y emoción.
- Repetición instantánea: asegurando una puntuación justa y precisa por parte de los oficiales.
El sueño de Kevin Ramírez en Arabia
Ramírez está hecho de madera dura. Desde los 13 años y hasta los 23 trabajó en el mercado de frutas y verduras de Lanús cargando cajones a las tres de la mañana. Desde hace un par de años, el púgil trabaja como barrendero en la Ciudad de Buenos Aires para la empresa de higiene urbana Ashira.
Padre de una hija, Ariadna, y a la espera de otro, el wildense es representante de Camioneros y cuenta con el respaldo de la organización sindical, lo que le permite combinar el entrenamiento con el trabajo y contar con las licencias necesarias para viajar a competir.
El peleador tiene un peso natural que ronda los 90 kilos, es decir que cuadra perfecto para la categoría crucero. Por eso cuando le apareció la propuesta de participar y le dijeron que debía hacerlo en la categoría de los pesados dudó un segundo. «Decidí arriesgar porque la posibilidad de hacer una diferencia siempre está fuera. No es mi categoría, hay mucha diferencia de peso y de pegada, pero estoy dejando todo en cada pelea y, por ahora, se está dando algo lindo«.
Actualmente ocupa el segundo puesto en el ranking argentino de las 200 libras y es el campeón latino de la división, reconocido por el CMB. Es decir, un crucero nato.

Pero a Arabia se fue, a «cumplir mi sueño». Esa diferfencia de peso siempre le juega en contra pero él baja la cabeza y va para adelante aún contra moles con 20 kilos más. En la primera ronda del torneo enfrentó al neerlandés Brian Zwart, quien lo superaba por 17 centímetros y 22 kilos. No importó: lo noqueó en 27 segundos gracias a un potente gancho de derecha al cuerpo. «Él era muy alto, yo prácticamente no llegaba (a golpearlo) arriba. Por eso practicamos mucho las manos abajo. Salió una y se terminó rápido la pelea», recuerda.
Luego llegó el turno del congoleño Reagan Apanu, a quien le ganó por puntos pese a haber sufrido fiebre, vómitos y diarrea antes de la pelea. «La pasé muy mal el día del pesaje y durante el combate. Había llegado bien, fuerte, con 95 kilos, y después del pesaje bajé a 90. Pero no quise que me viera un médico porque si me veía, seguramente no iba a poder pelear. Cuando subí al ring, estaba mareado, débil, y además mi rival pegaba fortísimo. Aun así, pude superar ese mal momento y ganar”, valora.
«Hubiese sido lindo que este campeonato tuviera su división crucero. Ahí me veo muy bien, esa es mi categoría y puedo hacer la diferencia. El sueño de cualquier boxeador es tener una chance mundialista. Ese es mi objetivo y no voy a parar hasta lograrlo. Soy joven y estoy peleando por mi sueño«. Y mañana, ante el polaco Lacz, ese sueño puede llegar a estar un poquito más cerca de concretarse para el boxeador de Wilde.
La cartelera, que incluirá 16 combates, comenzará a las 4 y podrá verse a través de la plataforma DAZN y gratuitamente en el canal de YouTube de la revista The Ring.
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