La historia de Julio Lamas: por qué el coach de San Martín que dirigió a Manu Ginóbili decidió meterse en el fútbol
Es un entrenador de enorme prestigio en el básquet, tanto que estuvo a cargo en dos ocasiones de la Selección argentina. Pero ahora sigue en el cuerpo técnico de Abel Balbo, el director técnico de Estudiantes de La Plata.
Julio Lamas y Abel Balbo, el DT que lo sumó a su cuerpo técnico.
Los caminos de la vida son difíciles de predecir. Para Julio Lamas, el deporte siempre fue el carril central: hizo una carrera como brillante entrenador de básquetbol y llegó a ser un hombre reconocido por su trabajo en la Liga Nacional, en nuestra Selección y en el extranjero.
Desde hace alrededor de un año, su rumbo tomó un pequeño desvío. Y, si bien sigue ligado a una pelota redonda, esta vez es de manera diferente: comenzó una aventura como asistente técnico de fútbol al lado de Abel Balbo, otro deportista de élite con historia.
Julio Lamas y el básquet
La historia de Julio César Lamas comenzó el 9 de junio de 1964. Tempranamente introducido a la vida de los clubes, se enamoró del básquet en un reducto tradicional del Conurbano: el Deportivo San Andrés, una institución de la zona noroeste cercana a Buenos Aires.
Su carrera como coach arrancó en las divisiones formativas de San Andrés, donde empezó a demostrar su vocación también como docente para sus dirigidos. Ya entonces, los lunes a la noche, solía subirse al colectivo 78 para cruzar la General Paz y buscar en algún kiosco capitalino la edición semanal de la revista El Gráfico, tal era su pasión por los deportes.
El salto de Lamas a las grandes noches del básquet argentino se dio al quedar como asistente y ladero de León Najnudel, principal impulsor de la Liga Nacional en el país. Los primeros pasos de Julio como entrenador jefe fueron en Sport Club Cañada de Gómez, también un club pionero; Olimpia de Venado Tuerto y Boca, donde se consagró campeón.
Entrenador de primer cartel
Su éxito lo llevó a la Selección, en 1997. Allí les dio rodaje a los muchachos que constituyeron la Generación Dorada. Él emigró pronto: en 1999, con apenas 35 años, tuvo su primera experiencia española con el Tau Cerámica, en el País Vasco.
Su recorrido en el básquet fue extenso y variado, pero siempre en grandes instituciones como Real Madrid de España, el ya mencionado Boca, Obras y San Lorenzo, entre otros, en la Liga Nacional. Fue entrenador de la Selección Argentina y, como tal, estuvo a cargo de la Generación Dorada en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Su último gran impacto fue en 2017: Japón lo contrató para desarrollar el básquet en ese país y Lamas acompañó el crecimiento de Rui Hachimura, el nipón que desde esta temporada juega en la NBA para los Ángeles Lakers.
Al cabo de su enriquecedora experiencia en el Lejano Oriente, en 2022 se retiró como coach de básquet. Y allí fue que su camino, aunque ligado al deporte, tomó otros rumbos…
La llegada de Lamas al fútbol
Julio siempre fue un obsesivo por la organización. Además de su rol como entrenador, siempre se preocupó por las cuestiones que rodean al espectáculo deportivo: por eso se pensaba que, tras su retiro, su rol estaría más relacionado al de un manager que a otra cosa. Pero, sin embargo, sorprendió.
En julio de 2022, Lamas fue presentado como uno de los asistentes de Abel Balbo, elegido por Central Córdoba de Santiago del Estero como director técnico. “Decidí no tener miedo y seguir mi intuición, enfocarme de manera responsable y prudente en este desafío diferente que me género curiosidad. En definitiva, tampoco tomé la decisión de pasarme al fútbol para siempre. No es un plan mío, esto es una idea de Abel, que me invitó y yo acepté ser parte del cuerpo técnico. Me gustó la persona y me gustaron sus ideas”, dijo el coach en su presentación.
Balbo supo ser un gran delantero surgido de Newell’s, que participó de los Mundiales de 1994 y 1998. Hizo un largo recorrido por Europa (más de una década en Italia) y se dio el gusto de jugar en River y en Boca. Una vez lanzado como entrenador, después de trabajos menores en Italia, el ex goleador llegó al Ferroviario y decidió sumar a Lamas.
«La parte de Julio es la gestión de nuestro cuerpo técnico y del grupo, entender la situación particular de cada integrante. Me da una mano muy grande porque yo tengo que pensar mucho más en lo que es de campo. Tiene mucha experiencia, es inteligente y puede mejorar a los chicos, que están muy contentos de tenerlo”, fueron las razones de Balbo para explicar el arribo de Lamas.
Los desafíos de su Estudiantes con Abel Balbo
El debut de Balbo y Lamas fue fructífero: salvaron a Central Córdoba del descenso con un par de fechas de changüí y hasta se permitieron desplegar un fútbol de a ratos vistoso (Francisco González Metilli y Renzo López anotaron dos de los goles más lindos del último torneo). Es por eso que el cuerpo técnico llamó la atención de clubes de mayor renombre.
Estudiantes de la Plata, con el presidente Juan Sebastián Verón a la cabeza, no dudó en apostar por este proyecto joven y ambicioso. Y desde diciembre del año pasado, Julio Lamas se encuentra trabajando con Balbo en el predio pincha de City Bell.
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Atrás quedaron esos viajes nocturnos en bondi de regreso a San Martín, con El Gráfico bajo el brazo; las enseñanzas de su maestro Najnudel y el repique de la pelota naranja. Ahora, Julio Lamas es todo un hombre del fútbol. Y ya está andando su camino…
