Juicio por el crimen de Roberto Sabo: quién es el acusado de matar al kiosquero y cuándo será la sentencia
El proceso penal comenzó este martes y habrá audiencias durante toda la semana. El acusado es Leonardo Suárez, de 29 años, quien ya tenía una historia delictiva previa al homicidio. La expectativa de la familia de la víctima.
Cuando Leonardo Suárez (29) asaltó, junto a su novia de 15 años, el kiosco de Ramos Mejía donde terminó asesinando de cuatro balazos al comerciante Roberto Sabo, ya tenía un historial delictivo por el que incluso había estado tras las rejas.
Ese domingo 7 de noviembre de 2021 por la tarde, entró con la adolescente al «Drugstore Pato», el negocio de la familia Sabo desde hacía décadas, y le dio unos alfajores a una señora que iba a ingresar a comprar para quedar a solas con el dueño del local. Tras dispararle, ambos huyeron sin robarle nada.
En su intento de fuga, le robaron el auto a un remisero, chocaron a las tres cuadras, quisieron camuflarse en un supermercado y le terminaron quitando su moto a un repartidor. No llegaron muy lejos: los apresaron a 8 cuadras del lugar del crimen y les encontraron el revólver calibre 22 con el que Suárez fusiló al kiosquero.
Por ser menor de edad, su pareja y cómplice fue declarada inimputable. Suárez,. en su declaración indagatoria, lloró ante el fiscal Federico Medone, de la Unidad Funcional de Instrucción de Homicidios de La Matanza, para que no le den prisión perpetua. Sabía que con su historial, era algo que puede caberle.
La historia del acusado por el crimen de Roberto Sabo
El juicio se desarrolla desde este martes 23 en la sede de la calle Mendoza al 2400, en San Justo, bajo la deliberación del Tribunal Oral Criminal N°2. El fiscal es Sergio Antín, quien impulsará la acusación tras la investigación iniciada por su colega Medone. Se espera que, después de tres días de audiencias, se conozca la sentencia entre el jueves 25 y el viernes 26 de agosto.
Suárez está domiciliado en la zona de Fuerte Apache, en Ciudadela. Fue liberado en agosto de 2020 de la Unidad N°19 del Servicio Penitenciario Federal, la Colonia Penal de Ezeiza, a la que había ingresado en 2014. Dejó la cárcel porque ya había cumplido con la condena de cinco años y diez meses de prisión que le cupo por distintos ilícitos que cometió en aquellos días.
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Lo habían enjuiciado por hurto con escalamiento en grado de tentativa y robo a mano armada, dos hechos en concurso real. La condena fue determinada por el Tribunal N°8 de la Justicia porteña y supervisada por el Juzgado de Ejecución Penal N°1.
El homicidio de Roberto Sabo, el peligroso delincuente lo cometió en el marco de un raíd delictivo que realizó junto con su cómplice adolescente, en el que robaron un auto Ford Focus (a un remisero) con el que escaparon de la escena del crimen, y también le quitaron una moto a un repartidor.
Por todo ello y por involucrar a una menor de edad, le imputan el delito de «homicidio agravado criminis causa». Habrá audiencias durante este miércoles y jueves y también puede haber una el viernes, día en el que se conocerá la sentencia. «Esperemos que le caiga todo el peso de la ley», dijo Pedro Sabo (74), padre del comerciante, quien con su familia esperan que se lo condene a prisión perpetua.
Fernando Burlando, abogado defensor de los Sabo, manifestó: «Nuestra intención es que esta persona pase el resto de su vida encarcelado, hasta su último día, y sin ningún tipo de beneficio, porque además era reincidente».
El dolor de la familia del kiosquero de Ramos Mejía
La familia del kiosquero asesinado, que cuenta con el apoyo de una asociación vecinal de Ramos Mejía que reclama por la inseguridad en La Matanza, expresó siempre sus intenciones de vender el fondo de comercio e irse del país, pero la realidad económica se los impidió. » Entre todos nos turnamos para atender el kiosco, que es el único recurso con el que contamos», señaló Pedro.
Ante el inicio del juicio, Nicolás (19), hijo de la víctima, remarcó a Clarín: «Tenemos una mezcla de sentimientos. Por un lado, se acerca el final, si se quiere. Creemos que todo va a salir bien, por cómo se dieron las cosas. Que el juicio salga en nueve meses sabemos que es rapidísimo y estamos agradecidos por eso».
Y finalizó: «A la vez, va a ser durísimo, porque va a haber que revolver todo, volver a vivir todo de vuelta, pero al mismo tiempo sabiendo que vale la pena porque vamos a tener justicia, mi viejo va a poder descansar en paz».