Figura como jubilado del PAMI y vivía en un country de Tigre: quién es el acusado de liderar una secta sexual
Fue una de las 24 personas que la Policía Federal atrapó en un megaoperativo que incluyó 50 allanamientos en Capital y GBA. Ya tenía denuncias previas. Cómo era el armado interno de la organización y de qué se los acusa.
Juan Percowicz tiene 84 años, utiliza un bastón para acompañar sus pasos, figura como afiliado del PAMI y vive (o vívía) en un country de Benavídez. Pero, detrás de esa apariencia bonachona, se escondería el líder de un secta que fue desbaratada en las últimas horas tras 50 allanamientos en Capital Federal en los que terminaron detenidas 24 personas, incluido quien se hace llamar “El Maestro” o “El Ángel”.
Él y sus presuntos secuaces están acusados de integrar una organización delictiva dedicada a la captación de víctimas bajo la fachada de un centro de yoga con la finalidad de someterlas a la explotación sexual y laboral. Además, se investigan otros delitos como hurto agravado, lavado de activos y ejercicio ilegal de la medicina. Se cree que además de actuar en Argentina, tendría actividad en Estados Unidos.
No es la primera vez que Juan Percowicz está acusado por este tipo de delitos. En 1993 quedó en el foco de la Justicia cuando se abrió una investigación contra la Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA) que él lideraba. Las acusaciones eran similares a las que debe enfrentar ahora: captación de víctimas para su explotación sexual bajo la excusa de una sanación espiritual. En ese momento, la causa pasó por tres jueces y finalmente le fue dictada la falta de mérito.
Tres años después, Juan Percowicz terminó procesado por hurto calificado y con un embargo de 150.000 pesos. luego de que el juez Roberto Murature, quien tenía a cargo la investigación, considerara que «El Ángel» desvalijó, junto con su hijo, el departamento de la psicóloga Susana Schiavi, luego de que la mujer muriera en un accidente de tránsito.
Al inicio de este fin de semana, los detectives del Departamento de Trata de Personas de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA lo arrestaron en uno de sus domicilios ubicado en el country Barrio Santa Clara, en Benavidez, partido de Tigre.
En el operativo, los efectivos comprobaron que Juan Percowicz era millonario y vivía rodeado de lujos. Los policías secuestraron dólares y medallas de oro. Incluso, una camioneta Ford Bronco de alta gama con un valor de mercado cercano a los 9 millones de pesos.
Cómo fue el operativo «Secta Sociedad Anónima»
En el megaoperativo denominado «Secta Sociedad Anónima» que contó con 50 allanamiento los efectivos incautaron cerca de 500.000 dólares, el vehículo de «El Maestro», 30 monedas de plata, juguetes sexuales, videos pornográficos, computadoras y ordenadores portátiles, celulares, historias clínicas, títulos de propiedad y documentación de interés para la causa.
Los allanamientos fueron autorizados por el Juzgado Federal 4, a cargo de Ariel Lijo, y uno de ellos tuvo lugar en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Las fuentes indicaron que al parecer la firma BA Group es «la cara visible» utilizada por una organización criminal trasnacional que se mueve en el mundo de las empresas, la salud y la política.
Además, precisaron que fueron entrevistadas 66 personas, en su mayoría mayores de edad, que serían víctimas y fueron encontradas en un inmueble en Estado de Israel 4457, en el barrio porteño de Villa Crespo, donde funcionaba una de las sedes.
«Esta causa está en proceso de investigación, estamos realizando allanamientos y detenciones solicitadas por el juzgado, y buscamos reunir más pruebas para la investigación que ya lleva mas de un año», explicó a la prensa el comisario inspector Ricardo Juri durante el allanamiento de Villa Crespo.
De acuerdo con la información que pudieron obtener los investigadores, la organización aparentemente liderada por Juan Percowicz captaba a sus víctimas con la promesa terminar con «los males del SIDA y las drogas» y «buscar el desarrollo de la felicidad». Con esta metodología, tras incorporarlos lograban reducirlos a una situación de servidumbre, y utilizaban a sus adeptas para el ofrecimiento de relaciones sexuales a «personas de poder».
También se dedicarían a realizar «curas de sueño» consistentes en «empastillar» a los «fieles» de la organización para dormirlos durante días como forma de castigo, y a otras personas captadas en el extranjero a quienes daban un supuesto tratamiento contra las drogas, de acuerdo a la investigación.
El trabajo de la Justicia sostuvo que el dinero obtenido de la explotación de las personas –»alumnos» de la Escuela de Yoga Buenos Ares (EYBA) y «pacientes» de la clínica denominada «CMI Abasto», ingresaría al circuito legal mediante inmobiliarias y una escribanía que posee la organización en Argentina y a distintas fundaciones creadas en los Estados Unidos.
Ese movimiento en la secta generaría un flujo constante de divisas extranjeras para la organización, «siendo su cara pública y lega para dichas finalidades la empresa BA GROUP», de acuerdo a la investigación. Los investigadores indicaron que la Embajada de Estados Unidos colaboró con la Justicia, aportando información, y se puso en conocimiento a las autoridades sobre posibles actividades ilícitas en ese país.
Cómo era la organización interna de la secta
Con respecto a la secta, se indicó que posee una estructura interna según la cual se puede «evolucionar» y luego «reencarnar», y que contaba con un líder llamado «Maestro» o «El Ángel» (en un nivel 7); sus secundantes (que están en nivel 6) y se denominan «Apóstoles», los «Genios» en un nivel 5, los «Alumnos» (4) y los «Humanos comunes» (niveles 1, 2 y 3).
Las denominadas «curas del sueño» de la secta se realizaban en departamentos de la ciudad de Buenos Aires que identificaban como «clínicas o consultorios», pero eran lugares que no se encuentran registrados ni habilitados para ese fin.
Según escuchas telefónicas, se pudo establecer que para afianzar sus actividades en Estados Unidos planeaban adquirir un edificio por 1,5 millón de dólares, suma que saldría de un banco que aseguraban tener en ese país, por lo que la Justicia sospecha que manejaban dinero en efectivo de origen dudoso que «blanqueaban» en compras inmobiliarias o vehículos.
La investigación también apuntó que utilizaban a sus «alumnas» para captar con favores sexuales a hombres con alto nivel de vida o actividades influyentes, con la finalidad de realizar negocios o actividades para blanquear dinero.
Se pudo establecer que uno de los lugares donde operaban eran bares y lobbys de hoteles porteños. «Se están analizando diferente tipos penales, como la trata de personas y el lavado de activos. La metodología que utilizan es la típica de las sectas, donde captan a personas en situación de vulnerabilidad por una intervención seudo religiosa y los convencen para despojarlo de los bienes», declaró Juri.
Luego de tareas de investigación, seguimientos, consultas de bases de datos, solicitudes de cooperación a distintos organismos y escuchas telefónicas, entre otros, se pudo identificar a la totalidad de la organización criminal, y las maniobras utilizadas para cometer distintos delitos.
La historia de la primera víctima
Pablo Salum, el principal denunciante en la causa que terminó con el desbaratamiento de la secta relató que fue el primer niño víctima de la organización y dijo que durante los años en que estuvo captado sufrió abusos.
En declaraciones desde Córdoba al canal TN, dijo que en principio era una escuela de filosofía en la que se practicaba yoga y adonde su madre había acudido por un problema de salud. «Ka primera reunión que fuimos éramos 4 personas, yo fui el primero niño en ser captado. Luego fue creciendo rápidamente y éramos más de mil personas», agregó.
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También expresó que «a medida que el lugar fue creciendo y empezó a tener más adeptos, la captación y el sometimiento fue empeorando. Pasé de tener una familia hermosa a no tener nada. Nos dejaron totalmente destruidos».
«Los nenes era obligados a tener relaciones sexuales con adultos y con sus propios padres», aseguró. Salum fue el primer niño que logró escapar y denunciar lo que estaba sucediendo en esta secta. Las primeras presentaciones las realizó entre 1991 y 1992, aunque «quedaron en la nada».
«Estoy mal, estoy conmovido, son más de 30 años de lucha y tomé la decisión de hablar porque veo ciertos medios allegados a la organización que la defienden. Ellos tienen a mi familia y no me dejan otra opción que salir a hablar», cerró Salum.