La fiesta Bresh llega por primera vez a San Isidro: cuándo es y cómo conseguir las entradas online
La «fiesta más linda del mundo» será este sábado 13 de septiembre, en el Tattersall del Hipódromo de San Isidro, en la avenida Márquez al 700. La historia de un fenómeno nació en Buenos Aires y ya es internacional.

La Bresh es una fiesta nacida en Buenos Aires hace nueve años, que ya es un clásico a nivel mundial. Ahora llega a San Isidro por primera vez.
Tras nueve años y pandemia mediante, la Fiesta Bresh pasó de ser una palabra inventada por un grupo de amigos casi treintañeros a un fenómeno internacional que convoca multitudes a la hora de elegir cuál es la fiesta que marca tendencia. Y ahora la gran movida llega a San Isidro por primera vez.
Creada a partir de tres pilares referenciales como la libertad, la autenticidad y la pertenencia, la fiesta Bresh nació en la ciudad de Buenos en 2016, tuvo ediciones a lo largo de distintas provincias, pasó con éxito por Nueva York, Miami, Milán, Lima y tantas otras ciudades del mundo, y el sábado 13 de septiembre la magia ocurrirá en el Tattersall del Hipódromo de San Isidro, en la avenida Márquez al 700.
Promocionada como «la fiesta más linda del mundo», la idea es que todos quienes participaran se sientan bienvenidos sin importar su forma de ser o de vestir. La movida arrancará a las 22, y quienes quieran participar de una experiencia única con efectos visuales impactantes y la mejor música ya pueden comprar las entradas a $17.000 ingresando a este link. El predio contará con estacionamiento gratuito para los asistentes.

Adicionalmente, la Comuna de San Isidro apostará a un operativo especial de vigilancia en la zona como hace habitualmemnte ante este tipo de eventos.
La historia de la Fiesta Bresh
La primera edición de la Bresh tuvo lugar en junio de 2016 en Beatflow, un sitio ubicado justo a la vuelta de Niceto Bar, en una zona de Palermo Hollywood donde la noche porteña suele convocar a jóvenes de distintas latitudes.
La organización corrió por cuenta de un grupo de amigos fanáticos de la música que no solía escucharse en los boliches tradicionales. Y con una meta: armar una fiesta en un lugar público como las que ellos solían armar en sus casas.
Los nombres Jaime James, Alejandro Saporiti, Nicolás Fernández, Laura Ventura o Juan Ignacio Ponce pueden no decir mucho para quienes peinan canas o directamente no tienen cabello para direccionar, pero bien sirven para identificar a los responsables de que un «invento argentino» marque tendencia en el mundo en lo que a fiestas divertidas se trata.

El éxito de la primera noche sorprendió a los propios creadores: «Era un lugar con capacidad para 300 personas. A la 1 de la mañana había 50. Un rato más tarde, 100. Hasta que de repente, entre las 2.30 y las 2.45 explotó. No lo podíamos creer, empezaron a caer taxis, bondis. Se bajan 10 de uno, 5 de otro. Pasamos de la nada al todo en un segundo. No sólo entró toda la gente que podía ingresar, sino que quedaron como 150 afuera», contó Fernández en una nota con La Nación.
Luego, se dio el salto a Niceto, un lugar al que ellos habían ido cientos de veces a ver recitales de sus bandas favoritas como público, y un crecimiento que no menguaba gracias al boca a boca y a una tarea titánica de difusión a través de las redes sociales.
Cuando Capital les empezó a quedar chica, arrancaron las primeras ediciones en distintas provincias. Pero como ocurrió con el resto de las actividades en marzo de 2020, la pandemia del Covid-19 también marcó un freno para la Bresh, que pasó de ser multitudinaria y presencial a multitudinaria, pero virtual.
«Había que transformar el veneno en medicina. Y así nació Bresh en casita. Fue histórico. Pasaba música para mi novia y mi gato en mi living, pero me sentía en River», contó al mismo medio Saporiti, más conocido como Broder, su alias como DJ, sobre el evento que tuvo más de 85 mil personas conectadas en simultáneo.

Luego de eso llegó el tiempo de la AutoBresh y, ya con la vuelta de la normalidad y el adiós a las burbujas pandémicas, la posibilidad de trascender fronteras y llevar la fiesta a otros países de Latinoamérica, a Estados Unidos y a Europa.
¿Cómo definirían al «Modo Bresh» sus creadores? Lo responde Broder: «A la hora de pasar música, a nivel show hay dos grandes aristas. Por un lado, están las canciones elegidas. En ese sentido, la clave radica en romper con la tradición de un único género que caracteriza a tantos lugares y hacer un cambio constante y, por el otro, apelar al factor nostálgico y tirar hitazos y temas icónicos viejos».
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