Escritor, 38 años: asumirá en Hurlingham si Zabaleta va de ministro con Alberto Fernández

No tiene el perfil de los clásicos barones del Conurbano. Tampoco se les parece en el discurso ni en el físico. Nacido en 1983, en coincidencia con el retorno de la democracia, Damián Selci es un intelectual que va más allá de pensar la política. También actúa: hoy es presidente del Honorable Concejo Deliberante de Hurlingham y, a los 38 años, puede transformarse en el próximo intendente del municipio si Juan Horacio Zabaleta pasa a ocupar el Ministerio de Desarrollo Social del gobierno de Alberto Fernández.

De acuerdo con la Ley Orgánica de Municipios, en caso de que el intendente electo se vea impedido de ejercer su cargo por alguna razón, el sucesor automático es el presidente del Concejo Deliberante. Zabaleta aparece como número puesto para la cartera de Desarrollo Social.

Este ministerio, estratégico para articular las relaciones con los movimientos sociales, permanece vacante debido a la postulación de Daniel Arroyo -otro vecino del oeste bonaerense- en la lista de diputados nacionales del Frente de Todos por la provincia de Buenos Aires. De asumir Zabaleta esa función, Selci estará al frente de la intendencia de Hurlingham hasta 2023.

Los antecedentes de Selci en Hurlingham

Selci, vecino de Liniers en su juventud, llegó a la gestión en Hurlingham a través de Martín Rodríguez, actual segundo de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) y principal líder camporista en este distrito dominado por el peronismo.

El destino inicial de Selci en 2015 fue la Dirección de Cultura municipal, una tarea vinculada con su actividad específica. Ha escrito cuatro libros. «Teoría de la militancia» y «La organización permanente» (en obvia alusión al concepto trotskista de «La Revolución permanente») son los más conocidos. En ambos textos analiza la política popular desde la perspectiva militante y de las organizaciones de base.

Desde ese rol en Cultura, promoviendo actos y recordaciones, Selci se proyectó como primer candidato a concejal en 2019, cuando Zabaleta fue y obtuvo la ratificación para un nuevo mandato.

«Nosotros, los militantes del campo popular, no deberíamos pensar la política bajo la lógica de la demanda, en que todo consiste en lo que yo le pido a un político sobre la base del argumento yo lo voté para esto», ha dicho Selci en un intento de revisar cuestiones que a veces se dan por sentadas. Para él, por ejemplo, «armar territorialmente no es lo mismo que construir».

Admirador incondicional de Cristina Fernández de Kirchner, como pone de manifiesto en la periódica reproducción de los mensajes de la ex presidenta de la Nación, Selci fue desde 2015 un implacable crítico de las administraciones de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. La defensa de los Derechos Humanos es parte de su prédica cotidiana.

La crisis política de 2017 en Hurlingham

La relación con Zabaleta se quebró en 2017, cuando Selci y otros cuatro funcionarios renunciaron a los puestos que tenían en el equipo municipal. El escritor y los otros disidentes rechazaron al alineamiento del jefe comunal con Florencio Randazzo, una movida auspiciada -entre otros dirigentes justicialistas- por el ahora presidente Alberto Fernández.

Luego de las PASO de 2017, cuando la lista de concejales de Randazzo fue relegada al cuarto lugar con un bajísimo 8% de los votos, Zabaleta decidió su regreso a las filas del kirchnerismo.

Con la vuelta de Zabaleta, comenzó una difícil reconstrucción del vínculo con La Cámpora. Así, Selci encabezó la lista de concejales por el oficialismo local. La relación, sin embargo, siempre fue tensa y una prueba es que el todavía intendente amenazó con elaborar una lista propia para las PASO del 12 de septiembre.

Luego de arduas negociaciones entre los dos sectores, este lunes se anunció que habían llegado a un entendimiento para presentar una boleta común. Todos celebraron el acuerdo en las redes sociales. Incluido, por supuesto, Damián Selci, el hombre que ya se prueba la ropa de intendente en Hurlingham.