Se entregó el acusado de matar al joven panadero de José C. Paz: tiene un tremendo prontuario
A Claudio Hugo Gastón González (43) lo buscaban por el asesinato de Joel Sánchez (17) durante un robo en el comercio donde trabajaba el adolescente. Se entregó esta madrugada en San Martín. Ya tiene antecedentes por homicidio.
Por el asesinato del joven panadero de 17 años en José C. Paz, a Claudio Hugo Gastón González (43) lo buscaban intensamente. Su rostro venía circulando en diversos grupos de redes sociales y chats de redes de mensajería, lo que le había vuelto casi imposible mantenerse oculto. Luego de 36 horas prófugo, se entregó en la guardia de la fiscalía de Malvinas Argentinas, donde quedó detenido de inmediato.
Para la Justicia, es el presunto asesino de Joel Sánchez, el chico que murió de cuatro puñaladas en la tarde del miércoles cuando trabajaba en una panadería de las calles Cumaná y Martín Coronado, en el barrio Frino del distrito del oeste del Gran Buenos Aires y a una cuadra de la Comisaría 3°. Tras el homicidio, el sospechoso huyó en bicicleta y perdió en su escape su teléfono celular e incluso el cuchillo que utilizó para matar. No se detectaron faltantes en la víctima ni en el local, pero el episodio ocurrió durante un intento de robo.
Voraz incendio en una química de Berazategui: debieron evacuar a vecinos por el humo tóxico
Joel salió ensangrentado del comercio y pidió ayuda, vecinos salieron a socorrerlo pero se desmayó. Llamaron a la Policía y lo llevaron al Hospital Caporaletti, donde terminó falleciendo.
González, el principal acusado del crimen, ya había estado preso por robo calificado y homicidio. Había cumplido condena y registra, en su prontuario, pedidos de captura de 1998 y 2014 en jurisdicción de San Martín, ambas por asesinato. Ahora enfrenta la imputación por «tentativa de robo agravado pro el uso de arma de fuego y homicidio criminis causa» que dispuso la UFI N°19 a cargo de la fiscal Mirna Sánchez que lleva adelante la causa.
El dolor de la familia del joven asesinado en José C. Paz
El barrio entero quedó conmocionado y en un clima de hartazgo e impotencia que devino en un reclamo frente a la seccional policial, tan próxima al lugar donde se cometió el crimen. En la noche del miércoles quemaron neumáticos y protestaron frente a la sede de la Policía Bonaerense.
En la tarde del jueves, también hubo una reunión vecinal en la zona de la panadería, que amaneció cerrada por duelo y con carteles pidiendo «Justicia por Joel». Desde allí, la mamá de la víctima y Roxana, una de sus tías, junto a un grupo de vecinos volvieron a exigir respuestas al comisario de la zona. «Todos sabemos quienes son los chorros de este barrio ¿Cómo puede ser que ustedes no hagan nada? Siempre lo mismo, y ahora, ¿Quién nos devuelve a Joel?», lo increpó.
El joven asesinado repartía su tiempo entre sus estudios de quinto año de la secundaria y la panadería donde trabajaba para ayudar económicamente a su familia. Su deseo era ingresar a la Gendarmería Nacional cuando finalizara la escuela. En ese sentido, Gisela, otra de sus tías, lamentó: «Joel tenía todas las materias aprobadas, no se llevaba nada. Le quedaba un año para terminar la escuela. Quería entrar a la fuerza pero ya no va a poder. Mi sobrino murió trabajando, no estaba vendiendo droga ni agrediendo a nadie. Ni siquiera insultaba. Esto no puede quedar así, es injusto».
Enorme campaña solidaria para ayudar a la familia del kiosquero asesinado en Ramos Mejía
Los vecinos que acompañaron a la familia de Joel en su pedido de justicia señalaron que el barrio, aunque tranquilo, sufre constantemente el flagelo de la venta de droga al menudeo y la consecuente inseguridad por los ladrones de poca monta bajo efectos de estupefacientes considerados «fisuras», que roban al voleo y amenazan con facas por pequeños botines. Eso constituye un peligro permanente que, en ocasiones, puede terminar en tragedias como la de la panadería. «Cada vez hay más fisuras, la situación empeora todos los días», cerró un vecino.