El emotivo reencuentro entre el nene baleado en Ciudad Evita y la mujer que lo salvó: «Si se moría, yo no iba a poder seguir»
Joaquín, de 12 años, recibió el alta en el Hospital Italiano de San Justo tras haber estado seis días internado y mostrar una milagrosa recuperación. Jésica, la mujer que lo asistió tras el ataque, fue a visitarlo a su casa.
Luego de seis días internado en el Hospital Italiano de San Justo, Joaquín, el chico de 12 años que fue baleado en la cara por delincuentes que lo asaltaron en Ciudad Evita, ya está en su casa para continuar su recuperación. Allí recibió a Jésica, la empleada de una pollería de la zona que fue la primera en asistirlo tras el ataque. El encuentro, lógicamente, tuvo una alta carga de emoción por la angustia vivida.
El terrible episodio tuvo lugar el pasado miércoles en la intersección de avenida Eva Perón y Maracaná, alrededor de las 17.30, donde el chico fue abordado por dos jóvenes que tironearon de su mochila para quitársela y le dispararon con un arma de fuego. La bala lo hirió en el pómulo derecho y quedó aturdido, mientras los agresores huían del lugar. Fue un verdadero milagro que el proyectil, calibre 22, lo atravesara sin afectar órganos vitales.
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Jésica fue la primera en salir en su ayuda, luego de que su compañera del local donde trabaja le dijera que había oído un disparo. Recordó haberlo encontrado perdiendo sangre por la boca y apoyándose contra una pared, por lo que presionó su pómulo para evitar la hemorragia mientras pedía asistencia, en una secuencia de gran desesperación. «Pensé que se me iba a morir en las manos», admitió.
A Joaquín lo llevaron al Hospital Balestrini y luego trasladado al Italiano. Fue rápidamente estabilizado y su evolución es un verdadero milagro. Aun así, Natalia., su mamá, expresó su angustia y su deseo de mudarse de la zona por los frecuentes episodios de inseguridad. Jésica estuvo presente en todo este proceso que debió atravesar el nene baleado, porque también fue a visitar a la familia al centro asistencial.
El emotivo reencuentro de Jésica con Joaquín en Ciudad Evita
Tras el alta médica al nene baleado en Ciudad Evita, Jésica lo fue a visitar a su casa, acompañada por las cámaras televisivas de TN. Dijo que a partir de lo ocurrido, «Joaquín es mi hijo, es mi nuevo bebé, el más chiquito. Yo pensaba lo peor, y estar yendo a la casa a verlo es muy fuerte”.
Al llegar, la recibieron los padres del chico y luego ella y él se fundieron en un abrazo muy emotivo. «Jésica es como una mamá para mi», dijo Joaquín. Ella se emocionó al recordar el momento crítico que debieron atravesar en plena calle, cuando le dio primeros auxilios: «Yo le daba tranquilidad a él y él me daba tranquilidad a mi. Me sorprendió que es un nene que no lloró. Yo le decía a mi marido que si se moría yo no iba a poder seguir».
En tanto, sobre ese momento, el chico agregó: «Yo pedía ayuda y todos se me alejaban, como si fuera un zombi. Sentí un alivio cuando me ayudó…».
Si bien el ataque no dejó daños neurológicos, a la par de su recuperación física será muy importante la psicológica. «Es feo lo que pasó, tengo miedo de salir a la calle», confesó Joaquín, cuya familia ya avisó que quiere irse del país.
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Mientras tanto, recibió un mimo del club de sus amores, Boca Juniors, que lo invitó a presenciar el próximo partido ante Rosario Central en La Bombonera. «Es un regalo enorme, sinceramente es un sueño», dijo el nene, que también recibió mensajes de aliento de los futbolistas colombianos Frank Fabra y Sebastián Villa, además de Marcos Rojo.