Doble crimen de Vicente López: por qué la Justicia aún sospecha de la empleada doméstica del matrimonio asesinado
Los fiscales rechazaron el sobreseimiento de Nina Aquino por considerarlo todavía “prematuro”. La mujer sigue en libertad, a diferencia del otro sospechoso en el terrible caso: Martín Del Río, el hijo de los jubilados que mataron el 25 de agosto.
Después de transcurridos 50 días del doble crimen de Vicente López, la Justicia intenta cerrar el cerco alrededor de Martín Del Río, el hijo de los dos jubilados asesinados en el garaje de su casa y quien hasta ahora se mantiene como el principal sospechoso y único detenido en el caso, pero los investigadores siguen con el trabajo alrededor de la posible responsabilidad de la empleada doméstica de las víctimas, tanto que dicen estar lejos de sobreseerla.
Es la información que deslizaron desde el entorno de los fiscales que investigan este caso, que se conoció el 26 de agosto pasado: ese día, María Ninfa Aquino encontró los cuerpos de José Enrique Del Río (74) y María Mercedes Alonso (72) dentro del auto del matrimonio: ambos habían sido asesinados a balazos. Y la empleada dijo haberse topado con la escena cuando estaba realizando sus tareas habituales en la mansión de la calle Melo 1101.
Según los fiscales, aún es “prematuro” sobreseer a la empleada de las víctimas y que las hipótesis por las que fueron imputados el hijo Martín Del Río y esta mujer, “no son excluyentes”. Y por ello es que siguen las líneas de investigación alrededor de ambos, aunque están en diferentes condiciones procesales: mientras la empleada está en libertad, Martín Del Río permanece detenido.
Doble crimen de Vicente López: la situación de Nina Aquino
La información surgió de un dictamen que el equipo de fiscales de Vicente López elevó al juez de Garantías 1 de San Isidro, Ricardo Costa, como respuesta a la opinión que el magistrado les pidió, luego del pedido de sobreseimiento que había presentado la defensa de Nina Aquino, la mujer de nacionalidad paraguaya que trabajaba hace 12 años en la casa de las víctimas y estuvo 13 días detenida acusada como “entregadora”.
“Consideramos que la petición defensista por el momento deviene prematura; ello sin perjuicio de lo que pueda surgir con el avance de la pesquisa y la producción de las diligencias enunciadas”, indica el escrito elevado al juez que lleva la firma del fiscal Martín Gómez, de acuerdo a lo publicado por la agencia Télam. “Este equipo de fiscales considera que las hipótesis recriminadas a Martín Del Río y María Ninfa Aquino Chamorro, respectivamente, no resultan excluyentes entre sí”, agregaron los representantes del Ministerio Público.
Los fiscales argumentaron que “a la fecha se encuentran diligencias probatorias pendientes de producción (análisis de aparatos telefónicos y de las comunicaciones) que permitan reforzar o desechar su concurrencia en el sentido de la colaboración oportunamente recriminada a la nombrada para la realización del ilícito”.
“En función de ello, nos encontramos en condiciones de afirmar que la investigación no se ha agotado a su respecto y desde la misma arista, viene al caso destacar que a la fecha no han transcurrido los plazos legales allí previstos”, agregan los fiscales.
El abogado de Aquino, Hugo López Carribero, cuestionó el dictamen de los fiscales al entender que “la oposición por parte de la fiscalía a que ‘Nina’ sea sobreseída resulta a todas luces infundada, y no es coherente con las pruebas que hay en la causa”.
Esta misma semana, Nina Aquino difundió un video en el que pedía ir a visitar a Del Río a su lugar de detención para recriminarle lo que hizo y el hecho de haberla incriminado en la causa “Me gustaría que me mire en la cara y me diga por qué me acusó de una cosa tan fea”, decía la empleada en la grabación.
Doble crimen de Vicente López: qué pasa con Martín Del Río
De acuerdo a la investigación, José Enrique Del Río y María Mercedes Alonso fueron asesinados el 25 de agosto. Un día después, Nina se encontró con los cuerpos y la propia empleada doméstica fue detenida el 27 de agosto. Los fiscales se ampararon en una serie de contradicciones y actitudes sospechosas de la mujer -demoró más de dos horas en hallar los cuerpos, no notó el desorden en la casa-, pero también tomaron muy en serio la forma en que Martín Del Río incriminó a la mujer.
El 7 de septiembre se produjo un quiebre en la causa: por la tarde fue liberada Nina Aquino, aunque seguía bajo investigación, y esa misma noche fue detenido por efectivos de la Policía Bonaerense Martín Del Río cuando llegaba a su casa en un barrio cerrado del complejo Nordelta.
La Justicia había encontrado una serie de elementos que incriminaban al hijo de las víctimas: grabaciones de cámaras de seguridad que contradecían su coartada y declaraciones de su propio hermano y de quien era su amante generaron el escenario para que la Justicia detuviera a Del Río, quien desde la cárcel insiste en declamar su inocencia.
El viernes pasado, y en base a prueba fílmica, tecnológica y testimonial recopilada por la fiscalía, el juez Costa dictó la prisión preventiva de Del Río como autor de un «doble homicidio calificado por alevosía, por el vínculo, por el uso de arma de fuego y por ser criminis causa» (matar para lograr la impunidad), delito que prevé como única pena la prisión perpetua.
Para los fiscales, el móvil fue económico y está vinculado a la frustrada operación inmobiliaria por la cual las víctimas pensaban que ese mismo día iban a mudarse a un lujoso departamento del barrio porteño de Núñez, valuado en más de un millón y medio de dólares, y que Del Río hijo nunca pudo concretar.