Por el Día de la Virgen, el bus turístico de Pilar unirá dos íconos católicos: el Lugar del Milagro y la Basílica de Luján
Con cupos limitados, los interesados en hacer la excursión organizada por la comuna pilarense deben comunicarse con un número de WhatsApp. El recorrido dura unas ,cinco horas. Qué pasó exactamente en ese sitio histórico ubicado en Zelaya.
El Bus Turístico de Pilar tiene previsto para el próximo 7 de diciembre una recorrida especial dirigida a los fieles católicos: el móvil unirá directamente el «Lugar del Milagro», en Zelaya, el punto exacto donde podría decirse que nació la devoción por la virgen en estas tierras, con la Basílica de Luján. El tour guiado será gratuito y los interesados deberán anotarse con anticipación ya que los cupos son limitados.
Será una celebración en vísperas del Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen, que se celebra cada 8 de diciembre. Por eso la comuna pilarense organizará un recorrido especial denominado «El Camino de la Virgen». Esta actividad gratuita propone unir esos dos puntos históricos y espirituales clave en la historia de la fe católica argentina.
El periplo comenzará a las 9 desde la Iglesia Nuestra Señora del Pilar, en Lorenzo López 624, pleno centro pilarense. De ahí el micro irá al lugar donde en 1630 ocurrió el llamado «Milagro de la Virgen de Luján», cuando la imagen de María quedó inmovilizada en tierras de lo que hoy es Zelaya, y desde allí, el recorrido continuará hasta la Basílica de Luján, templo construido en honor a la Virgen y que hoy es el mayor centro de devoción cristiana de Sudamérica.
El trayecto tendrá una duración aproximada de cinco horas en las que todos podrán conocer la historia del milagro. Desde la Comuna se recomienda llevar vianda, repelente, protector solar y calzado cómodo. Los cupos son limitados, por lo que es necesario reservar lugar con anticipación al 1152386864.
El Bus Turístico comenzó a rodar a fines de 2022 como una propuesta para acercar a los vecinos con la historia del. Desde entonces, se han concretado diferentes salidas para visitar los edificios e instituciones del casco céntrico del distrito, como así también lugares de interés religioso, culturales e incluso la Reserva Natural.
La historia de la Virgen y el «Lugar del Milagro» en Pilar
En los confines pilarenses, en la localidad de Zelaya, se levanta una pequeña capillita, a 15 kilómetros del centro de la ciudad. Construida en chapa y lajas negras, apenas sobresale en medio de los árboles y pastizales. Se trata de la Capilla del Milagro Nuestra Señora de Luján.
Ese lugar, ya sea por fe o por historia, es fundamental para el partido y todo el credo católico argentino: alli, cuenta la tradición, es donde se paralizó misteriosamente la carreta que en 1630 transportaba a la Virgen hacia Santiago del Estero, el que era su destino final.
Según contó el Padre Salvaire en 1889, la carreta que iba rumbo a Santiago del Estero se detuvo y no quiso avanzar más. Fue uno de los esclavos que transportaba a la virgen quien advirtió que la Inmaculada Concepción quería quedarse en esas tierras. La estancia en la que se detuvo pertenecía a Bernabé González Filiano Oramas, ubicada en el actual barrio de Villa Rosa.
Fue en esas tierras donde la virgen se quedaría hasta 1671. Durante esos años su culto estuvo asociado a las clases más bajas, con el famoso Negro Manuel como su representante. «El esclavo de la Virgen», como se hacía llamar él, había sido traído desde África y vendido a Bernabé González.
Muy atado a sus costumbres, el Negro Manuel fue el primer gran venerador de la Virgen y se encargó de cuidar su altar y de recibir a los cientos de fieles que empezaron a peregrinar en busca de la estatua.
Con el paso de los años, la fama de la figura alrededor de la virgen siguió creciendo y, con ella, los testimonios de sus milagros. Pero paralelamente la ermita y la estancia de Bernabé González entraron en una incontenible decadencia. Tras su muerte y ante el aumento de los malones indígenas que robaban los ganados, la estancia fue abandonada.
En ese contexto, casi 40 años después, apareció Ana María Matos, una mujer valiente y luchadora que vivía a 25 kilómetros de Villa Rosa, en la actual ciudad de Luján. Matos se convertiría en la nueva propietaria de la virgen, le levantaría una capilla en el año 1880 y la renombraría Virgen del Río Luján. Y allí empezó otra historia…
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