El desgarrador relato del padre de Joaquín Coronel, el joven asesinado por barras de Alem: «Era mi sol»
Javier Coronel se mostró desconsolado por la trágica muerte de su hijo de 18 años. El chico fue alcanzado por una balacera de barrabravas del club de General Rodríguez en el estadio de Luján durante el clásico de la Primera C.
Javier se mostró completamente conmovido tras la muerte de su hijo durante el partido entre Luján y Alem.
Sigue la conmoción en Luján por el sangriento episodio que protagonizaron en la tarde del domingo un grupo de barras del club Alem al disparar armas de fuego en inmediaciones del estadio de fútbol de la institución de la Basílica y provocar la muerte de Joaquín Coronel, un chico de 18 años que recibió un balazo en el pecho y agonizó hasta la madrugada de este lunes en el hospital local.
Javier, su padre, habló públicamente sobre la tragedia y evidenció toda su tristeza, en medio del pedido de justicia para que este crimen no quede impune. «Los amigos dicen que él salió de la cancha porque iban todos para afuera y estaba esa gente disparando y la policía con balas de goma. Todo era un caos, si no estaba la policía quizás se arrimaban más y mataban a más gente. La cuestión de ellos era matar, quieren matar a todos. Quiero que se haga justicia. Mi hijo no sabía andar en moto, no tenía tatuajes, era un chico que pedía permiso para todo. No tenía unas zapatillas y no te las pedía, no te pedía nada y sabía que le hacían falta muchas cosas», dijo en diálogo con La Nación+.
Luego, agregó: «Yo no quería que esto pasara, nadie quiere esto pero no pensaba que podría llegar a pasar. Nosotros tenemos un hogar de abuelos, tratamos de dar vida a la gente, los abuelitos lo querían mucho a él porque se encargaba de cortar el pasto en el lugar, cuando teníamos que hacer siempre ayudaba.
El relato del papá de Javier se tornó alguna vez confuso por el estado de shock en el que se encuentra en medio de semejante golpe. Contó haberse enterado de la tremenda noticia mientras estaba en el hogar de ancianos. «Yo estaba ahí cuando me enteré. No pueden ir visitantes y encima armados. Si querés ir, andá, pero disimulado no vayas a lastimar. Ellos fueron a lastimar y le pegaron un tiro a mi negro y ahora le están haciendo la autopsia. Lucas, su hermano mayor, tiene toda la culpa porque fue quien lo llevó a la cancha», expuso.
Mientras hablaba, los ojos de Javier se llenaron de lágrimas pero no dudó en hablar de los asesinos. «No le deseo la muerte a nadie pero tiene que pagar el que lo hizo, tiene que caérsele una lágrima, o al menos pensar ‘mirá como dejamos esa familia, le pusimos un número en la cabeza’. Esta gente se tiene que pudrir en la cárcel, ni siquiera en una cancha de primera división hacen esto. Se fueron cuando se le vaciaron los cargadores», señaló.
Y cerró, completamente conmovido, recordando a Joaquín como «un sol, un chico tímido». «Luján es un lugar chico, fue a ver a su club y salen unos locos a disparar a toda la gente, no se en qué país vivimos. Vinieron a arrebatarle la vida, 18 años el negro. Seguramente debe estar orgulloso porque voy a hacer lo imposible para que se haga justicia, no puede no haber detenidos con tantas cámaras».
Cómo fue el sangriento ataque de los barras de Alem en Luján
Cuando iban 15 minutos de partido en el clásico, que se estaba desarrollando en la cancha de Luján, en el oeste del Conurbano, una bomba de estruendo que cayó al campo de juego obligó al árbitro a decidir la suspensión del encuentro hasta tanto pudiera retomarse el control de la situación.
La Policía indicó que la situación fue escalando en su nivel de violencia cuando barras del Lujanero y de Alem fueron a cruzarse y enfrentarse en las cercanías de la puerta de ingreso al estadio por la calle Pellegrini. Según lo que trascendió oficialmente, fue en ese momento en que un grupo de hombres llegó en distintos autos y camionetas al lugar y comenzó a disparar con armas de fuego contra los hinchas del equipo de la Basílica, incluso contra las tribunas.
También circularon versiones de que los barras del Lechero habrían estado acreditados para entrar a la cancha como parte de la delegación dirigencial que acompaña al club de General Rodríguez, pero no pudo confirmarse. Hubo una feroz balacera en la que, según testigos, la gente se arrojaba desde las gradas en la desesperación de escapar de los tiros.
Tras esa secuencia, los agresores escaparon en los vehículos en que se desplazaban (serían al menos siete, entre autos y camionetas). La causa es investigada por la fiscal María Laura Cordiviola de la Unidad Funcional de Instrucción N°10 de Mercedes, que está abocada a identificarlos. Una cámara los captó frenando su caravana a un costado de la traza del Acceso Oeste, donde se los veía saludarse y abrazarse, lo que hizo pensar que «celebraban» el sangriento ataque.
