Qué es de la vida de Cristian Campestrini, ídolo en Arsenal y en Tigre: sigue vigente a los 42 años y va por un récord
En el Matador logró dos ascensos. Y en Sarandí fue campeón con Gustavo Alfaro. Se peleó dos veces con Diego Maradona: cuando lo dejó afuera de Sudáfrica 2010 y en una aventura fallida en Bielorrusia. Ahora juega en Chile.
Cristian Campestrini nació el 16 de junio de 1980 en San Nicolás de los Arroyos, al norte de la provincia de Buenos Aires. Como muchos pibes de la zona Inició su relación con el fútbol a unos kilómetros de allí, en las filas de Rosario Central. Allí debutó en 2000.
La falta de oportunidades lo hizo cambiar de equipo, aunque no de ciudad. Llegó a Argentino de Rosario para la temporada 2002/03 y al año siguiente pasó a Ferro, donde jugó apenas cinco partidos. Con 24 años le llegó el llamado de Ricardo Caruso Lombardi para ir a Tigre y en Victoria comenzó a edificar lo que sería su extensa carrera.
Sus primeros títulos y el salto a Primera
Campestrini integró uno de los mejores Tigre de la historia: en el equipo de la zona norte del Conurbano bonaerense permaneció dos temporadas (2004/06) y fue baluarte del bicampeón de la B Metro. En el Matador de Caruso llegó a jugar 50 partidos y, con apenas 32 goles recibidos, es uno de los mejores en ese rubro. Además, es el único arquero de la historia de Tigre en convertir un gol.
El retorno de Daniel Islas al Matador lo llevó a tomar otro camino: recaló en Almirante Brown y demostró una vez más que la B Metro le quedaba chica. Campestrini fue pieza fundamental para consagrarse en el Clausura 2007 y posteriormente lograr el ascenso, en una final que se vio manchada por el episodio del puesto de panchos arrojado desde la tribuna superior del Cilindro de Avellaneda.
Los 18 puntos que le descontaron a Almirante provocaron un previsible descenso: Campestrini se quedó un semestre más y en 2009 recaló en Arsenal de Sarandí, por lejos el club donde más estuvo. En total fueron seis años en los que salió campeón del Clausura, la Supercopa y la Copa Argentina, bajo la tutela de Gustavo Julio Alfaro, uno de los técnicos que más lo marcaron en su carrera. Su alto rendimiento lo llevó a ser convocado por Diego Armando Maradona para la Selección local.
Su vínculo con Diego Maradona
Campestrini fue convocado a tres partidos bajo la dirección técnica de Maradona: entró en el segundo tiempo del 3-1 a Panamá; fue titular en el 3-2 contra Costa Rica y suplente ante Jamaica. Hasta la lista preliminar estuvo en consideración para ir al Mundial de Sudáfrica 2010, pero el DT se terminó inclinando por Diego Pozo como tercer arquero, por detrás de Sergio Romero y Mariano Andújar.
Su relación con Maradona se reavivó casi una década más tarde: Campestrini era titular y capitán en Dorados de Sinaloa (tras haber jugado en Olimpia, Puebla -donde ganó la Supercopa de México- y Chacarita) cuando el 10, flamante presidente del Dinamo Brest bielorruso, lo llamó para que lo acompañara en ese desafío. El arquero aceptó pero, a un día del cierre del libro de pases en México, Diego le dijo que se buscara trabajo, ya que él iba a ser el nuevo director técnico de Dorados.
Campestrini fue bloqueado y no pudo responderle, por lo que su relación con Maradona terminó de la peor manera. Pasados unos años del episodio, Cristian no había podido dejar atrás el rencor e incluso se regodeaba de que durante la estadía del Pelusa en Sinaloa el club no hubiera podido ser campeón, ya que “como decía Bilardo, del segundo no se acuerda nadie”.
El récord que busca Cristian Campestrini
Tras el desplante de Maradona, al arquero le costó mucho encauzar su carrera. En septiembre de 2018, la fractura de mandíbula de Esteban Andrada lo llevó a autopostularse para el arco de Boca, aunque no sonó en el Xeneize, que terminó contratando a Carlos Lampe. El año siguiente lo encontró en el Everton de Chile y de allí pasó a la Liga de Expansión mexicana, donde jugó en Celaya FC y en el Cancún Fútbol Club, fundado en 2020.
Actualmente, el ex Tigre y Arsenal firmó contrato con el Deportes Limache. Se trata de una joven institución que milita en la tercera categoría del fútbol chileno. Antes de cumplir los 40, Campestrini -profundo creyente, tatuado con varias imágenes que testimonian su fe religiosa- manifestó que aspiraba a competir hasta los 46. A esa edad se retiró Oscar Pérez, El Conejo, un referente mexicano del puesto con el que compartió Liga. Hoy, ya con 42 años, Cristian aún se siente vigente y, por ahora, no mira la fecha de vencimiento.