Un crimen conmociona a José C. Paz: tenía 17 años, era panadero y lo mataron a una cuadra de la comisaría

La inseguridad en el Conurbano dejó una nueva tragedia que conmociona a José C. Paz. Joel Sánchez tenía 17 años y soñaba con ser gendarme. El adolescente repartía su tiempo entre sus estudios en el último año de la escuela secundaria y la panadería donde trabajaba para ayudar en la economía de su familia. Allí, en ese negocio donde trabajaba fue asesinado a puñaladas en la tarde de este miércoles.

Al comercio, que se encuentra en la esquina de las calles Cumaná y Martín Coronado del barrio Frino, habría llegado un vecino que encontró la escena del crimen y dio el aviso a la Policía. Al lugar acudió un móvil de la Comisaría 3° de José C. Paz, que está a 150 metros de distancia.

A Joel lo trasladaron de urgencia al Hospital Caporaletti, donde finalmente perdió la vida por la gravedad de las heridas que había sufrido. Fuentes de la investigación indicaron que hay un sospechoso identificado: sería un hombre de 43 años domiciliado a unas 40 cuadras de la panadería y que por estas horas se encuentra prófugo de la Justicia.

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Tras atacar al adolescente, trascendió que el criminal huyó en bicicleta y en su escape perdió un teléfono celular y un cuchillo de carnicero que, se presume, fue el arma utilizada para el brutal asesinato. Aunque no se habrían detectado faltantes de la víctima o del comercio, el trágico episodio sucedió durante un robo.

La causa recayó en la UFI N°19 de San Martín, a cargo de la fiscal Mirna Sánchez, y fue caratulada como «tentativa de robo agravado pro el uso de arma de fuego y homicidio criminis causa».

Reclamo en José C. Paz tras el crimen de Joel

Familiares, allegados y vecinos del adolescente asesinado se congregaron frente a la Comisaría 3° de José C. Paz, a poco más de una cuadra de la panadería donde ocurrió el crimen, y reclamaron por más seguridad y justicia.

En un clima de mucha exaltación, similar al de la protesta por el kiosquero en Ramos Mejía, los manifestantes quemaron neumáticos y entre cánticos, insultos y cacerolazos expresaron su dolor y enojo por el trágico episodio de inseguridad que azotó al barrio.

Jésica, la madre de Joel, contó esta mañana que su hijo «terminó tirado como un perro, desangrado». Y, conmovida, confesó que cuando le avisaron lo sucedido pensó que era mentira: «No lo creía. Estoy shockeada».

Sobre el hecho, la mujer resaltó que no el homicida no se llevó siquiera el teléfono celular de su hijo. «Entró a matar», lamentó.

Otra familiar que se expresó fue Gisela, la tía de Joel: «Ya se sabe quien mató a mi sobrino. Se le cayó hasta el barbijo en su escape. Entró a robar al local y Joel salió a defender a sus compañeros de trabajo. No sabemos si hubo discusión o no, pero lo apuñaló cuatro veces. Hay fotos del tipo dando vueltas en las redes sociales, varios lo conocen. Dicen que ya había matado. La Policía tiene toda la información, sólo falta que lo atrapen», afirmó en declaraciones radiales.

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Y agregó: «Mi sobrino atinó a decirle a una persona que iba a entrar al local para salvarlo. Empezó a desangrarse, a pedir por su mamá, se desplomó a en la vereda. Mi hermana lo fue a buscar, llamaron a la ambulancia pero nunca llegó. Cuando vino el patrullero, Joel seguía agonizando. No llegó al hospital. Joel tenía todas las materias aprobadas, no se llevaba nada. Le quedaba un año para terminar la escuela. Quería entrar a la fuerza pero ya no va a poder. Mi sobrino murió trabajando, no estaba vendiendo droga ni agrediendo a nadie. Ni siquiera insultaba. Esto no puede quedar así, es injusto».