El crack de Lanús que lideró un gran equipo, murió muy joven y se convirtió en una calle
Héctor Juan Guidi fue la figura del Granate de 1956, que peleó mano a mano con River y en el que se asomaban dos jugadores que años más tarde se iban a destacar en los grandes: José Manuel Ramos Delgado y Alfredo Hugo Rojas.
El cruce de Arias y Guidi fue siempre una referencia futbolera: es la esquina de la cancha de Lanús. Para la historia granate, Héctor Juan Guidi es mucho más que la dirección de su casa: en 1956, el por entonces humilde club del Sur disputó hasta el final la Liga argentina en tiempos de hegemonía de los grandes, sin chicos que se animaran a discutirles la supremacía. Y Guidi fue, justamente, una de las máximas figuras de aquel equipo que también contó con otros nombres ilustres.
Por iniciativa del propio club, la esquina es netamente Granate, porque en ese tramo, la calle Arias fue rebautizada como Ramón Cabrero, en homenaje al técnico que le dio el primer título local a la institución del sur del Conurbano.
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En 1949, con Racing campeón, el Granate sufrió su primer descenso. Tras una grave crisis institucional y deportiva, el club jugó un polémico desempate contra Huracán: la ida fue 1-0 para el Globo, la vuelta 4-1 para los del Sur y el tercer partido dejó una controversia histórica…
Con el encuentro 3-3, los de Parque Patricios marcaron el 4-3 cerca del final. El árbitro, inesperadamente, decidió anularlo. Indignados, los futbolistas de la Quema abandonaron el campo de juego. Y la AFA determinó que el partido se disputara nuevamente: un mes más tarde, Huracán se impuso por 3-2 y mantuvo la categoría.
De la caída, igualmente, Lanús volvió más fuerte. El Grana se consagró campeón de la Primera B en 1950 de punta a punta y regresó a la élite con Guidi ya consolidado como referente en la posición del viejo centrojás, número 5, más un plantel que empezaba a demostrar: en 1951, terminó la primera rueda puntero junto con Independiente y con un José Florio como máximo artillero del torneo, con 21 tantos. El goleador emigró al Torino de Italia en el receso y a Lanús le costó, pero igual finalizó en un meritorio quinto lugar.
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Firme en Primera y también con dos quintos puestos en 1954 y 1955, el Grana sabía que se venía el momento de dar el golpe para apuntar más alto. Y decidió hacerlo con un fútbol elegante, como pocas veces se había visto en el Sur…
Juan Guidi y los Globetrotters
Apodado El Nene, Guidi -con origen en Unidos de Piñeiro, club barrial de Avellaneda- estuvo 12 años en Lanús, desde aquel fatídico 1949 hasta 1961 y luego, al cabo de una breve actuación en Independiente, por tres años más entre 1963 y 1966. Sin dudas, no hubo temporada más importante para él y sus compañeros que aquella de 1956.
Con Alfredo Hugo Rojas, el denominado Tanque que después brillaría en Boca, y José Manuel Ramos Delgado, que durante la década del 70 jugó 172 partidos en River, como compañeros destacados, Guidi lideró al Granate en la que probablemente haya sido su mejor campaña del siglo pasado.
Ese Lanús dejó triunfos memorables: 4-0 a San Lorenzo, 4-2 a Huracán, 5-3 a Gimnasia, 4-0 a Argentinos y una victoria en la mismísima Bombonera ante Boca por 2-0. Su juego atractivo desde el mediocampo, donde se lucía el terceto Nicolás Daponte-Guidi-José Nazionale, derivó en un sobrenombre particular. Lorenzo Molas, periodista del diario Crítica, bautizó al Granate como Los Globetrotters, por el paralelismo con el fantástico equipo de básquetbol estadounidense que había venido ese año al país a dar una serie de exhibiciones.
El título no pudo ser porque enfrente estaba un River con todavía resabios de La Máquina. Peleando la punta palmo a palmo, el duelo en La Fortaleza del Sur se dio seis fechas antes del final: Lanús ganaba 1-0 al entretiempo, pero el Millonario lo dio vuelta con goles de Félix Loustau, José Sánchez y Ángel Labruna para adueñarse del primer puesto.
Destino de Selección para Guidi
El nivel de Guidi y sus muchachos, igualmente, merecía un premio. El mismo Guidi y uno de sus laderos, Pepe Nazionale, fueron convocados para aquel mítico equipo argentino (Los Carasucias, por la juventud de la mayoría de sus integrantes) que se quedó con el Sudamericano de 1957 en Lima. Fue otro equipo histórico donde estuvo el ídolo de Lanús, suplente en ese torneo de Pipo Rossi.
Héctor Juan Guidi pasó pronto a la inmortalidad: un 8 de febrero de 1973, con tan solo 42 años, falleció llenando de tristeza a toda la hinchada granate. Apenas un año después, por iniciativa del intendente justicialista Manuel Quindimil, una de las calles linderas al estadio de Lanús, General Mariano Acha, fue rebautizada con su nombre. Y así, como testigo eterno de su querido club, Guidi contempla hoy orgulloso los logros de un Lanús que, de su mano, se les atrevió por primera vez a los grandes en aquel ya lejano 1956.