Le dieron 2 años al policía que mató a un ladrón y nunca más fue anónimo en el AMBA

Luis Chocobar, el policía que mató a un ladrón en 2017, fue condenado a dos años de prisión en suspenso (excarcelables) y a cinco de inhabilitación para actuar en la fuerza. El veredicto le pone fin, al margen de las seguras apelaciones, a un caso que se produjo en el AMBA y tomó dimensión nacional.

El episodio por el que fue juzgado Chocobar ocurrió el 8 de diciembre de 2017, en el cruce de las calles Garibaldi y Olavarría, a mitad de recorrido entre La Bombonera y el Pasaje Caminito. Esa zona del barrio de La Boca es muy transitada por turistas, sobre todo extranjeros, en épocas normales. Y es frecuente escenario de arrebatos y delitos similares. Frank Joseph Wolek, de ciudadanía estadounidense, fue atacado por dos jóvenes que le sustrajeron una cámara fotográfica y le asestaron nueve puñaladas que lo dejaron en el piso, al borde de la muerte.

Ivonne Kukoc -madre de Juan Pablo, el delincuente de 18 años muerto por Luis Chocobar- había solicitado prisión perpetua. La mujer fue representada por Pablo Rovatti, titular del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delitos de la Defensoría General de la Nación. Según el funcionario, «no se puede ser indulgente con estos abusos policiales». Los querellantes recordaron el episodio que recientemente involucró a un comisario retirado en Wilde.

La tragedia familiar del policía de la Federal que asesinó a un motochorro en Quilmes

No solo la querella quedó insatisfecha con la decisión judicial. Los letrados patrocinantes de Chocobar, Luis Cevasco y Fernando Soto, y la propia Bullrich se pronunciaron en contra del fallo, por entender que se castigó a un funcionario que había cumplido con su deber, mientras «permanecen impunes los corruptos». Al grito de «¡I-no-cente, i-no-cente!», una decena de manifestantes, portando banderas argentinas, respaldó al policía.

Conocedores de la causa, sin embargo, no dudaron en calificar la pena como «un triunfo de la defensa de Luis Chocobar». Los dos años de prisión en suspenso implican que el efectivo pase la noche en su casa.

El policía que dejó de ser anónimo

Luego de protagonizar aquel suceso, Chocobar fue felicitado y recibido en audiencia especial por el presidente de entonces, Mauricio Macri, y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien se acercó hasta los tribunales para acompañar al sentenciado.

La difusión de imágenes del hecho llevó a cuestionar el desempeño del policía y, a partir de ese momento, la gente se dividió entre quienes bendecían la actitud del efectivo y los que la repudiaban: una expresión -otra más- de la grieta que separa a la sociedad argentina. Las redes sociales reflejaban online esa discrepancia.

De pronto, sin que jamás lo hubiera imaginado, Chocobar se convirtió en un personaje público, casi una celebrity. Lo invitaban a shows de televisión, requerían su opinión los programados más escuchados de la radio…

La súbita fama también le deparó consecuencias desagradables. Una de ellas, tener que irse del barrio donde vivía. “Mi hija nació en La Boca y tuve que irme peor que las ratas por amenazas”, resaltó, y agregó: “Tuve que dejar donde vivía porque venían a amenazarme. Llegaban motos a buscarme. Después de estar detenido esos cuatro días, no pude volver a La Boca”.

El subcomisario que mató a dos motochorros en Wilde ya había hecho lo mismo en 1999

También fue repudiado en lugares donde fue asignado por la Policía Bonaerense para realizar trabajos, como le ocurrió a fines de 2020 en el Hospital Melo de Lanús: el gremio ATE, al notar que Luis Chocobar estaba destinado en el centro asistencial como custodia, emitió comunicados pidiendo su traslado. Y finalmente debió ser reubicado.

Además, Chocobar contó que hasta cambió su aspecto físico. “Me agarró un coma diabético y bajé 23 kilos, pero también cambió mi vida”, afirmó. No todo era tan grato como sentarse en la mesa de Mirtha Legrand y pronunciar alguna frase entre primer y segundo plato.

Luis Chocobar, en primera persona

«Le pido a Dios que los ilumine para que tomen la mejor decisión», fue la frase con la cual Luis Chocobar cerró su alegato esta mañana, según contó su abogado Fernando Soto. Lo escucharon los jueces Fernando Pisano, Jorge Ariel Apolo y Adolfo Calvete, del Tribunal Oral de Menores porteño número 2.

Los magistrados consideraron que Chocobar, quien atravesó varias complicaciones de salud y bajó notoriamente de peso durante los casi tres años y medio que insumió el proceso, se había excedido en el cumplimiento de su deber. El cuerpo, a su vez, le aplicó nueve años de prisión al cómplice de Juan Pablo Kukoc, cuyo nombre se mantiene en reserva debido a que era menor al momento de cometer el ilícito.

Nacido en la provincia de Salta, hace 34 años, la vida de Luis Chocobar cambió desde aquella calurosa jornada de 2017. Al margen del fallo de hoy, es seguro que no haya sido para bien.