El legado de Carlos Rubinstein, el querido médico de San Miguel que murió junto a su esposa en Machu Picchu sin recibir atención
Estaba de viaje de turismo y falleció inesperadamente. Polémica porque tardaron 20 minutos en atenderlo. Un grupo de colegas quiere que un hospital de salud dental de la región lleve su nombre como homenaje.
La muerte de Carlos Rubinstein, un prestigioso y querido médico de San Miguel, conmovió a todos por las imágenes que se viralizaron. Estaba de viaje de turismo en el Ollantaytambo, un atractivo turístico de Perú ubicado a 32 kilómetros de Machu Picchu y falleció inesperadamente sin siquiera recibir atención médica.
Rubinstein falleció el pasdo martes 16 de julio, pero la noticia recién se difundió en las últimas horas. El desenlace fatal se dio mientras Rubinstein recorría el sitio arqueológico, situado a 2.792 metros sobre el nivel del mar. Tras desplomarse, personal y guías del lugar intentaron asistirlo, aunque los primeros auxilios se lo brindaron otros turistas y sus compañeros.
Un video que se viralizó del momento muestra cómo las personas le realizan maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) mientras un testigo desesperado exclamaba: “¡Necesito el oxígeno!”. El personal médico tardó aproximadamente 20 minutos en llegar. Ya era demasiado tarde. Murió al lado de su esposa, Viviana Ines Granado, de 59 años.
La muerte de Rubinstein encendió una vez más la polémica sobre el sistema de postas de salud en Cusco. Hanner Horna, jefe de la policía de Turismo de Cusco, admitió que existe un déficit de servicios médicos y destacó que solo Machu Picchu cuenta con un centro de atención adecuado. Ribinstein fue el segundo turista en morir ese sitio turístico peruano en las últimas dos semanas.
Consultado sobre esta situación, el titular de la Gerencia de Comercio y Turismo, Saúl Caipani, explicó que un porcentaje de lo recaudado por el boleto turístico se destina a las municipalidades para el mantenimiento de servicios higiénicos y la instalación de centros médicos. Sin embargo, la Dirección Desconcentrada de Cultura no ha dado su aprobación para estos proyectos.
El legado profesional de Carlos Rubinstein en Malvinas Argentinas
Rubinstein era un reconocido médico psiquiatra y especialista en geriatría. Se desvaneció inesperadamente al descender y llegar al séptimo anden, en una zona ubicada a 2.792 metros sobre el nivel del mar, frente al desconcierto del grupo de turistas que lo acompañaban. Estudió en la Universidad de Buenos Aires (UBA) también, fue médico clinico. Hizo magíster en gerontología y profesor de la UBA y de la Universidad de Flores, según él mismo se presentaba en LinkedIn.
Vivía con su esposa Viviana y durante su trayectoria se desempeñó en distintos hospitales públicos, como director de Postgrado en Geriatría en la UBA y actualmente era el director médico de la residencia San Lucas de Caballito.
El impacto de su muerte caló profundamente en la comunidad médica bonaerense, al punto que al trascender la noticia un grupo de reconocidos médicos elaboró un proyecto para que el Honorable Concejo Deliberante de Malvinas Argentinas evalúe modificar el nombre actual del Hospital de Salud Mental Evita, por el de «Hospital de Salud Mental Dr. Carlos Jorge Rubinstein», en «memoria y honor de quien fuera su 1° director, y quien durante casi 35 años brindó sus servicios al sistema de salud del municipio de Malvinas Argentinas», explicó Andrés Melis en Facebook.
En las redes sociales el el eco de la tragedia elevó más apun el do de gente de Rubinstein y lo ejemplar que fue en su profesión: «Todavía no lo puedo creer. Gran profesional con una inteligencia, capacidad y formación científica insuperable. Gran compañero y mejor ser humano«, expresó Matías Llabres y destacó que el médico trabajo 35 años con «dedicación al vecino».
«A mi mamá la dejó nueva del gran problema que tenía«, contó la hija de una de sus pacientes. «Un hombre que nunca dejó de ayudar a quien lo necesitara», sostuvo otro usuario.
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