De promesa en Boca a Los Andes: la increíble carrera de Francesco Celeste, el gran amigo de Leandro Paredes
Nacido en 1994 como el crack de la Juventus y la Selección, Fafi debutó en el Xeneize con Carlos Bianchi. En la actualidad es el 10 del Milrayitas, con el que lucha por mantenerse en la B Metropolitana.
Francesco Celeste, nacido en Vicente López, era una de las grandes promesas de la categoría 94 de Boca junto a Leandro Paredes. Llegó a debutar en Primera de la mano de Carlos Bianchi, pero no tuvo lugar y empezó un periplo mucho más modesto que el de su famoso compañero. Actualmente trata de ayudar a Los Andes para no descender a la C.
Las amistades no suelen abundar en el fútbol: egos, competencia por el puesto o simplemente el día a día atentan contra vínculos que en otro momento o ambiente podrían haber sido más fructíferos. En contrapartida, hoy la Selección es un lugar donde la mayoría de los jugadores se consideran amigos.
Uno de los más importantes miembros de la Scaloneta, Leandro Paredes, forjó una amistad hace ya muchos años con Francesco Celeste. Aunque sus carreras fueron por distintos caminos, Leo y Fafi nunca cortaron la relación que nació en tiempos en los que eran niños llenos de ilusiones en el baby fútbol del Club Parque, en la calle Marcos Sastre, frente a la plaza Aristóbulo del Valle.
Los inicios de Francesco Celeste en Boca
La relación laboral entre el Xeneize y el captador de talentos Ramón Maddoni facilitó la posibilidad de que ambos chicos pasaran a integrar las divisiones juveniles. El primero en llegar fue Paredes, en 2002, con apenas siete años. A la temporada siguiente, luego de tres intentos, fue el turno de Celeste.
Ambos, clase 1994, crecieron futbolísticamente juntos y fueron parte del equipo que ganó el Torneo Arousa Fútbol 7, en España. Los flashes se iban con Leandro pero Francesco no pasaba inadvertido: cuando Paredes comenzó a entrenarse con la Reserva y luego con la Primera, fue Celeste el que heredó la 10 de su categoría y se hizo cargo del equipo.
El paso fugaz por la Primera
Los amigos se reencontraron en la Reserva en 2013, el mejor año de Celeste en Boca. Acomodado en esa categoría, el andar irregular del equipo de Carlos Bianchi más algunas lesiones le dieron la oportunidad de mostrarse para el final de la temporada. Volante de juego, con más inclinación a moverse por la derecha, Fafi aprovechó su oportunidad.
Su debut fue en la cancha de Lanús, en un empate que le quitó a Boca la posibilidad matemática de pelear por el torneo: Fafi entró con el partido 1-2 y enseguida llegó la igualdad. Guiño del destino, utilizó el dorsal 32, mismo número con el que Leandro Paredes convirtió cuatro de sus cinco goles en Boca.
Su segundo (y último) partido fue en La Bombonera: Boca recibió a Gimnasia y Celeste fue de la partida. Ese día compartió la mitad de la cancha con otros tres productos de las inferiores xeneizes: Pablo Ledesma, Fernando Gago y Juan Sanchez Miño. El verano de 2014 lo encontró jugando dos partidos amistosos, pero luego no vio más acción hasta que dejó el club en 2015.
Las idas y vueltas de Celeste, hoy en Los Andes
Su primer club después de Boca fue el Freamunde, de la segunda división portuguesa. Aunque allí jugó bastante e incluso convirtió dos goles, retornó al finalizar el préstamo. Tras quedar libre, pasó a Quilmes. En el Cervecero no tuvo muchas oportunidades y permaneció unos meses sin club, hasta que firmó con los Potros de la Universidad Autónoma del Estado de México.
En este nuevo destino tampoco se asentó y volvió al Viejo Continente, a probar suerte en el Siracusa de la Serie C italiana. Apenas duró unos meses, hasta hacerse nuevamente con el pase en su poder. Luego de una breve estadía en el Cartaginés de Costa Rica, pegó la vuelta para Argentina.
La amistad con Leandro Paredes: diferentes objetivos
Mientras Paredes era partícipe del primer título de la Selección luego de 28 años, Celeste culminaba una floja temporada con Nueva Chicago. Fafi se hizo un lugar en Fénix pero le duró poco: con el equipo de Pilar jugó varios partidos aunque el mal rendimiento del equipo lo llevó a buscar otros caminos.
Hoy es una de las esperanzas de Los Andes: el Milrayitas atraviesa una mala temporada y, con la restauración de los descensos sin promedios, corre riesgo de descender a la cuarta categoría por primera vez en su historia. Su pelea directa es con Jota Jota Urquiza, aunque también están cerca Dock Sud y el San Miguel del Sapito Coleoni, equipo al que Los Andes debe enfrentar en una de las cuatro fechas restantes.
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Socios dentro y fuera de la cancha desde chicos, Paredes y Celeste comparten una amistad poderosa que va mucho más allá de las carreras de cada uno.