Atentado contra Cristina Kirchner: el oficialismo se unió para llenar la Plaza de Mayo en apoyo a la vicepresidenta
Distintas organizaciones políticas, sociales y sindicales se dieron cita en el microcentro porteño «en defensa de la vida y de la democracia». Se sumaron funcionarios y todo el gabinete nacional.
Imagen de la Plaza de Mayo y los militantes en las Diagonales Norte y Sur.
Organizaciones políticas, sindicales y sociales se concentraron en Plaza de Mayo para apoyar a Cristina Kirchner tras el atentado que sufrió en la noche del jueves, cuando llegaba a su domicilio en Recoleta y saludaba a los militantes que la esperaban.
Hoy desde temprano, largas filas de manifestantes comenzaron a llegar al centro porteño, a partir de la decisión del presidente Alberto Fernández de decretar el feriado nacional para que «el pueblo argentino pueda expresarse».
Las columnas de manifestantes que atravesaron distintas avenidas de la Ciudad se congregaron en la Avenida 9 de Julio, desde donde marcharon hacia Plaza de Mayo. Allí, más temprano, alrededor de las 10 de la mañana, los primeros militantes habían colgado banderas en apoyo a Cristina frente a la Casa Rosada.
La Cámpora fue una de las agrupaciones que desde el mediodía se hizo presente en Avenida de Mayo y 9 de Julio para marchar a la Plaza. Por otra parte, desde Avellaneda llegó al centro porteño una multitudinaria columna de militantes y organizaciones sociales. Ese grupo estuvo encabezado por la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, y el Ministro de Hábitat de la Nación, Jorge Ferraresi, entre otros funcionarios.
El Movimiento Evita llegó al centro porteño a eso de las 14 horas, ya con todo el trazado vallado: hubo cortes en las intersecciones de Las Heras y Pueyrredón; Rivadavia y Maza; 9 de Julio y San Juan; 9 de Julio Norte y Corrientes; y 9 de Julio entre San Juan y Córdoba. A ellos se les sumó la Corriente Clasista y Combativa (CCC).
Integrantes del Gabinete nacional y funcionarios nacionales también se sumaron masivamente a la marcha de las distintas organizaciones. En la manifestación se encontraban los ministros Eduardo «Wado» de Pedro (Interior), Carla Vizzotti (Salud), Tristán Bauer (Cultura); la secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra; la asesora presidencial y Secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación del Ministerio de Ambiente, Cecilia Nicolini, y la portavoz presidencial, Gabriela Cerrutti, entre otros.
«El gabinete participará hoy de la movilización ciudadana en Plaza de Mayo e invita a todos los argentinos y argentinas a expresarse con banderas argentinas, en defensa de la democracia y en solidaridad con la Vicepresidenta», habían informado oficialmente desde el Gobierno tras la reunión de gabinete que analizó el «estado de conmoción social derivado» del intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Las columnas de manifestantes desembocaron desde las diagonales Sur y Norte hacia la Plaza de Mayo, donde se armó un escenario frente a la Casa Rosada. Con banderas argentinas y consignas en defensa de la democracia se vieron diferentes carteles de agrupaciones sociales, gremiales y jóvenes y familias con chicos.
En la Plaza se encontraron la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), La Cámpora, Movimiento Evita, Barrios de Pie, CTA Autónoma, La Dignidad, Partido Solidario, Nuevo Encuentro, Frente Popular Darío Santillán (FPDS), la Federación de Tierra y Vivienda (FTV) y el Frente Transversal.
También se hicieron presentes el MTD Aníbal Verón, la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT), la Corriente Nacional Martín Fierro, el Movimiento Octubres, la Confederación de Trabajadores Universitarios y Mujeres del Movimiento Evita. Además estuvieron, tras convocarse en la intersección de 9 de Julio y Belgrano, Judiciales Bonaerenses, Partido Piquetero, Partido Comunista, el Movimiento Territorial Agustín Tosco, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), La Garganta Poderosa, La Bancaria y el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), entre otros.
Sobre el final de la tarde, la multitud presenció la lectura de un documento en la Plaza de Mayo, que destacó que «la paz social es una responsabilidad colectiva», tras el atentado contra Cristina Kirchner.
El documento fue leído por la actriz y titular de la Asociación Argentina de Actores, Alejandra Darín, desde el escenario montado en la Plaza, y ante la presencia de gran parte de los funcionarios de Provincia y Nación.
El documento leído en Plaza de Mayo:
La paz social es una responsabilidad colectiva
Frente al intento de asesinato de la principal dirigente política del país, nadie que defienda la República puede permanecer en silencio o anteponer sus diferencias ideológicas al repudio unánime que esta acción depara.
No hay manera de relativizar ni minimizar un intento de magnicidio. La solidaridad y el repudio de dirigentes de toda América Latina, de los EEUU, de Europa y del Papa Francisco, muestran que el mundo comprende cabalmente la gravedad de lo ocurrido. En el mismo sentido se expresó el movimiento obrero organizado, entidades empresarias, comunidades religiosas, asociaciones deportivas y demás organizaciones intermedias del país. También gran parte de la dirigencia política nacional, a quienes agradecemos que comprendan que la convivencia democrática debe prevalecer sobre cualquier desacuerdo político.
El “límite”, del que hemos oído hablar mucho en las últimas horas, no se cruzó ayer. Si no queremos que la intolerancia y la violencia política arrasen con el consenso democrático que hemos construido desde 1983 a la fecha, debemos contextualizar lo ocurrido anoche contra la vicepresidenta Cristina Kirchner: Desde hace varios años, un sector minúsculo de la dirigencia política y de sus medios partidarios, viene repitiendo un discurso de odio, de negación del otro, de estigmatización, de criminalización de cualquier dirigente popular o afín al peronismo, y aún de cualquier simpatizante. Todos hemos visto movilizaciones donde se pasearon por las plazas más importantes de la Capital Federal bolsas mortuorias, ataúdes o guillotinas.
No es inocente ni gratuita la legitimación de discursos extremos, de llamados a la agresión, de planteos que niegan legitimidad democrática del adversario político. Nadie es individualmente responsable por las acciones de otros, pero quienes cedieron minutos de aire a los discursos de odio deberán reflexionar sobre cómo han colaborado para que lleguemos hasta esta situación.
La vida democrática es incompatible con el accionar de minorías violentas que pretenden llevar de las narices al resto de la sociedad, u obligar a determinada dirigencia a tomar posiciones cada vez más sectarias con tal de contentar a esa supuesta clientela electoral.
La convivencia en el marco de un orden democrático también es el umbral de las condiciones necesarias para el desarrollo de nuestros hijos y nuestras hijas. El daño que producen las acciones y las palabras violentas en las mentes de niños y niñas es una condena para el futuro de la Argentina.
El pueblo argentino está conmovido, impactado por lo ocurrido, incluyendo a millones que no simpatizan con Cristina ni con el peronismo. En honor a todos nuestros compatriotas es que hacemos este llamamiento a la unidad nacional pero no a cualquier precio: el odio afuera.
